Luego de que su madrina le dijera que no era Sol Benson y abandonarla, Ámbar intenta ser fuerte y regresar a casa para enfrentar todos sus problemas, pero ¿podrá?
puse mi plan en marcha, era el momento de hacerlo y no había vuelta atrás.
Me saqué el vestido blanco y me puse lo primero que encontré (un short de jean con una remera algo ancha de color blanco) pero era en vano, me reconocerian de cualquier modo y yo no quiero eso. Encontré entre mi armario muchos disfraces y entre ellas pelucas, muchas, agarré la que jamás en mi vida me hubiese puesto, una negra.
(algo así)
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Guardé toda la plata que tenía ahorrada en una mochila y todos mis papeles, como quedaba lugar puse un poco de ropa ahí, obvio solo lo necesario.
Estaba a punto de salir de la habitación, pero primero busco una campera porque hace frío y es de noche, mientras me lo ponía mis ojos van directo al cuadro de en frente, en el que estaba la foto de Lili Y Bernie, quité la vista de ahí y me giré segura para ya irme.
A quién engaño, todavía los quiero - dije y me volví al lugar para agarrarlo y guardarlo en mi mochila.
Bajé las escaleras, estaban todos bailando y eso es una ventaja para mí. Fui a la puerta trasera de la cocina ya que la principal era muy vistoza, caminé hasta llegar a la puerta y un chico me interrumpió.
que hace una chica tan linda solita en la fiesta - ..
con permiso tengo que irme - respondí esquivandolo
pero si la fiesta recién comienza, me llamo Matías y vení conmigo que seguramente la vas a pasar muy bien - agarrandome un poco fuerte de la mano
primero: soltame, segundo: yo no te pregunte tu nombre, y tercero y ultimo: te dije que tengo que irme así que mejor correte que no me dejas salir - dije un poco enojada porque estaba estorbando mi camino.
lindo carácter que tenés, me gustan las chicas rudas-
rodé los ojos, me giré y por fin pude salír de esa casa.
Mi instinto dijo que mire una vez más la casa y ese fue mi mayor error.
Miré por ultima vez y mis ojos bajaron a la ventana que daba con imagen de Luna y Simón bailando juntos, muy juntos la verdad y se los notaba felices, pero además se notaba esa chispa, esa conexión y no sólo provenía de uno, sino de los dos.
Agaché la mirada y cuando la subo ellos se estaban besando.
Siento mis lágrimas caer sin control, era real, mis ojos we nublaron y me sentía incapaz de moverme. Miré la escena completa, terminaron de besarse y se abrazaron, y era todo, al final ella se quedó con todo.
Tomé fuerzas de donde no tenía y comencé a correr sin rumbo, pero lejos de esto. Estaba harta de que siempre me duela el corazón, estaba harta de todos y de mí.
Llegué a la avenida y paré un taxi, quería irme lo más lejos posible y Buenos Aires era muy grande, pero a la vez muy pequeño. Suspiré cansada y sin duda la mejor opción era irme muy lejos, a otro país.
