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Te vi en invierno donde el sol se escondía detrás de el esponjoso aire que predominaba en el cielo.

Te conocían  como un bicho raro, pero yo solo podía mirar a él hombre que admiraba y reconocía  como el ser más hermoso de todos.

Se que nunca convivías con amigos, pero no entendía por qué, si siempre tuviste los valores que se necesitaban en un amigo fiel.

Normalmente vestias con ropa oscura, la infaltable camisa negra y el preciado jean de cuero. Tu cara era muy perfilada, constaba de una nariz predominante, ojos grandes con unas pestañas increíblemente largas, una de tus cejas llevaba una barra de metal mientras tus rosados y voluminosos labios traían consigo una argolla de plata y tu natural cabellera se mantenía negra.

Escribía constantemente tus iniciales en la parte trasera de mi cuaderno, tu nombre predominaba en este, se repetían esas hermosas letras varias veces.

La primera vez que hablé contigo no te agradé, estaba nervioso, mi corazón latia euforicamente del solo mirarte. Yo dirigía mi vista hacia ti con amor mientras tu con disgusto.

El día que supiste mi nombre no te sorprendiste al fin y al cabo era un chico ordinario. No era llamativo, mi cabello liso de color amarillo; no tenía atributos voluminosos por lo que usaba ropa holgada y mi estatura era increíblemente baja. Al contrario de ti mi cara era redonda, constaba de lentes en mis pequeños y cafés ojos, también dejas predominantes, labios rosados con forma de corazón y mi nariz era relativamente normal.

Fue hasta ese día que te pico el mosquito de la curiosidad. Te sentaste a mi lado y aunque no hablaste el solo tenerte ahí se sentía correcto.

Al parecer te gusté, porque al día siguiente te acercaste con las mejillas sonrojadas y me pediste salir,yo gustosamente acepté.

Mi pulso se aceleró la primera vez que tomaste mi mano. Era muy tímido por lo que sudé, tu no te molestarte, al contrario, ma agárraste mas fuerte al ver que te quería soltar.

Nuestro primer beso fue inusual, tu y yo nunca fuimos cliché, nuestra relación rompía todas las barreras, por lo que no fue extraño ver todas las miradas dirigidas a nosotros llenas de sorpresa al día que llegamos juntos.

Ya no eres un bicho, ya no afecta a nadie, ahora solo irradias luz hacia los demás, eres una persona colaboradora y alegre. Ya no hay dia que no vea una sonrisa en tu hermoso rostro.

Hace mucho me dijiste "Te amo" y me di cuenta de que el amor que tienes hacia mi era increíblemente grande, el cual nunca llegue a pensar que podía ser realidad.

Tu me cambiaste y yo te cambié.

De un bicho a un hombre magnífico y de un chico ordinario a uno extraordinario. Gracias Jeon Jungkook por enseñarme a ser la persona que soy, estaré eternamente agradecido.

Y hoy que estamos parados en el altar solo diré "acepto casarme contigo".

CreepDonde viven las historias. Descúbrelo ahora