Hogwarts

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Capítulo 2

Narra ________

El callejón Diagon, me encanta ir ahí, ver a todas las personas de aquí para allá y en especial a los chicos de primer año tan emocionados comprando sus útiles escolares para primer año.

En primera instancia fui a Flourish & Blotts a comprar los libros que necesitaba para las asignaturas del ciclo escolar, después con Madame Malkin a comprar la túnica como si fuera de primer año aunque entraría a cuarto, ¿Pero qué más podía hacer? Aún no tenía casa. Y ahora que lo pienso, me pone nerviosa tener que subir al taburete con los de primer año.

Todo era estupendo.

Después de un tiempo de comprar cosas los vi, visualice al trío de oro charlando muy animadamente. Había escuchado rumores sobre ellos, en el mundo mágico corren demasiado rápido, en especial de Potter y lo que habían hecho los pasados 3 años. Me acerqué como pude, con mamá detrás de mi era difícil ir a los lugares que yo quería. Viendo más de cerca me di cuenta de algo: los hermosos ojos verdes de Potter. ¡Por Merlín! ¡Había escuchado que este tipo era guapo, pero no tanto!

Fue un día agotador entre tanta gente en un callejón, si que era difícil. Quedé totalmente rendida y lo único que hice fue cenar antes de ir a dormir, mañana sería un nuevo y especial día.

Desperté temprano, unas 3 horas antes de salir para ir a la estación de King's Cross y cruzar la plataforma 9 y 3/4. Desayuné, me di una ducha caliente, me vestí y también preparé mis cosas, mi mamá me había ayudado con eso, ella era muy cuidadosa con todo y aunque no tuvieramos una buena relación le gustaba que yo fuera lo más perfecta posible.

—Hija, es hora de irnos — Mi madre, desde que estuvo el profesor Dumbledore en casa no me había mirado a los ojos y era mas fria de lo normal, aunque eso no me molestaba en lo absoluto.

—Si, madre — Dije secamente.

Cuando llegamos a King's Cross cruzamos una pared entre las plataformas 9 y 10. Había un gran tren color escarlata, el Expreso de Hogwarts. Dejamos mi baúl y me despedí de mi mamá, después de todo su mirada se veía algo triste, algo que no logro comprender del todo.

Subí al expreso buscando algún lugar vacío, cosa que no logré. Entré a un compartimento donde ya estaban sentados una chica pelirroja y otra rubia.

—¿Puedo? —Pregunté haciendo referencia a los asientos.

—Claro, adelante — Respondió la pelirroja — Por cierto, mi nombre es Ginny Weasley —

Estaba a punto de responder pero antes de que saliera algún sonido de mi boca habló la rubia.

—Yo soy Luna, Luna Lovegood —

—Un placer, mi nombre es _____ Burdock —

Ambas eran agradables, descubrí que el nombre de Ginny era Ginevra pero no le agradaba mucho y todos le decían Ginny, ella pertenece a la casa de Gryffindor. En cuanto a Luna era muy simpática y algo extraña, pertenece a la casa de Ravenclaw. Estuvimos hablando y ellas iban a cursar el tercer año, son un año más chicas que yo. Les conté que este sería mi primer año en Hogwarts pero empezaría en cuarto, decidí omitir la parte de mi antigua escuela.

Entonces Ginny comenzó a narrar lo acontecimientos de los años pasados a petición mía, su relación con el trío de oro era bastante estrecha. ¡Claro! Es hermana menor de Ron Weasley, ¡Weasley! ¿Como no pensé en ello? Al parecer ella estaba enamorada de Potter, y Luna... Luna sólo se de dedicaba a escuchar o por lo menos es lo que parecía, no me sorprendería que estuviera en... En la luna.

Un poco antes de llegar salí del compartimento para ir a vestirme con el uniforme, me despedí de Ginny y Luna y me fuí junto a los de primer año dirigidos por un hombre bastante robusto y con una gran enmarañada barba.

Nombraron uno a uno y al final... estaba yo. La profesora de sombrero puntiagudo, McGonagall, dijo mi nombre y yo subí al taburete. Me puso el sombrero seleccionador y esto causó un gran silencio en todo el comedor, me sentía tan incómoda y nerviosa, no es como si todos los días estuviera enfrente de cientos de alumnos y estos me miraran fijamente.

—Tu mente es tan interesante... Me pregunto en que casa estarías bien — ¡Por fin habló!

Esperen... ¿Interesante? Sólo termina ya.

—¿Por qué tan desesperada? Eres muy inquieta. Estarías bien en Gryffindor, si, por supuesto que si — Esa respuesta me agradó bastante. —¿Si? ¿Gryffindor?... ¡GRYFFINDOR! —

Aquella mesa, la de Gryffindor, estalló en aplausos. Bajé del taburete y caminé lo más rápido que pude a la mesa que me correspondía.

Caminos cruzados (Draco Malfoy x tú x Harry Potter) [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora