ONLY YOU -Sin Editar-

Capitulo 33

Capítulo 33

Me despierto perezosamente y la cama está vacía, Harry no está y parece haberse ido hace un rato debido a que ese lado de la cama está frio. Miro todo a mí alrededor, la habitación es grande y hermosa al igual que toda la casa, las paredes son de color beige. La cama en la que me encuentro acostada es grande, estoy segura que podrían dormir aquí unas cuatro personas adultas y quedar con suficiente espacio. No es una cama normal, esta tiene unas columnas de madera que forman un cuadrado por encima de la cama, la hace ver mucho más elegante.

Me levanto de la cama envuelta en la sabana debido a mi desnudez, pongo los pies en el suelo y cuando me levanto una punzada de dolor me hace quejar. Me duele la cadera y ahí. Me sonrojo al saber el motivo del dolor. Camino por la habitación y veo los pétalos de flor regados aun en el piso, pero ahora no dicen “te amo” ahora dicen “Buenos días amor” me derrito y sonrío al ver el detalle de Harry cuando justamente el entra en la habitación con una bandeja y dos desayunos.

-Buenos días- sonríe dulcemente y deja la bandeja en una pequeña mesa para abrazarme y besar mi frente. Su pecho está desnudo y lleva puesta una sudadera de color blanco.

-Buenos días- envuelvo mis brazos alrededor de su cintura y pongo mi cabeza en su pecho. –Gracias por todo lo de anoche-.

-No me agradezcas, yo debo agradecerte a ti por permitirme ser ese chico en tu vida- dice mientras acaricia mi cabello.

-Te amo- digo y beso una de las gárgolas tatuadas en su pecho.

-Yo te amo muchísimos más- besa mi cabello y me abraza más fuerte. –Te traje desayuno-.

-Gracias amor, ¿Qué hora es?- pregunto mientras camino de nuevo a la cama.

-Las diez am- contesta y camina otra vez con la bandeja hacia mí.

-Auch-  me quejo cuando me siento en la cama, la punzada de dolor me sorprende otra vez.

-¿Qué pasa, estás bien?- frunce el ceño y parece preocupado.

-Sí, es que me duele… por lo de anoche- me sonrojo y veo como su expresión pasa de preocupado a juguetón.

-Eso es muy excitante- sonríe confirmando mi sospecha de su cambio de humor.

-Mejor desayunemos- me río al igual que él. Se sienta a mi lado en la cama y yo me muevo un poco hacia el lado para darle más campo. Pone la bandeja en la cama y la empuja un poco a mi lado invitándome a comer, yo le sonrío y tomo un pedazo de waffle, está bien dorado y tiene salsa por encima, se ve realmente apetitoso. Muerdo un poco y sabe de maravilla.

-Sabe bien- digo con la boca un poco llena.

-Gracias, Gemma me dijo como hacerlos, tenía miedo de que no te gustaran- hace puchero y se encoje de hombros.

-Está muy rico, enserio- beso su mejilla y luego como otro pequeño trozo.

Desayunamos los waffles y el jugo de naranja, está todo muy rico y Harry no hace más que sonreír y agachar tímidamente la mirada cuando alabo su trabajo en la cocina.

-Gracias de nuevo amor, me encantó el desayuno, y el letrero- digo señalando el “Buenos días amor” de pétalos en el piso.

-No fue nada, tú te mereces mucho más que esto- agacha la mirada y noto como su estado de ánimo se apaga.

-¿Qué pasa?, no digas eso Harry, ni siquiera lo pienses, tú eres todo lo que siempre soñé, tú eres más de lo que merezco, eres más de lo que cualquier chica merece- las palabras salen rápidamente de mi boca, no tolero la idea de Harry sintiéndose menos de lo que es.