XII. Falam Medius

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Tengo que aceptar que han sido muy amables con nosotros, se ha encargado personalmente de llevarnos a cada uno de nosotros a nuestras habitaciones y que estuviéramos cómodos en estas. Lo que si que es un por extraño es el echo de que la princesa Roleia ha insistido en darnos un paseo por pueblo. Y eso que al principio nos habíamos negado, pero bueno al fin y al cabo hasta que mi padre no me diga que se supone que debo hacer aquí, no tengo trabajo.

Así que he dejado a los muchachos en el palacio y he ido con la princesa, dentro de un vehículo muy extraño a sobre volar su País. Y una cosa aún más extraña es que un pequeño animal medio elfo medio zorro volador me sigue a todas partes, como queriendo explicar algo. Pero es que no se que dice solo emite pequeños gruñidos.

-¿Que te parece? -Inquiere la chica sonriéndome, bueno chica chica no. Se que tiene características humanas pero es una extraterrestre. Su piel es tan blanca como la nieve, adorado con pelo lila oscuro, en donde siempre lleva una corona un tanto extraña, junto a sus orejas de elfo la hacen ver como una niña pequeña. Y en cierta forma lo es ya que a mi parecer sigue siendo demasiado inmadura como para gobernar un planeta. Pero no soy quien para juzgar -Es el planeta más floreciente de toda la galaxia.

Y en cierta forma es irónico, ya que están a punto de ser tragados por un agujero negro. Observo a todos lados, viendo a la gente caminar de un lado a otro como si tuviera prisa, pero des de aquí arriba solo se asemejan a pequeñas hormigas.

Y justo nos ven bajar con la extraña nave esta, y abrir las puertas empiezan a sonreír, parándose en sus sitio y a alabar a Roleia, okay esto es muy extraño. Muy extraño, sin duda aquí está pasando algo muy raro, y mira que solo llevo una día aquí. ¿Como no puede notarlo esta?

-¿No te parece que soy realmente popular Carina Lawrence? -Me dice con algo de prepotencia, volviéndose girar hacia su pueblo sonriéndoles como nunca.

-Bueno, si -Musito, sin saber muy bien que contestarle, sin duda tiene un ego más grande que yo.

Mis ojos vagan por todas las personas que os observan, y Roleia me imita, divisando así un pobre niño que está llorando -Globulus, haz que deje de llorar- Le ordena a su mayordomo, y este la mira con preocupación.

-Me temo que esa no es mi especialidad -Se excusa, y ante estos dos inútiles me dirijo  bajar de la nave ante la atenta mirada de todos, enserio, debería dejar de meterme en tantos líos, con lo feliz que seria yo comiendo un tonto trozo de pizza.

Voy hacia el chico -Hola, me llamo Carina- Deja de llorar por un instante hipando mientras me mira de arriba a abajo -¿Quieres que busquemos a tu madre?

Este asiente, dejando de llorar por fin, tomándome la mano. Pero al instante llega una señora, que bueno supongo que es su madre ya que lo abraza con fervor. Y como no me queda nada más que hacer subo a la nave, colocándome otra vez al lado de Roleia, intentando evitar su mirada de incredulidad.

-Muchas gracias mi emperatriz, se lo agradezco mucho. Siento que el descuido momentáneo de guardar a mi hijo le haya causado molestias, os pido disculpas -Musita, sonriendo, pero su tono de voz suena triste y apagado, como si tuviera miedo de las consecuencias.

-¡Por supuesto que se las habéis causado! -Aparece una anciana detrás de mi, chillando como histérica, la cual cosa me moleta bastante la verdad- Has echo que la Reina Roleia malgaste una enorme cantidad de su valioso tiempo.

-Por favor perdone -Veo como dicha mujer se arrodilla en el suelo, sosteniendo el pequeño niño entre sus manos.

-¡Deja de decir tonterías!  -La corta la muchacha a mi lado, sorprendiéndome gratamente- No lo considero una perdida de tiempo, amo a todo mi pueblo! -Sonríe- Y por supuesto quiero que todos podas sonreír a lo que amáis, me alegra ver que os habeos reencontrado sanos y salvos. ¡Me hace muy feliz!

Distancia [Victor Blade]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora