No puedo más

1.3K 52 8
                                    

1028 palabras, disfrutad.

CAPITULO 5

P.O.V Natalia

Segundo día de entrenamiento. Hoy dedicamos toda la mañana al físico y, sin duda, fue unos de los peores ratos que he pasado en mi vida, exagerando, claro. Este verano no me he preocupado tanto por mi forma y hoy se ha notado.

Apenas tocamos un poco el balón, salvo por el último ejercicio que consistía en levantar un balón medicinal con las piernas mientras que estabas tumbada. Todo el tiempo restante estuvimos corriendo o haciendo abdominales o flexiones en unas pequeñas alfombrillas que estaban situadas en círculo, alrededor del entrenador.

Cuando acabé de ducharme en los vestuarios, al acabar el entrenamiento, me llegó una notificación a mi móvil. No podía creer lo que estaba leyendo: mis dos mejores amigos, Damion y Famous, habían cogido un tren hacia Barcelona para darme una sorpresa y solo le quedaban unos minutos para llegar a la estación de metro. En cuanto acabé de leer el mensaje, cogí el coche y salí corriendo hacia allí.

Damion y Famous eran mis amigos desde la infancia. Con el paso del tiempo se fueron convirtiendo en mis mejores amigos pero, al haber fichado por este equipo, tuve que mudarme y dejarlos allí en Plamplona, aunque hablábamos todos los día por instagram o por videollamada.

Al bajarme del coche me encontré con ellos que me estaban esperando con una gran sonrisa cada uno. Enseguida fui corriendo hacia ellos y nos fundimos en un abrazo los tres.

-Dios Natalia, cuanto tiempo- Me dijo primero Damion con su particular acento. Él vino a España desde los cinco años desde Alemania. Es un chico moreno y alto. Normalmente es muy tranquilo y un amor de persona.

-Ay Dios. Es Natalia Lacunza. No me lo puedo creer. Fírmame el pecho porfavor- Siguió Famous con bastante ironia, lo que me hizo soltar una carcajada. Él era bastante alto también, y negro, para mí, el negro más guapo del mundo. Su personalidad era bastante parecida a la de Damion, tranquilo y buena gente.

-De verdad, no sabéis cuánto tiempo he estado pensando en vosotros. Hoy saldremos para celebrarlo, ¿No?- Les dije mientras intentaba asimilar todo lo que estaba ocurriendo.

-Sí, pero antes nos tenemos que poner al día, que hace mucho que no nos vemos- Me advirtió Damion, y llevaba razón, hacía mucho tiempo que no nos veíamos y debíamos hablar de todo lo que había cambiado mi vida.

-Pues claro, pero ¿vosotros dónde os vais a quedar a dormir?-

-Hemos reservado un hotel para una noche, mañana por la mañana nos vamos- Me dijo Famous señalando la única mochila que se había traído.

-Pues entonces os llevo hasta vuestro hotel. Vosotros me decís donde está- Les dije mientras íbamos hacia mi coche.

-Vale. Hotel no pilla muy lejos de aquí- Comentó Damion mientras se sentaba en el asiento del copiloto.

-Pues vamos- Era cierto que el hotel estaba muy cerca. En cuanto dejaron sus mochilas fuimos a mi casa.

Tras ponernos al día, nos dimos cuenta que ya había anochecido y decidimos ir de fiesta a alguna discoteca cercana.

Entramos a una discoteca que, aunque no fuera muy grande, tenía un ambiente increíble. Había bastante gente bailando, la música era muy buena y, lo que más me gustó, toda la sala estaba iluminada por unas luces de neon azules oscuras y rosas.

Lo primero que hicimos fue pillar una mesa para poder sentarnos y beber a gusto. Al rato decidimos ir a la pista de baile a bailar como toda la gente que había allí.

De un momento a otro se pusieron Famous y Damion a perrear juntos y consiguieron convertirse en el centro de atención de toda la discoteca. Yo simplemente me dediqué a mirarlos y a reírme muchísimo, he de decir que ya llevaba unos cubatas de más y puede que me afectaran bastante.

Sentí unas manos rodearme la cintura y cuando me giré me encontré a un chico un poco má bajo que yo y con una gran melena rizada. Además tenía los ojos marrones y un poco de barba.

-¿Te apetece bailar conmigo?- Me preguntó con un intento de arrogancia.

La verdad es que el chaval no me parecía gran cosa, pero me daba pena decirle que no. Por un baile no creo que vaya a pasar nada

El despertador de mi móvil sonó. En cuanto abrí los ojos me encontré en una habitación que no era la mía. Al girar ligeramente mi cuerpo hacia la izquierda me encontré con el mismo chico de esa noche y además estábamos desnudos.

Él, gracias a mis movimientos, se despertó también y me preguntó:

-¿Cómo has dormido?- Otra vez esa sonrisa de orgullo.

-Pues para serte sincera, ni lo sé. Así que me voy de aquí- Le contesté mientras cogía mi ropa y me vestía. A continuación me dirigí hacia la puerta de su casa para salir de allí.

-Espera. ¿No quieres que te invite aunque sea a desayunar?- Me frenó antes de abriera la puerta.

-No, gracias- Y seguidamente salí de mi puerta y cogí un uber para volver a mi casa.

En cuanto me senté en el sillón de mi salón, llamé a Famous para que me explicara todo lo que pasó a noche.

*Llamada tefónica*

-Hola Natalia-

-Hey Damion, ¿dónde está Famous?-

-Se está duchando, dentro de unas horas volvemos a Pamplona-

-Es verdad, yo os recojo y os llevo a la estación a la hora que me digáis, para poder despedirme-

-Perfecto, ¿eso era para lo que habías llamado?-

-No, ¿vosotros sabéis por qué me he despertado en la cama de un chaval que ni conozco?-

-Yo lo único que se es que, cuándo se hizo tarde, te dijimos de ir para casa y tu nos respondiste, mientras que bailabas con un pavo, que no nos preocupáramos y que ya te irías tu dentro de un rato.-

Ya lo entiendo todo, seguramente el alcohol me haya afectado y me haya tirado a un tío. Por desgracia no es la primera vez que me pasa.

-Joder. Bueno, muchas gracias Damion. Nos vemos en vuestro hotel-

-Hasta ahora-

*Fin de la llamada*

Como dije, fui a por mis dos amigos y a la hora de despedirnos, no pude evitar que se me saltara una lagrimilla que otra.

Al volver a casa, no tenía nada que hacer, así que me dispuse a seguir viendo la serie a la que Alba me había enganchado.

CampeonasWhere stories live. Discover now