National Anthem (fanfic USUK, Hetalia)

National Anthem

Antes que nada, quiero volver a aclarar que la historia NO ES MÍA. Yo simplemente la he traducido al español.

Aquí os dejo la original:

https://www.fanfiction.net/s/10047761/1/Hetalia-National-Anthem

También tengo que decir que esta fanfic está basada en un vídeo (que dejo por aquí) así que si lo podéis ver, mejor. ^^

¡Espero que os guste!

¡Beep! ¡Beep! ¡Beep! La alarma sonó de forma ruidosa a las siete de la mañana.

Alfred Jones gruñó molesto por la mezcla de 'Oh... ¿Me tengo que levantar?' y 'Huh... es hora de hacer la tarea imposible, sacar a los niños de la cama.', paró la molesta alarma y volvió a gruñir, sentándose en la cama.

Al lado de Alfred, en la cama, estaba estirado el cuerpo de su marido, Arthur Kirkland. Con cuidado de no despertar al hombre dormido alargó su brazo hasta coger las gafas que estaban en la mesita de noche. Se las colocó y se percató de que estaban sucias de huellas dactilares. Alfred suspiró pesadamente, figurandose que los niños, Jules y Kym, debieron cogerlas para jugar el día anterior. Se las quitó y las intentó limpiar con su camiseta, poniéndoselas nuevamente.

Alfred colocó una mano en el hombro de su marido y lo balanceó, no de manera violenta por supuesto, pero lo justo para que despertara.

—Hey, Arthur, tenemos que preparar a los niños para ir a la escuela. ¿Quieres levantarte de una vez?

Arthur gruñó.

—Solo me levantaré si sacas a Kym de su cama.

—¿Qué? Oh tío, no es justo. La desperté ayer.

Alfred se encogió de hombros y pensó en despertar a su hija de ocho años, otra vez. Ella odiaba que la despertasen por la mañana. Prefería despertarse a su tiempo, sin nadie que la avisara, a diferencia de su hermano de diez años, Jules, que adoraba que sus padres lo despertaran.

Arthur sonrió.

—En serio, yo no la voy a despertar.—Se incorporó.—Ahora, si me lo permites, tengo que ir al baño.—Sacó sus piernas fuera de la cama y se levantó, saliendo de la habitación.

Alfred suspiró y se levantó, pero en lugar de ir sin entusiasmo hacia baño como Arthur hizo, bajó las escaleras hasta la habitación de Kym, y abrió la puerta.

Ella estaba profundamente dormida en su cama, su largo y rubio pelo estaba envuelto en su pálido cuello y en algunas partes de su cara. Las mantas estaban enredadas en su cintura y sus piernas, como si fueran serpientes de color rosa.

Alfred sonrió al ver el cuerpo pacífico de Kym. En ese momento, era como si no fuera a tener una terrorífica rabieta segundos después de que Alfred la despertara. Pero, él sabía que eso pasaría en unos segundos. Lentamente, se acercó hacia su cama, se puso de rodillas y gritó:

—¡Kym! ¡Kym! ¡Kym! ¡Kym! ¡Despierta! ¡Despierta! ¡Despierta! ¡Despierta! ¡Tercer grado no va a esperar por ti!

—¡Tal vez este es el porqué ella es tan malhumorada por las mañanas!-Arthur gritó desde el baño, con la distancia de tres habitaciones por el medio.—¡A mi tampoco me gustaría que un imbécil loco me gritara por la mañana!—Tiró de la cadena.

—¡Papá! ¡Para! ¡Quiero volver a dormir, tercer grado puede esperar!

Alfred sonrió y empezó a hacerle cosquillas.