Junio 1, 2019.
Madison.Llegué a la casa de mis abuelos.
La casa en la que viví por 17 años, y la cual dejé a esa temprana edad porque de todos modos, la casa siempre estaba sola.Y así, a los 17 años me mudé a Los Ángeles a vivir sola y comencé una vida de fiestas, alcohol, relaciones de una noche e incluso drogas.
Eso hasta que tenía 20.Regresando a la actualidad, saqué el gigante llavero de mi bolso y busqué la llave indicada para abrir. No tardé mucho en encontrarla y entrar a la casa.
Caminé por el pasillo oscuro hasta llegar a la sala y encontrar los apagadores de la luz. Una ola de diferentes sentimientos me recorrió al ver que todo estaba tal y como era hace 5 años.
No sabía si era lo correcto estar aquí. Le había llamado a mi abuela para decirle que llegaría, pero no sé si sea correcto regresar al lugar en donde tantas heridas se crearon, y que las que ya tenía tuve que curarlas por mi misma; con mi trabajo, mi esfuerzo, y mi propia fortaleza.Nadie tenía tiempo para mi, así que tuve que hacer tiempo para mi misma. Nadie me cuidó nunca, y me costó 20 años aprenderlo, pero al final aprendí a cuidarme a mi misma. He hecho todo en mi vida por mi misma, y ahora que pienso en ello, creo que debería estar muy orgullosa. He salido adelante con lo que estaba a mi alcance: Nada.
No tenía posibilidades cuando era pequeña, pues lamentablemente nací sin familia. Nací sin mi padre, y mi madre se fue poco después. Debido a que mis padres solo fueron novios y jamás se casaron, no tengo hermanos. Mi madre fue hija única, y no sé nada de mi padre, por lo tanto tampoco tengo tíos ni primos.Para mis abuelos yo siempre fui como un encargo. Mi madre me dejó encargada con ellos, pero la dificultad fue que ella nunca volvió. Entonces yo, ese "encargo", me volví permanente. Me quedé en la vida de mis abuelos porque no tenía a nadie más.
Y les agradezco mucho que me hayan cuidado. No sé qué hubiera hecho si no fuera por ellos, pues hicieron lo que pudieron por mi. No me dieron amor ni tampoco atención, y lo entiendo, pues ellos ya habían criado a una hija y jamás planearon criar a otra. No fue su culpa que yo naciera.Esta casa me trae malos recuerdos. Recuerdos de cuando mi vida era aún peor de lo que es ahora. Por un tiempo fui muy popular en la escuela, probablemente fue porque soy bonita, pero llegó un momento en donde todos se aburrieron de mi y comenzaron a tratarme mal. Incluso recuerdo los horribles apodos que me decían, como por ejemplo "Maddie la huérfana".
Sacudí mi cabeza como si eso fuera a sacar físicamente los recuerdos de ella. Así que decidí ir a un lugar en donde habían recuerdos más bonitos. Subí a mi antigua habitación.
Abrí la puerta lentamente, y de la misma manera encendí la luz; todo estaba como yo lo recordaba. Todo era de color lavanda, mi color favorito en la adolescencia. Todo estaba como yo lo había dejado: Los álbumes de todos mis artistas favoritos, mis pósters, los libros que leí en la secundaria. La caja donde guardaba las cartas que me daban mis amigos, mis peluches e incluso mi cama estaba hecha.
Pero había algo que me importaba más que todas esas cosas. Corrí al closet y lo abrí. "¡Oh por Dios, está aquí!" Dije en voz alta.Saqué de él mi stand de karaoke.
Oh por Dios, mi stand de karaoke. Me parece que esta es la posesión más preciada y con más valor sentimental que poseo.
Este es el aparato con el que toda la magia comenzó. En donde desde los 12 años, solía cantar canciones de Adele, Rihanna, One Direction, todos mi más grandes ídolos musicales.
Fue aquí en donde mi amor por la música nació y creció.Pocas lágrimas salieron de mis ojos al recordar los días en donde frente al espejo, soñaba con cantar en los escenarios más grandes del país, y al darme cuenta de que lo he logrado, no solo en mi país sino también en los escenarios más grandes e importantes del mundo.
Entonces me di cuenta de qué tan lejos he llegado.
Cuántas veces he caído, y todas ellas me he levantado, incluso cuando estoy por mi cuenta.
Y caí en cuenta de que esto no iba a terminar aquí, tenía que seguir trabajando y luchar para llegar aún más lejos. Tenía que continuar los planes de esta niña pequeña, la que creció sola, pero con muchos sueños y esperanzas en un futuro exitoso. Esta niña que aún vive dentro de mi se merece que la enorgullezca. No llegué hasta aquí para solo llegar hasta aquí.Por este tipo de cosas, es bueno regresar a donde creciste y estar consciente de dónde vienes. Son buenas las memorias de lo que esperabas alcanzar y los recordatorios de lo que aún no has cumplido.
Saber de dónde vienes te recuerda hacia dónde vas.A pesar de tener todo esto claro, también me quedó claro que no iba quedarme con mis abuelos por mucho tiempo.
Solo dos días, y me iré a Los Ángeles de nuevo. Necesito mi estudio, necesito mi apartamento.
Me pondré a trabajar de una vez por todas. Mi corazón está roto, y debo aprovecharlo, pues cualquier compositor sabe que de un corazón roto sale la mejor música.
Las mejores letras, las mejores composiciones salieron de un corazón roto que se volvió arte, y a partir de ese arte, fue sanado.Tomé mi preciada libreta de nuevo, y continué lo que había estado escribiendo desde el aeropuerto de Seúl.
Después de bastante tiempo escribiendo, arreglando y acomodando, el resultado fue algo así."Pañuelos sucios, problemas de confianza
Copas en el lavabo, no pudieron arreglarte.
Almohadas solitarias en la cama de un extraño
Pequeñas voces en mi cabeza.Mantén el secreto, por favor, detén el sangrado
Perdí un poco de peso porque no estaba comiendo
Todas las almas a las que no puedo escuchar, ellas dicen la verdadAmarte era joven, salvaje, y libre
Amarte era genial, caliente, y dulce
Amarte era luz de sol, estar sana y salva
Eras un lugar estable para dejar caer mis defensas
Pero amarte tuvo consecuenciasVacilando, una conversación incómoda
Siguiendo, pero con bajas expectativas
Cada señal que estaba ignorando,
Estoy pagando por ello.Amarte fue tonto, oscuro, y barato
Amarte todavía me seguirá doliendo mucho
Porque amarte fue luz de sol, sano y salvo
Pero perdí mucho más que mis sentidos
Porque amarte, tuvo consecuencias."[...]
Escuché el timbre sonar y en poco tiempo abrí la puerta.
-¡Noleen, cariño! -Me recibió mi abuela.
Tan solo mi abuela me llama por mi primer nombre. Ella me dió un abrazo muy grande apenas me vio tras la puerta, y de la misma manera, mi abuelo me abrazó, pero no dijo mucho. Solo sonrió de una manera amistosa, como el hombre de pocas palabras que es.
-Querida, te tengo esto. -Me entregó una bolsa con un contenedor de comida dentro. -Te lo traje del restaurante. Conociéndote, sé que no has comido. Anda, ve a comer que este es tu favorito.
-Gracias abuela.
Sonreí y así ellos me acompañaron al comedor, en donde comimos juntos.
Se sentía bien estar en casa. Pasaba como todos los días cuando era pequeña, mi abuela me traía la cena desde su propio restaurante y solo pasaba dos horas al día con ellos. Nos íbamos a dormir y después mi abuelo me dejaba en la escuela la mañana siguiente, yo volvía caminando a casa y no los volvía a ver hasta la noche.
Aunque eran pocas las horas al día que pasaba con ellos, lo valoraba bastante.Y por eso me quedaré pocos días y después regresaré finalmente Los Ángeles, pues extraño producir y tengo muchísimos sentimientos que están esperando ser plasmados en un nuevo álbum.
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𝑆𝑤𝑒𝑒𝑡𝑒𝑛𝑒𝑟; ᴋɴᴊ [𝘦𝘥𝘪𝘵𝘢𝘯𝘥𝘰]
Teen FictionAsí que solo me quedaba recostarme en su pecho a escuchar el latido de su corazón, esperando a que éste algún día llamara mi nombre. Esperando que Namjoon sintiera su corazón resplandecer por mí como el mío lo hace cada vez que estamos cerca. Pregun...