Capitulo ocho

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Estaba en la peluquería cortándome un poco el pelo y cambiándome el color. Helena estaba a mi lado con los brazos cruzados mientras le contaba lo que había ocurrido en el hospital. Ella me había dicho que Justin aún me quería. Cuando le dije lo de la pulsera, puso el grito en el cielo.

- ¿Cómo se te ocurre hacer eso? Es como si te estuvieras rindiendo.

- Quizás lo estoy haciendo. Estoy cansada de echarlo de menos, de llorar por él, y de ver que es feliz sin mi.

- No creo que Justin sea feliz sin ti.         

- Lo es, ni siquiera me dio una segunda oportunidad, directamente se fue a por otra.

Helena suspiró. - ¿Pasas de página?

- Supongo, ¿Qué puedo hacer yo si no me deja entrar en él? Esa chica está en todas partes - bufé realmente molesta. - Quizás es hora de dejarlo marchar - hice una mueca.

No quería hacer eso, quería de vuelta a Justin. Costara lo que costara, pero no podía hacer nada. Justin me había dejado claro que dejara de acosarlo.

- ¿Y si Justin vuelve a ti? ¿Seguirás escribiendo tu historia por tu cuenta o volverás atrás para regresar con él?

- Volveré atrás. - dije sin pensármelo. - Pero he aceptado ir con James a jugar a los bolos esta tarde.

- ¿El hermano de Ansel? - asentí. - ¿Te gusta el hermano de Ansel?

- ¿A ti no?

- Me gusta más mi marido, pero tengo que confesar que tengo un cuñado irresistible. -sonreí. Y tanto.

Me puse unos jeans, una camiseta y mis converses y bajé, cogiendo mi bolso antes de salir y despidiéndome de mi abuela.

Salí y puse mis gafas de sol en el pelo. James estaba apoyado en su BMW negro. Sonrió al verme y le devolví la sonrisa. Llevaba una camiseta de mangas cortas negra y unos jeans. Sus gafas de sol tapaban sus ojos grises y su barba lo hacia verse realmente sexy e interesante.

Dejé, o mejor dicho, intenté que no se me notara que estaba nerviosa. Me acerqué a él y besamos nuestras mejillas.

- ¿Preparada? - asentí.

Durante el camino hablamos sobre los gustos musicales, él era más country, y quizás yo era más pop. Ambos amábamos las películas de terror y las de acción.

Aparcó y salimos del coche camino a la bolera. Las pistas estaban oscuras y dimos nuestros nombres. - Empieza tú - me sonrió de lado y casi pude morir cuando vi su sonrisa.

Metí los dedos en la bola y la cogí en peso. Me puse frente a la pista, corrí un poco cogiendo impulso y solté la bola.

Levanté mis brazos cuando vi todo los bolos caer. James sonrió y cogió otra bola. - Empiezas bien, muy bien - susurró cuando pasó por mi lado.

No me lo pasaba tan bien desde... ni siquiera me acordaba. Él iba ganando, no podía permitir que me ganara, si ganaba él, tendría que aceptar una cena, eso ya era demasiado formal para mí. - Intenta superarme - me dio una bola y nuestros dedos se rozaron. Lo miré desafiante mientras sonreía y el me devolvió la sonrisa.

Cuando fui a tirar mis zapatos resbalaron y caí de culo en la pista. Escuché una carcajada proveniente de James mientras que sentía el dolor de la caída en mi trasero. La bola se había ido a otra pista y James la recogió poniéndola en su lugar. Se acercó a mí y cogió mis manos para ayudar a levantarme.

- ¿Estás bien? - me dejé levantar y él rodeó mi cintura con su brazo, acercándome a él. Nuestros rostros estaban a centímetros y podía sentir su aliento. Miré sus ojos grises, que ahora estaban un poco más oscuros. Mis manos estaban en sus antebrazos, sintiendo sus músculos. Miré sus labios entre abiertos y juntó sus labios con los míos lentamente.

One last timeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora