Capítulo 5. Método Stark

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—Dijiste cosas como: soy el hechicero supremo y no puedo tener novio con un puesto menor a ese —dijo Tony Stark, sentado donde anteriormente se situaba Everett Ross. Frente a Doctor Strange quien igualmente se hallaba en el sofá—. Así que pensé que sus almas harían resonancia si tan solo tú te pones a su nivel.

—¿Me pides dejar las artes místicas por amor? —dudó Strange, entre cerrando sus ojos.

—Claro que no —expresó el otro encogiéndose de hombros—, solo que tengas tu lado común y corriente —Tony procedió a sacar un dispositivo de su pantalón, mismo que comenzó a manejar ante la reacción de Stephen Strange, le enternecía lo que el otro quería hacer por él—. Ahora solo...

—Stark, es muy lindo que quieras ayudarme —irrumpió, provocando que los ojos cafés se pusieran sobre él dándole atención—, pero no creo que sea el momento indicado. Si de mí no sale el enamorarlo, las cosas deben seguir así, pues muchas veces el corazón ha de darse cuenta de las razones cuando la mente no puede verlas.

—No digas tonterías místicas, doc. No desaproveches la oportunidad de un amor, no seas amargado y lo dejes pasar —Tony devolvió su atención al dispositivo, quería releer las palabras clave que había escrito con anterioridad en el camino para no olvidar su objetivo—...no seas como yo —pronunció a penas. Podía decirse que murmuró casi inaudible, pero el silencio alrededor era potente y pudo ser captado por los oídos del hechicero.

Stephen se dedicó a verle mientras perdía la paciencia con su dispositivo; oh, cuán encantadora escena. No importaba si Tony Stark arrugaba la nariz y fruncía el ceño ante dificultosa búsqueda, seguía luciendo atractivo ante los ojos claros del hechicero.

—¿Gustas comer algo? —propuso Stephen, llamando la atención del otro enseguida—. ¿Unas papas fritas, hamburguesa, refresco? —sugirió enseguida, Tony bajó el dispositivo para poder responderle abiertamente pero Strange interceptó: — Burger King.

—McDonald's —corrigió Stark, con una sonrisa vacilante que desataba mil monarcas en el estómago del maestro de las artes místicas.

—Hecho. Pero tú pagas —concluyó Stephen a su vez se ponía de pie, el otro rió por debajo mientras guardaba su dispositivo.

Prontamente aquel traje habitual del hechicero se cambió a ropa civilizada. Tony le esperó en el auto junto a Happy mientras Doctor Strange avisaba a Wong sobre su salida.

—¿Lo invitó a salir? —preguntó Hogans en el asiento piloto, Tony en la parte trasera, esperando a su compañero con la ventana baja.

—Él a mí, pero el que paga soy yo —dijo Stark, viendo a Happy fijamente. Movía continua y lentamente su pierna derecha con ansias, inconscientemente.

—¿Así podrá demostrar que no es homosexual?

—¿Tan rápido se propagó el rumor? —contrarrestó Tony, cruzándose de brazos. Su ceño estaba empezando a fruncirse. Le molestaba el tema, sí, porque era a sus espaldas.

—Hay un grupo en WhatsApp...

—Pues es mejor que salgas de allí o te olvidas del ascenso —pronunció sus labios ante tal orden autoritaria.

Happy de inmediato se volteó a con Tony, con un rostro de súplica sin soltar el volante.

—No me condicione el ascenso, señor —dijo con voz dolorosa insuficiente para conmover a Stark, quien muy adentro podía reírse de la actual situación de Happy.

En eso, Stephen Strange había salido por fin del santuario. Los dos en el automóvil rápidamente le ubicaron, siendo así, recuperaron el buen humor para cuando subiera al auto.

I'M NOT GAY! | IRONSTRANGE, MARVEL (YAOI) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora