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Noche de invierno en Kyoto Japón un 17 de diciembre de 2043.
Una vez mas estaba hipnotizado mirando como la nieve cubría las calles dándole ese aspecto mágico que tanto me gusta. "dentro de unos pocos meses cumpliré cincuenta" pensé mientras bebía un te caliente en ese elegante restaurante con hermosos arboles cubiertos de nieve, plantados todo al rededor del local. Me llamó la atención que a pesar de la fama del lugar no hubiera casi nadie mas que el dueño, un camarero y un par de clientes no lo suficientemente cerca como para poder escuchar su conversación, supongo que el frió y el horario espantan a cualquiera.
Estaba esperando a Brigitte, mientras hacia algunos garabatos en la servilleta cuando llego a uno de esos típicos momentos en los que nos quedamos solos con nuestros cerebros y caemos en la peligrosa labor de plantearnos nuestra vida.
Ya han pasado casi 28 años desde que todo empezó, aun soltero, sin familia y amigos que se pueden contar con los dedos de una mano, comienzo a cuestionarme si debí tomar otras decisiones en mi vida, me pregunto si he perdido el tiempo, mientras me sumerjo en esos oscuros pensamientos las flores que garabateaba en la servilleta se van convirtiendo casi sin darme cuenta en cráneos y huesos. Es entonces cuando me detengo, respiro profundo, tomo otro sorbo y recuerdo cuando me dije a mi mismo: "debo seguir a esa persona hasta el fin del mundo y nunca abandonarla".
Recuerdo esa noche, mientras ella hablaba fuera de personaje y bastante seria, solo para revelar algo tan normal como su edad, recuerdo que sentía que estaba oyendo a la persona mas sincera del mundo, que veía a alguien increíble, que jamas pensé que existiría, algo me decía que estaba viendo una estrella destinada a convertirse en la mas hermosa, majestuosa y brillantes de todas las estrellas del universo.
pero... de nuevo pienso, ya han pasado muchos años, ¿sigo sintiendo lo mismo?....
de pronto, alguien encapuchado entra al restaurante, tan abrigado que era imposible ver su rostro, bastante comprensible teniendo en cuenta el frió que hacia fuera, entonces se quita la capucha, veo entonces que era Brigitte, ella observa todo el lugar hasta que nuestras miradas se cruzan, entonces ella muestra una gran sonrisa, haciendo que un enorme flashback de miles de recuerdos de ella, llenos de sus risas, sus comentarios y sus locuras, pasen por mi mente como un rió desbordado, entonces comencé a sentir pena por mis pensamientos anteriores y me doy cuenta entonces, de que este sentimiento, tan fuerte como la primera vez, jamas va a desaparecer, y que no importa cuanto tiempo pase, nunca dejare de ver hacia donde ella esta.
Brigitte se acerca toda contenta mientras dice "hola Ikaros!! ha pasado mucho tiempo!! con una gran sonrisa. y yo, no podría sentirme mas vivo y agradecido de tener una amistad tan hermosa como esta y una vez mas puedo dibujar flores.
