Grilletes oxidados... Una celda tétrica y humedad... Debo avisar al ministerio... Mis brazos no tienen fuerza y están dormidos... Por suerte aun no me han registrado o no lo harán.
Después de hacer algunos pequeños movimiento con mis dedos ya empecé a notar mis brazos que por suerte estaban atados en la posición de mi cuerpo y no encima de mi cabeza, rápidamente saque mi móvil lo desbloque y envíe un mensaje de auxilio al ministerio, después de ser enviado lo oculte en un sitio que nunca mirarían, en mi bota izquierda.
-Capitan... ¿Que planea usted hacer con él muchacho que se coló?-Pregunto chaval que estaba bajo protección del líder pirata al ser su hermano adoptivo. Era un joven rubio de pelo corto casi de apariencia despeinada y ojos azules. Él nombre del chico era Alfred Kirkland.
-Depende de tres factores: 1) Si nos causa algún benéfico, 2)Si puede dar problemas o causar, 3)Si se convierte en mi "aprendiz".-Aclaro él jefe del navío que tantas molestias a causado a diferentes reinos y que su fama se propago mas rápido que de que él planeta es redondo y no plano.
A pasado tres horas desde que recobre la conciencia y ahora es cuando una luz natural ilumina la escalera que se encuentra al lado de mi celda, para después ser cerrada y ser iluminada por la vela de él candelero, dos sombras aparecieron la de atrás era la mas baja y portaba él candelero con tranquilidad y la mas grande de las dos de porte elegante se pausó al final de la escalera.
Después bajo del ultimo peldaño dejando me ver su apariencia de un joven rubio de pelo despeinado ojiverde y cejas enormes, De piel blanca sorprendente tandose de un capitán pirata. También se adentro un niño, rubio despeinado ojiazul, de cejas normales comparadas con las de su jefe.
Sin darse cuenta mientras él funcionario analizaba y pensaba, él pirata lo analizaba con la mirada de forma inapropia en cualquier tiempo.-Debes usted explicarnos a mi y a mi compañero como es que lograste colarte en este barco.-Hablo el major de los dos en cuanto altura y edad.
-Lo lamento por vuestras mercedes pero no voy a explicar ninguna historia.-Les explique, al decir es se enfadaron y el jefe de esto deseinvaino la espada que se encontraba en su cadera y pasándola entre los barrotes apuntando hacia mi cuello en amenaza.- Veo que con que usted no quiere pensar, lo mínimo que diré es que entre como la gente entrara aquí aun cuando no hagáis tocado tierra, por una puerta.-Añadio él con una sonrisa desafiante. Para después de unos segundos una manada de pisotones legara a él calabozo, por la escalera salieron unas veinte persona para después de eso saliera un hombre con armadura y de aspecto serio.-Llegaste en él momento exacto, Spínola.-Hablo él joven enjaulado.
-Quien mierda son ustedes.-Hablo él ingles mientras protegía a él joven detrás de su espalda.
-Llege lo mas pronto posible, Antonio, te debia él favor de la ultima vez con eso de wikipedia.-Respondio él genovés acercando se a la celda para después con la pistola oriunda siglo 21 volar la cerradura.
Los hombres que acompañaban a Spínola empezaron a rodear rápidamente a los dos piratas que él mayor de los dos buscaba algún punto flaco para atacar.-¡Y que hacemos con estos hideputas!-Pregunto un hombre armado de pelo negro largo ondulado recogido con coleta que había sido confundido en él pasado con él capitán Alatriste pero a diferencia de él nunca se acostaría con una mujer si no fueran algo romantico.
-Alosnso creo que seria mas fácil hablarlo en él ministerio.-Comento él moreno con una sonrisa mientras Alfonso se hacercaba para disparar en sus cadenas y liberar al moreno.
Todos los los funcionarios se fueron llevándose a él líder pirata y a sus secuaz, Alonso fue él último en entrar al rezar por las almas de esos pobres hombre de bien o de mal fueran donde debían estar.
-Antonio, estoy planteándome que dejes de reclutar agentes sin mi ajuda.-Dijo él hombre trajeado conocido como Ernesto enfrente de la puerta que conectaba la secretaria de Angustias.
-Tu perdiste a Maria Pita cinco veces antes de llegar a la puerta del tiempo para presentarle nuestras movidas raras.-Contesto él moreno con una sonrisa en sus labios, Ernesto se limito a desviar su mirada a él despacho de Salvador haciendo que él moreno suspirara sabiendo que tendría que dar su informe sobre la misión, añadiendo el que tuvieran que drogar un poco a esos rubios para hacer que no molestaran cuando dinamitaran la puerta y los "secuestraran" para llevarlos al ministerio.
Dentro de la sala se empezó a escuchar gritos de Salvador enfadado.
-¡Francisco Gómez de Quevedo y Luis de Argote y Góngora que os he dicho de haceros una cuenta de Twitter para lanzaros pullas y de mas!-Grito Salvador regañándo a esos adultos que se comportan como niños al estar casi todo él rato peleándose a través de rimas o por escritos.
Después de esa reprimenda volvieron a hablar en un tono mas tranquilo oyéndose murmuros después de unos segundos se abrieron las puertas saliendo Gongora y Quevedo aun fulminandose con la mirada cerrando las puertas, ambos dándoles un toque haciendo que se cerraran bruscamente por la fuerzas utilizadas.
Después de unos segundos de que se fueran entre para ya dar mi informe sobre la misión esperando de que no siguiera enfadado.
-Antonio por favor podrías hacerme él favor de revisar todas las cuentas de Twitter de los funcionarios famosos de la historia temo de que accidentalmente desvelen él ministerio con su vicio a Twitter.-Me pidió Salvador al verme entrar por la puerta cuando iba a darle mi informe sobre la misión. -Angustias no es muy buena con eso de las redes sociales y él equipo de investigación nuestro en vez de vigilarlos se harían sus seguidores.
-Lo are.-Sin mas empecé a darle me informe.-Y los futuros reclutas se encuentran en la enfermería están dormidos me avistaran cuando den señales de despertarse.
-Adios Angustias.-Le dije después de que mi busca personas empezará a sonar en plena charla sobre la guerra de cuba en la cafetería dejando a la pobre de Angustias y mi café, casi vacío, por suerte pagado.
-Bollocks.-Susurro él adulto mintras apretaba con dos de sus dedos ambos exactamente él índice y él pulgar en medio del espacio de sus enormes cejas que mas abajo de ella se encontraba él tabique nasal. Él al verme se levanto de la camilla de un salto para después intentar cojer su espada en un intento fallido al haberle retirado todas su armas. Sacando un un ruido similar a un gruñido de ira, él tal Arthur empezó a intentar fulminarme con la mirada.-Donde esta mi secuaz- Contesto con un tono completamente enfadado y de voz grave.
-Sigue dormido, la anestesia que hemos utilizado es difícil de disipar para los niños de su edad.-Conteste en un suspiro, estar despierto desde las seis de la mañana haciendo una misión no era fácil. Mire con mis ojos medio cerrados él reloj él cual marcaba las ocho y cinco, eso significaba un cansado y movido tour por todo él ministerio en pleno apogeo de funcionarios deseando que la cafeína enpieze a dar efecto.
Arthur estaba al lado de la cama del niño de nombre Alfredo, tenia su mirada clavada en él o eso supongo al estar él dándome la espalda, en algun momento Arthur empezó a mormurar a su hermano unas palabras inetntendibles por las distancia, tono de voz y posiblemente al ser un idioma muerto en esta época.
Me quede callado mientras bajaba mi taza de café renombrando ese día.
-¿Acaso fue tan malo cuando nos conocimos?- Pregunto con su acento ingles que seguía impregnado en su forma de hablar aun que hubiera pasado de eso cinco años.
-No, tan solo estaba recordándome de esa vez que te enseñe por primera vez él ministerio.-Dije suspirando con felicidad mientras entrelazábamos nuestra mano en él cual relucía nuestros anillos.
-Si fue divertido, por que yo baje para torturarte e utilizarse como juegete y termine siendo secuestrado con mi hermanito para después volvernos unos funcionarios.-Contesto agriamente pero con una sonrisa depredadora en sus labios para se pues relamerselos clavando su mirada en mi.
-¿Podras esperar quinze minutos para eso?-Pregunte con una sonrisa clavando mi mirada en su cara al contrario de él que miraba todo mi cuepo que no era tapado por la mesa de la cafetería del ministerio.
Él tan sólo asintió mientras con nuestras manos entre lazadas nos dirijiamos a casaFeliz fiesta de la Paloma a los madrileños.