¿Qué le dijo un pato a otro pato?
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Se me hacía hostigante el respirar, el aire que inhalaba era caliente y había algo que me hacía cosquillas en el rostro.
Desperté sin saber qué diablos era lo que picaba contra mi piel. Al abrir los ojos la sensación no pudo haber sido más jodidamente placentera.
Mi nariz estaba enterrada en la nuca de Emma, su cabello repartido entre mi rostro y la almohada mientras su cuerpo seguía acoplado al mío. Lo único que lograba pensar era – Ella está aquí, conmigo. AQUÍ. –
Se revolvió un poco contra mi cuerpo, haciendo que me quedara estático sin ninguna intención de despertarla. Respiraba tranquilamente y sí pudiera verla de frente estoy jodidamente seguro que estaría haciendo pequeñas muecas como solía hacerlo antes.
Esta aquí, mi mujer está aquí.
Besé su cabello y la solté con cuidado, cubriéndola bien antes de salir de la cama. El sol se reflejaba entre los vidrios y la brisa mañanera se colaba por las ventanas.
Creo que era la primera vez en mi vida que, de hecho, no me ponía de mal humor el despertar.
Me levanté viendo todo a mi alrededor… la habitación se veía… vacía. Jodidamente vacía. Quizá no debí llevarme todas mis cosas cuando viajé a UK. Y es que, demonios, ni siquiera yo pensé que iba a volver… menos que iba a lograr tener a Emma de vuelta.
Luego de unos minutos de pasarme solo mirando alrededor y a la hermosa chica en mi cama, fui a preparar el baño, una ducha caliente no vendría para nada mal. Entré rápidamente al baño, y aproveche el tiempo estando ahí. Sí hasta me di el lujo de quedarme un rato solo para dejar correr el agua por mi cuerpo.
El tatuaje más reciente sobre mi piel sin duda destacaba sobre los otros. Perfectamente ubicado a un costado de mi costilla. Con aún alguna evidencia poca de que había sido hecho hace unos días.
Luego de que el agua comenzara a enfriarse gracias al tiempo que pase dentro, salí de la ducha envolviendo la parte posterior de mi cuerpo con una toalla gris. Intenté secarme un poco antes de salir del espacio consumido en vapor.
Con el cabello estilando salí a la habitación. Dejando huellas de agua a medida que caminaba.
Pero lo que vi en la habitación de seguro no era lo que esperaba… nada. Había nada en la habitación. Ella no estaba.
Las sabanas estaban revueltas pero sin ella ahí. Me sentí aun peor cuando distinguí mi camiseta sobre la cama, la camiseta que ella estaba usando.
Camine hasta la sala de estar con el agua aun cayendo por mi cuerpo. ¿Dónde demonios estaba?
Llamé su nombre una, dos, tres veces, y nada. No quería rendirme tan fácil. Ella no podía hacerme eso, no mi Emma.
Comencé a pasar mis manos por mi cabello, porque no sabía que mierda más hacer.
¿Por qué iba a irse sin decir nada? ¿Por qué después de haberme dejado que le hiciera el amor? ¿Por qué mierda dolía?
Estaba enojado, frustrado, jodido.
Me apresuré en cambiarme ropa a la misma que llevaba el día anterior, puesto que no tenía mis maletas ni nada a la mano.
Quizá fue a trabaja. Joder, era la primera vez que esperaba que, de hecho, estuviera en su trabajo. Sí no, se me acababan las opciones.
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Oblivion ✖️ Zayn Malik ✖️Terminada.
Fanfic"- Me llamo Emma.- Él inclino la cabeza y no dijo nada. - ¿No me dirás tu nombre? - Pregunté. Se río de una manera soberbia. - Zayn...Malik. - - ¿Zayn? Nunca había escuchado ese nombre.- Espere que mi tono sonara indiferente. Sonrió de nuevo,pon...