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Comenzaba un día nuevo para ambas chicas, y Mei lo sabía, sabía perfectamente que habría un cambio nuevo para sus vidas.
Flor despertó, y no de una manera "bonita" ¡Despertó con nauseas! Lo cual, por inercia ambas pensaron que estaba embarazada. Lo cual era más que obvio, ya que, la última vez que lo hicieron ella sentía algo viscoso en su sexo y también lo veía salir de la colita de Mei.

Desde hacía una semana Mei desaparecía de casa de Flor, y llegaba hasta las 7 de la noche, su rostro reflejaba fatiga... y hambre.

Lo que pasa, es que Mei sabía desde un principio que su nochecita estaba embarazada quería tomar cartas en el asunto, le platicó a la mamá de Flor lo que pasaba y llegaron a la co ilusión de que se a ayudaron para buscarle un trabajo a Mei en el que paguen bien.
A Flor, no le gustaba la idea de que ella salía todos los días a las 6 am. y regresaba a las 7 pm. su humor empeora a casa día, y su madre sabe como calmarla, así que no se preocupaba por eso.

-Ya es tarde, cariño. Ya me voy- insistía Mei por tercera vez, flor no quería que se fuera otro día más.
-¿Porque te vas?- la carita de Flor, le rompía el corazón a Mei, quien se hacía la dura para poder marcharse.
-Quédate conmigo- hizo un puchero.
-No puedo, hermosa. Entiende- me cruce de brazos.
-Mmg- hubo un silencio enorme.
-Te amo, amor- la miraba desde la puerta de la habitación.
Soltó un "igual yo" de forma casi inaudible.
Junté mis cosas y salí rumbo al trabajo.

Había llegado y con él el maldito estrés.

Resulta que entré a trabajar al Bestbuy como encargada del área de electrónicos junto con un tipo más; sólo que yo me encargaba de hacer la entrega del equipo y cobrar, mientras tanto el otro se encargaba de mencionar las especificaciones del equipo en cuestión.

-¿Cuánto es?- preguntó una chava de unos 27 años.
-serían...- pase el la caja por el lector.
-$10,000

-Ow... Puedo hacer el pago con efectivo o con tarjeta, ¿verdad?

-Sí, con tarjeta podría pagar sin intereses hasta 18 meses.
-Sí, sólo dame un momento. No encuentro a mi pareja- asentí, todo lo que hago para tener dinero.

Así me lo pasé hasta que dieron la hora de comida, salí y fuí donde el área de restaurantes de la plaza.

-hola- saludé como si nada. Moría de hambre -Estee..- miré el tablón para elegir lo que comería. -Me da una hamburguesa mediana- sé lo que dirás "¿Estás comiendo en McDonald's?" la respuesta es "No".

-Sí, por 5 pedos más le damos un ingrediente de su elección.- me paré a pensar- para ti sería gratis, lindura ¿Cómo te llamas?- ¿me está coqueteando? La miré incrédula -Humm.. ¿Te comió la lengua el gato?

-¿Qué tienes para tomar?- evadí su pregunta

-Coca-Cola, Sprite, Té lipton, pepsi, mirinda

-Una Coca, por favor.

-Serían $100

Lo pagué y me quité de allá.

Empecé con calma, aún tenía 20 minutos para comer, entonces, se me vino una idea ¡Le llamaré a Flor!
Busqué su número entre mis contactos y pulsé llamar.
-Hola amor, ¿Todo bien en casa?

-No, tengo hambre. Me da cada hora- escuché sus pequeños quejidos.

-Ay, amor. Tranquila cuando llegue a casa vamos a cenar ¿Va?

-¡Sí!

-Ya me tengo que ir, nos vemos al rato. Besos

-Besitoos.

Colgué.

Tiré el resto de comida en el cesto que estaba casi cerca de la mesa en donde yo estaba, colgué mi bolsa en mi hombro y regresé a la tienda qué En estos momentos habían guardias de seguridad en la puerta, con sus radios alertando a los demás guardias de la plaza y llamando a la policía.

No pude regresar a mi lugar porque estaban revisando las cámaras de seguridad para ver como estaba vestida la persona que hurto el teléfono.

Revisé el reloj de pulsera que traía "6:30 pm" en treinta minutos salgo, Eso quiere decir que ya puedo ir juntando poco a poco mis cosas, aunque no son muchas, son necesarias para que me vaya.
Dieron las 7 en punto, mi turno había concluido.

Estaba caminando hacía el checador y terminar mi turno definitivamente, cuando ocurrió un apagón. Para mi fortuna, podía ver en la oscuridad así que salí de allá con total tranquilidad hasta llegar a la avenida que estaba cerca y tomé un taxi.
Llegué a casa y allí estaba ella comiendo un poco de helado de fresa, la agarré por detrás.

-¡Me asustaste, tonta!- dio un brinco. Reí por la cara que hizo.

-Lo siento, lo siento, me quedé en silencio

-¿Quieres salir?- le sonreí

-Vamos- me devolvió la sonrisa

Y salimos hacia donde el viento nos dirija.

Mi novia neko [Yuri] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora