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Las risas del mayor llenaban la habitación de este, por la culpa de una anécdota de su acompañante de como se quebró los dos pulgares en una fiesta.

-No da risa.

-Si da.

-Tenes.

El azabache se quedo callado mirando el menor que estallaba de la risa por una simple tontería, un almohadón cayó en la cara del moreno, este no se quedo atrás y también le pegó con la almohada, la risa de ellos llenaban totalmente la casa, cayeron rendido los dos a la cama riendo. Freddy miro a Fred sonreír sinceramente, un sonrojo invadió su cara, no podía evitar sentir esos sentimientos de amor puro hacia él.

Wow.

Cartas Sin Leer |Frededdy|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora