Era un día fresco, aunque no como en días pasados en dónde reinaba el frío. Hoy era diferente, había un aire tímido y a la vez atrayente que hacía que estuviera a la expectativa de cualquier cosa, toda parecía maravilloso, como una obra en la cuál no sabes que pasará a continuación. Indescifrable, mágico....
Hoy era un día anhelado, pues conocería por fin a quien fuera mi prometido y pronto futuro esposo. Mis padres me habían contado de él, en especial mi querida madre. Habían dicho que era un chico alto y atractivo, amable y bondadoso cómo sólo el mismo podría ser, no carecía de humildad y por supuesto, tampoco de dinero.
Dinero.
Un bien material, excesivo para algunos y anhelado por muchos. Usualmente acompañado de Poder.
Si tienes dinero, tienes poder y si tienes poder, el mundo es tuyo.Mi familia siempre ha sido de un linaje exquisito, caracterizado por la belleza de sus integrantes. Hombres o mujeres, no importaba. El dios de la belleza y perfección no discriminaba a nadie y todos habían sido bendecidos con finas y hermosas facciones dignas de admirar ante el mundo entero. "La familia Min, no conocerás la perfección hasta que te topes con uno de ellos" Claro, si es que eres uno de los afortunados.
Si bien es cierto que el deseo de pertenencia se apoderaba de muchos, sólo muy pocos lograban estar a la altura de la familia Min.
Sólo podías comprometerte con uno si eras de una familia noble o adinerada. Claro que el físico también importaba. Aunque es cierto que...
- ¡Señor Seokjin! ¡Señor Seokjin!
El entonces rubio chico se vió sobresaltado por el escandaloso ruido que provenía de los pasillos e interrumpió sus escritos. El abrir de su puerta y el sonido de alivio, le dió a entender que quién fuera que lo estaba buscando, lo había encontrado ya.
-Oh... Señor Seokjin. Lamento interrumpirlo de esta manera, pero su madre está impaciente y su padre muy furioso, ya debería de estar abajo, lo esperan en el carruaje señor.
La joven chica de cabellos oscuros se veía agitada, Jin supuso que lo estaría buscando desde hace un rato, no la culpaba puesto que usualmente, él no estaba en los lugares en los que debía estar.
-Descuida Lee, dile a mis padres que iré en seguida.
La joven asintió con una reverencia y salió de la desolada habitación. Habitación en la cuál el joven rubio se encontraba desde hace un par de horas. Le gustaba ir a ese lugar a pensar y algunas veces a desahogar sus penas.
Ese día en especial, tenía un sentimiento de incertidumbre y temor, acompañado de una sensación de escalofríos que simplemente no le dejaban estar en paz. Aunque claro. ¿Quién no estaría nervioso el día de su compromiso? Y aún más si no conoces a tu prometido.
Aunque lo último no era del todo cierto. Él se había visto con Kim Namjoon un par de veces cuando él antes nombrado aún era un aprendiz de su padre.
Ahora, SeokJin tenía entendido que se había convertido en todo un hombre. Valiente y de un atractivo masculino que hacía que cualquiera se derritiera por él... O eso decían. Él no podía asegurarlo de ninguna forma. Aunque supuso que alguien que llevaba el apellido Kim, tendría que ser atractivo. Además, siendo SeokJin un Omega, al casarse, tendría el apellido de su esposo y claro que su padre no quería que su hijo o futuros nietos, tuvieran un apellido poco digno.
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LINAJES
Fanfiction"Las tierras de los jardínes" un lugar con un inofensivo y en cierta parte, patético nombre, que no debía tomarse a la ligera. Puesto que ahí a menudo sucedían cosas extrañas. Era un lugar en dónde lo muerto o inexistente podía estar vivo. En donde...