IV. Gracias Neville.

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𝕲𝖗𝖆𝖈𝖎𝖆𝖘, 𝕹𝖊𝖛𝖎𝖑𝖑𝖊

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Era demasiado temprano, incluso para ella, ni siquiera había tenido tiempo de poner todos sus libros en la mochila, a si que tendría que volver a su habitación mas tarde por ellos.

La directora MacGonagall le había enviado una carta la noche anterior, diciéndole que la esperaba en su oficina antes de que comenzara el desayuno al díasiguiente. Así que ahora Rose caminaba, o mas bien, corría por los pasillos hasta la torre.

Burbujas tutifruti. ―Incluso la gárgola parecía extrañada al ver que tenía visitas tan temprano.

La pelirroja abrió la puerta del despacho y entró sin mas, encontrándose con el escritorio de la bruja completamente vacío.

―Buenos días, profesor Dumbeldore, Profesor Snape. ―saludó dulcemente la joven hacia los retratos de los ex directores.

―Señorita Weasley, ¿Qué la trae por aquí? ―inquirió el siempre alegre mago, Albus. Rose le sonrió.

―La directora me ha pedido que venga, pero en realidad no estoy segura para qué.

―Para ser la hija de la sabelotodo Granger no es muy brillante...―comentó Snape de manera ácida, Rose frunció el ceño y abrió la boca con sorpresa.

―¡Severus! ―Minerva venía bajando las escaleras de caracol, dirigía una mirada de pocos amigos al cuadro ―Lo lamento, Rose. Severus nunca se ha caracterizado por ser muy amable. Por favor, toma asiento. ―La Ravenclaw obedeció con una sonrisa forzada y se acomodó los risos pelirrojos detrás de la oreja.

—Gracias.

―. Te pedí que vinieras porque necesito que me hagas un favor ―La mujer juntó sus manos sobre el escritorio y la miró por debajo de sus gafas con ojo crítico ―Como habrás notado ayer en la cena, tenemos un nuevo alumno, Scorpius Malfoy-

Los recuerdos de la noche anterior, y de aquellos ojos increíblemente grises, le cruzaron por la mente casi tan rápido como una snitch a toda velocidad, haciéndola tensarse un poco. 

VOODOO DOLL | 𝐒𝐜𝐨𝐫𝐨𝐬𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora