Vieja Enemiga, Nueva Amiga

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Tobe salió del restaurante sigilosamente evitando por todos los medios a la gente que se seguía divirtiendo en la parte de abajo.
No le agradaba la idea de dejar a su amada con Garu pero si quería que su plan tuviera éxito tenía que ser paciente.
"Una pequeña piedra en el camino"
Caminando por la calle que lo conduciría a la zona más rica del lugar recordó su infancia y se preguntó qué pasó con sus secuaces, aquellos que lo seguían hasta el fin del mundo, cuando fue expulsado del pueblo no pudo llevárselos con él.
Al detenerse frente de la casa más grande y lujosa, sonrió. La puerta estaba abierta tal y como el había pedido.
Un robot mayordomo se acercó cuando cruzó el umbral de la puerta.

--- Bienvenido, señor Tobe

--- ¿Donde está?

--- La señorita Ri...

--- Aquí estoy --- lo interrumpió una voz melosa proveniente de las escaleras.

Ring Ring no había cambiado en su aspecto. Aún tenía ese color azul en el cabello y vestía una hermosa bata rosada.

--- Pensé que no llegarías, no me gusta que me hagan esperar --- dijo mientras bajaba las escaleras y quedaba enfrente de Tobe extendiéndole la mano

--- Mi Lady --- le dijo besándole la mano --- Nunca te haría esperar más allá de lo esperado.

--- Eso espero --- dijo Ring Ring dirigiéndose al comedor --- La cena está servida

--- Veo que no perdiste el tiempo

--- Nunca lo pierdo. Sería perder mi belleza

Tobe río por lo bajo. El tiempo le estaba regalando la eterna juventud aunque no sabía por cuánto tiempo.
El comedor era una amplia estancia con una hermosa mesa en el centro. Los platillos que estaban sobre la mesa eran típicos de la región. 
A Tobe le rugió el estómago, no había comido nada desde que había llegado a la aldea hace unas pocas horas. Ring Ring río.

--- Comemos y charlamos, ¿te parece?
--- Excelente idea

Tiempo después, Tobe terminó su postre.

--- Vaya, aún estando lejos de este pueblito, Pucca sigue siendo el centro de atención - - - dijo Ring Ring visiblemente enojada con sus manchas rojas en las mejillas
--- Querida, eres perfecta, no te enojes - - - le dijo Tobe sin inmutarse - - - Ahora que ya sabes la historia,  ¿entiendes el porque no me puedo quedar contigo?
--- Soy perfecta y no me enojo - - - dijo la aludida tocandose las mejillas - - - Bien, pero ¿no dejaras de venir a visitarme o si?
--- Claro que no, mi Lady - - - dijo con una sonrisa malévola - - - tu y yo compartimos algo especial pero vivo enamorado de Pucca y lo sabes. Entonces - - - agarro una servilleta y se limpio la boca - - - ¿me ayudarías a llevar a cabo mi plan?
--- Solo si me prometes que nunca me dejaras
--- Te lo prometo
--- Perfecto. Al menos en eso podré ganarle a Pucca
--- Mi Lady, es en lo único que le ganarás a Pucca. Pero tratemos del asunto al que realmente vine.¿Donde están mis ninjas?

Ring Ring soltó una risita despectiva. Tobe la miró entre enojado y desconcertado

--- Antes de que te enojes. Tenemos ya 21 años y aún los sigues llamando "tus ninjas" - - - hizo las señales con los dedos de manera burlona - - - ¿No crees que ya no te queda ese papel, hombre de negocios?

--- Lo dije por el cariño que les tengo. Soy un hombre de negocios, Ring Ring - - - dijo levantándose de la mesa y al llegar a donde estaba ella hizo girar su silla de modo que quedó enfrente de él - - - y tú, querida, eres mi inversión más cara. Así que por favor no me hagas repetirlo de nuevo. ¿Dónde están MIS NINJAS?

Ring Ring lo empujó entre  molesta y asustada. Desde que empezó su relación procuraba no hacerlo enojar. Ya no era aquel niño al que podía golpear con su cabello y eso la aterraba. El sabía su punto débil y podía utilizarlo en su contra. Ella no iba a permitir que nadie de la aldea de Sooga se burlara una vez más de ella, aunque fuera él.

--- Acompañame - - - le dijo y lo dirigió a la habitación contigua - - - Están ansiosos de verte

Tobe abrió la puerta con una emoción casi infantil. Y por poco se desmaya.
Enfrente de él estaban sus secuaces, sus ninjas. Ya no llevaban su traje pero sabía que eran ellos. Todos lo voltearon a ver en cuanto puso un pie en la habitación. No tardaron ni un segundo en aventarsele y llorando de emoción al ver a su jefe de vuelta lo abrazaron hasta que el aire les falto.

Horas después, Tobe salía de la casa de Ring Ring rumbo a su antigua casa, llevando una sonrisa en la cara. Salió a hurtadillas ya que no quería que nadie lo viera por el momento. Su plan había comenzado.
Cuando llegó a donde su corazón le indicaba se dio cuenta de lo pequeña que era y al entrar sintió una inmensa paz. Al fin, estaba en casa.

Una nueva Esperanza (Pucca)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora