Emma nunca llegó a resentir los desvelos o el estrés cuando se trataban de trabajos físicos. O siquiera los que la maestra en primaria les marcaba.
Eran fáciles, o en su mayoría, pues terminaba a veces recurriendo a Norman y Ray. O a uno de ellos.
Pero el estar en preparatoria, específicamente, a mediados de segundo año. Era donde comenzaba a presentarse aún más el estrés, el cansancio y desvelos.
Los maestros parecían no tener compasión de ellos. En especial el director.
Como extrañaba esos tiempos donde la maestra Isabella o la maestra Krone enseñaban. Además de extrañar esos momentos donde Norman estaba con ellos.
Pues él, se había ido al internado de Lambda, debido a sus calificaciones y capacidades. Dejando así, a Ray y a ella, solos.
Aunque a veces se escribían, para mantener así su preciada amistad.
Suspiró, apoyando su cabeza en el pupitre. Otro día de escuela. Otro día de estrés. Otro día de desvelos.
- ¿Y ahora que te pasó? – preguntó Ray, cambiando la página de su libro. Específicamente, Baldor.
Sí, Ray ahora iba a leerse todos los libros de la biblioteca de la preparatoria. O eso le había dicho.
Emma no levantó la cabeza, pero si respondió.
- Extraño la primaria y secundaria...
- ¿Y eso nos lleva a...?
- Estoy cansada de hacer tantos proyectos y trabajos. – volteó su cabeza, todavía recostada en su pupitre, en dirección a Ray. – Sólo quiero descansar un poco. O no hacer nada.
-Nadie dijo que la preparatoria sería fácil o divertida. Además, ¿crees que yo estoy mejor que tú? ¿o siquiera Norman?
Ray tenía razón. Hizo un mohín, para luego sólo cerrar los ojos. Y sólo una cosa se le vino en mente.
-Ray, ¿Puedes cantarme una canción de cuna?
El aludido paró su lectura, mirando con extrañeza a Emma.
- ¿Cómo?
- La canción que cantaba la maestra Isabella... Sé que la conoces.
Ray se abochornó.
- ¿Y por qué quieres que haga eso? Ya no somos niños.
- Por favor...
Lo pensó un momento, para suspirar. Dejó de lado el libro, acercando su banca a la de ella. Emma se acercó más al azabache, con una sonrisa.
- No lo volveré a hacer.
- Lo sé.
Y comenzó a tararear la canción que su madre solía cantar cuando eran pequeños. Emma se sintió complacida, comenzando a sentir el sueño inundar su ser, relajándose. Y aún más, cuando Ray comenzó a brindarle pequeñas caricias en el cabello.
Se sentía dichosa.
Cuando Emma cayó al sueño, Ray dejó de cantar. Tomó su libro con su mano libre, abriéndolo en la página donde se había quedado.
Y así se quedaron, hasta que el timbre sonó.
-Traumada Taisho
Yo, escribiendo como me siento respecto a los periodos de proyectos de preparatoria, jajajaja.
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Lullaby [Ray & Emma]
Fanfic[Drabble/AU Escolar] - Ray, ¿Puedes cantarme una canción de cuna?