Solos tu y yo

Capítulo 8

No supe en que momento me quedé dormido, cuando desperté estaba recargado junto a Nam, el cual su cabeza estaba apoyada en mi hombro.
Gire a ver  a Yeol y se encontraba viendo hacia la ventana, me moví un poco para sacar el teléfono de mi bolsillo pero al hacerlo desperté un poco a Nam, por suerte no lo desperté totalmente, se volví a acomodar en el asiento.
Le iba a mandar un mensaje a Yeol pero un movimiento brusco de autobús hizo que la cabeza de Nam casi golpeara el vidrio, tuve que sostenerlo con mi mano y estas vez se despertó.
Volteó a verme con expresión confundida. Mi rostro estaba muy cerca del suyo y nuestras miradas se encontraron por un momento. Me sentí incómodo y me separé de él inmediatamente y miré hacia el frente sin saber cómo actuar. Con el rabillo del ojo derecho pude darme cuenta que Nam bajaba el rostro, mirando sus piernas y, ¿Acaso tenía un sonrojo en sus mejillas? Supongo que ha de ser por el calor. Durante la mayor parte del camino ha estado con los rayos del sol en la cara.

—Casi te golpeas la cabeza— rompí el silencio

El no contestó, en cambio sólo suspiro, lo mire y está vez volteó a mi

—Gracias— me dedico una sonrisa

Me limité a sonreírle, el se volteó y ahora veía a través del vidrio, sólo fueron unos pocos minutos en los que por fin había llegado al lugar. El autobús se estacionó y todos comenzaron a bajar, el lugar era parecido a un bosque, todo estaba rodeado de árboles y había varias cabañas de diferentes tamaños, una eran muy pequeñas y otras eran grandes.

—Atención— comenzó a hablar el maestro, pero mi atención la tenía Yeol que se encontraba en frente de mi, mientras el maestro seguía diciendo que haríamos cada uno de los días, saque mi teléfono para ver si Yeol me había mandado ningún mensaje, pero no.
Suspiré y seguí poniendo atención al maestro, el cual ya estaba comenzando a decirnos cuál sería nuestra respectiva cabaña, por suerte me tocó estar con Yeol y su respectiva pareja.

Era una cabaña un tanto grande por fuera. Abrimos la puerta y entraron Yeol y Gyu para después entrar nosotros. A primera vista parecía una cabaña sencilla sin muchos adornos, recién entramos vimos que únicamente contaba con dos sillones, uno doble y otro triple, y una mesa rectangular con cuatro sillas  un poco más al fondo. Pude notar otra puerta al otro lado de la entrada, fuí hacia ella y descubrí que era el baño. Era pequeño, tenía una ducha con solo cortinas para taparla, un inodoro, un lavamanos y un botiquín de primeros auxilios que sólo contenía una botella de alcohol con menos de la mitad de su contenido y un poco de algodón.

—Esto no está tan mal— escuché la voz de Gyu sonar detrás mío. Salí del baño y ví que estaba olfateando el aire— huele un poco a rancio, supongo que la cabaña lleva tiempo sin utilizarse— era cierto, la cabaña tenía un olor extraño a rancio que había pasado totalmente por alto

—Miren aquí hay dos habitaciones—comento Nam —¿Cual quieres elegir MyungSoo?

—La que tu quieras está bien

Nam entro a una de los dos habitaciones y dejo sus cosas, de igual forma entre a dejar la mía, está consistía en una cama y un pequeño ropero, así como un buró.

En seguida salio Nam y después salí

—Voy a ver cómo está afuera, aún nos queda tiempo antes que inicien las actividades, ¿Quieres ir a comprar algo?

—No, yo me quedo aquí

—Yo voy contigo—dijo Gyu

Ví que ambos salieron de la cabaña y Yeol entro a la cual seria su habitación, así que lo seguí.

—¿Que tienes?— pregunté

—No es nada

—No me mientras

—Que no es nada

Lo ví molesto, y ví como se daba la media vuelta, llegue a él y lo abrace por la espalda —Se que algo te pasa y está bien si no me quieres decir—
Hice que se diera la media vuelta y lo ví directo a los ojos —sabes que te quiero mucho y cualquier cosa puedes decirme —baje mis manos hasta que llegaron a su cintura, me acerqué poco a poco a él y lo bese, no tardó mucho en corresponde, con sus manos rodeo mi cuello, seguimos así hasta que escuchamos el ruido de la puerta abriese.