Casi Casadas - Albalia - Natalba - OT 2018

Casi E

Alba había ido a pasar unos días con la familia en Elche y hoy finalmente volvía.  Durante todos estos días Natalia y ella habían estado mandando mensajes todos los días por Telegram. Le encantaba no haber perdido el contacto y se daban hasta las buenas noches aunque no hablasen mucho ese día. Lo único positivo que veía Natalia en esa separación temporal era que Alba le mandaba audios susurrando y a ella se le volaban las bragas.

Natalia se sentía sola en el pisito de malasaña y no paraba de subir stories a su instagram con un corazón partido. Marta se había autoinvitado al pisito para hacerle compañía. Ya que estaban las dos juntas habían hecho algún que otro directo al que por supuesto Alba se había unido para comentarles algo. Quería preguntarles a ver si querían que les trajese algún dulce de Elche y por eso les dijo a ver qué querían comer cuando volviese a Madrid. A lo que Marta ni corta ni perezosa, contestó que  ella el chumi de María y Alba el de Natalia, qué vaya preguntas más obvias hacía. Esto provocó que a Natalia le diera un gay panic terrible con ataques de tos y casi se muere en el directo. Ni que se hubiera atragantado con un polvorón.

Por otro lado, Alba había aprovechado su estancia en Elche para pintar con música de la BSO de Amelie de fondo, visitar varias asociaciones en las que colaboraba y hablar con su familia. La verdad es que le vino muy bien para pensar en Natalia sin verla todos los días. La echaba de menos pero necesitaba pensar en su relación un rato a solas.

A la vuelta Natalia se había ofrecido ir a buscarla al aeropuerto pero no tenía sentido que pagase el taxi para eso. Tras llegar cogió un cabify que paró en la calle del pisito y bajo con su maleta que de la alegría decidió dar vueltas y vueltas sola ante las risas de Natalia y Marta que la miraban desde la ventana de arriba. 

Natalia bajó en ascensor para recibirla y al abrir las puertas allí estaba ella. La cogió por los aires en un abrazo y empezaron a girar hasta meterla en el ascensor, que empezó a subir de nuevo.

Natalia no paraba de abrazar y besar a Alba por toda la cara, bajando hasta su altura y dejándose la espalda en ello. Finalmente acabaron rozando sus cabezas como dos gatitas, solo les faltaba ronronear.

-No es por cortar el rollo pero ¿Y la maleta? ¿Ha decidido independizarse del país Albalia? - dijo Marta

Las pencas como siempre, seguían a lo suyo sin darse cuenta de que Marta estaba hablando así que ella, resignada. bajó de nuevo en busca de la maleta.

- ¿Estás llorando porque he vuelto?- preguntó Alba mientras le quitaba unas lágrimas de la cara a Natalia.

- No, que va, que va, es que hemos estado escuchando Ni una sola palabra y la voz de Paulina Rubio me ha emocionado.- dijo sonrojada la de Pamplona

- Anda bollodrama vamos adentro. - contestó la Reche.

Las pencas entraron al pisito y cerraron la puerta sin acordarse que Marta subía con la maleta.

- Albi cuéntame que tal el viaje y con la familia y todo - dijo Natalia sin soltar de la mano a Alba.

- Pues todo el mundo me preguntaba por la boda, que a ver de qué conocía a una modelo a ver si os iba a presentar... Vamos que estás más que invitada a Elche. - contestó la rubia.

Marta llamó al timbre y Natalia fue a abrirla. En su modo automático ya iba a responder que no había nadie hasta que vio la cara de pocos amigos de Marta.

- Pasa, pasa martuki. Gracias por subir la maleta. - dijo mientras le abría la puerta para que pasase bien con la maleta.

La de Pamplona cogió la maleta de Alba y la llevó a su cuarto. Porque extra se nace y no se hace.