- Eres una pecadora, Abby Johnson! - exclamó la madre superiora, con una cara de inmensa incredulidad, detrás de su gran mesa de madera.
- Solo comprobaba que no tuviera el demonio dentro, madre. - sentenció Abby, con cara de fingida inocencia.
- Ya basta! - gritó. Acto seguido, se recostó en la silla, y estuvo en silencio un par de minutos, pensando. - Bien, señorita. Como esta ha sido la primera vez que has infringido las normas, esto es solo una advertencia: no puede volver a repetirse lo de esta mañana. Así que no me dejas elección: vas a tener una supervisora de aquí en adelante, que se asegure que vas por el camino recto.
- Pero... - empezó a quejarse la joven.
- No hay peros que valgan! - afirmó la madre superiora, seria, fijando la vista en la chica para luego redirigirla, mirando a otra hermana. - Madre Katherine, des de ahora mismo la joven Abby resta bajo su cuidado. Confío en usted para enderezarla.
- Gracias madre, puede contar conmigo. - hizo una reverencia la aludida, mientras la chica implicada resoplaba.
- Madre Katherine, puede retirarse. Joven Abby, vaya con ella y hágale caso en todo. Ya verá como aprende de la vida.
- Hasta luego, madre. Buenos días. - se despidió la hermana abriendo la puerta, sujetándola esperando que la joven pasara por ella. Al ver que esta iba a irse sin decir nada, Katherine le lanzó una mirada acusadora a la joven. Al verlo, no le quedó opción.
- Hasta luego, madre. - esbozó una sonrisa.
La madre superiora sonrió detrás de su mesa, orgullosa. Ya se empezaban a notar los cambios.
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Eres incorregible, Abby Johnson!
FantastikAbby Johnson es una joven de 22 años a la que siempre le ha costado portarse bien. Por eso sus tíos deciden internarla en un convento de monjas, dado que sus padres fallecieron cuando ella tenía tan solo 8 años. ¿Qué ocurrirá en el convento? ¿Encont...
