Your favourite guy.

Capítulo 3.

Por la mañana Alicia sedespierta rodeada de caricias.

-¿Qué haces aquí? -Le dice con una sonrisa a Salva.

-Despertarte con dulzura. Buenos días. -Le responde el chico.

Alicia le da un beso en la mejilla y se incorpora. Ve una bandeja en su cama con dos desayunos. Salva se tumba a su lado y sobre sus piernas coloca la bandeja.

-Te quejarás, ¿eh? Servicio y todo. -Ríe.

-Muchas gracias, Salva. -Alicia le mira detenidamente mientras él pone azúcar en el café. 

Está tremendamente sexy recién levantado y Alicia siente cómo sus mejillas se ruborizan.

-¿Qué te pasa? -Pregunta Salva al ver a Alicia algo roja.

-Nada, nada. ¿Me pasas un zumo? -Responde ella intentando disimular. 

Pero es en vano, Salva se ha dado cuenta de que Alicia está así por él, así que se deshace de su camiseta alegando que tiene calor.

Alicia siente sus mejillas ardiendo cada vez que mira a Salva más de dos segundos. Bebe un poco de zumo mientras él la mira sonriente.

-Alicia, ¿para qué retrasar lo inevitable?

El chico se acerca y comienza a besarla. Mete sus manos por debajo de la camiseta de Alicia y recorre su espalda con caricias mientras ella pone las manos en su cuello.

La lengua de Salva entra en la boca de Alicia y al instante la mente de ella se lleno del recuerdo de Álvaro. No quería que Salva parase, pero no podía seguir besándole si pensaba en otro.

-Salva, tengo que irme. -Dice Alicia.

-¿Ya? -El chico mira su reloj.

-Sí, voy a casa de Nuria un poco antes a repasar unas cosas. Gracias por el desayuno. -Alicia se levanta y pasa una mano por el rostro de Salva. 

El chico se queda allí mientras Alicia se cambia en el baño. Recoge sus cosas y se marcha.

Cuando Alicia vuelve a casa encuentra la mesa puesta para dos. Salva le ha preparado la comida, además su favorita, pasta.

-¿Y esto? -Dice la chica mirándole sorprendida.

-¿No puedo hacerte esto porque sí? -Salva la agarra de la cintura y la besa.

-Salva.. -La chica se aparta y Salva la mira confundido. -Tenemos que hablar de lo de esta mañana.

El chico asiente retirando una silla e indicándole a Alicia que se siente. Comienzan a comer mientras hablan de lo ocurrido por la mañana.

-¿Te ha gustado? -Pregunta Salva. -Sé que sí, no veo ningún problema. Seguiremos siendo compañeros de piso, nada cambiará.

-¿Y qué seremos? ¿Compañeros de piso que se acuestan?

-¿Qué tiene de malo? -Salva le sonríe y Alicia se ruboriza.

-No sé... ¿Y si uno de los dos se enamora?

-Pierde. -Salva sonríe.

-Menudo tópico acabas de soltar. -Alicia ríe.

-Lo sé. -Salva suelta una pequeña carcajada. -Ahora en serio, Alicia, si uno de los dos se enamora se jode. Pero puede no pasar. No lo sabremos si no lo intentamos. -El chico se pone en pie y se acerca a Alicia agarrando su cara.

-Convénceme. -Dice ella en todo divertido.

Salva la besa con ternura y pasión a la vez y Alicia intenta dejarse llevar, pero no puede sacar a Álvaro de su mente.

---Perspectiva de Álvaro---

Álvaro lleva todo el día metido en su habitación. Después de la discusión con su madre no ha podido dormir a penas. 

Sale del cuarto en ropa interior y se asoma a la cocina. Está vacía, así que se acerca a la despensa y se prepara algo rápido de comer.

Después se viste y coge su coche para ir a perderse, lo necesitaba. Al subir a él siente el olor de Alicia impregnándole. Se pregunta cientos de veces si debe llamarla, pero no quiere agobiarla. Al quitar el freno de mano encuentra uno de los pendientes de la chica. Debió quedarse allí la última vez que estuvieron juntos en él.

Aún lo recuerda... Era una noche calurosa de julio, antes de que Álvaro hiciera lo que hizo. Se morían el uno por el otro y no pudieron esperar a llegar a casa de Álvaro para terminar.

El chico conduce hasta un lugar apartado de Madrid que siempre ha sido su refugio mientras vivía allí. Montones de recuerdos vuelven a su mente. Casi todos con Alicia.

Saca otro paquetito de hierba de la que Ricky le había dado. Esta vez hace un canuto bastante más grande que la última vez. Se siente mareado cuando termina de fumarlo y saca su teléfono.

Marca el número de Alicia.

-¿Sí? -Responde la chica.

-Escuchar tu voz me tranquiliza. -Dice Álvaro sin pensar.

Alicia no sabe qué responder a eso, pero notaba la voz de Álvaro diferente.

-¿Estás bien? -Pregunta ella. "¡Te espero en la cama!" se escucha de fondo.

Álvaro lo escucha y su rostro cambia por completo.

Flashback.

-¡Te estoy esperando! -Álvaro se tumba en la cama mientras mira hacia el baño. -¡Eres muy pesada!

Alicia sale del baño y se lanza a Álvaro.

-Seré una pesada, pero te encanta tenerme aquí.

-Mucho, cuando te quedas a dormir es genial.

-Te quiero tanto, Álvaro... -Alicia le da un dulce beso. -Te quiero para siempre.

-Yo también te quiero para siempre.

-¿Con quién estás? ¿Estás con otro?

-Álvaro cálmate. -Alicia estaba realmente asustada.

-No quiero calmarme. Por favor Alicia, he estado seis putos meses sin dejar de pensar en ti ni un minuto. ¿Y tú? ¿Ya estás con otro? ¿Ya se te ha olvidado nuestro verano? ¿Y lo que hice por ti?

-Jamás olvidaré nuestro verano. Pero sabes que no me gustó lo que hiciste, yo no quería que te convirtieras en un delincuente. Se te fue la cabeza, Álvaro. Yo no te pedí nada de eso.

Álvaro escucha a Alicia llorar al otro lado del teléfono mientras sus ojos se inundan.

-Está bien. Si no quieres saber nada de mí está bien. He sido un gilipollas.

-No, Álvaro... Yo...

-Da igual.

Álvaro cuelga y al instante su móvil suena. Es Alicia, pero prefiere no descolgar. Está llorando como un crío. 

Mira su reloj y decide acercarse a la cárcel, es la hora de visita y necesita hablar con Ricky. Ha decidido que va a aceptar su oferta.