María Cristina bajó del automóvil en la entrada de la clínica, Felipe y Nicole se pusieron de pie en cuanto vieron a la mujer llegar y se acercaron con una sonrisa, los brazos de ambos la envolvieron calidamente, la felicidad bailaba entre ellos, al fin podrían llevar a Hernán a casa.
—Gracias por venir a acompañar a Hernancito, de verdad se los agradezco un montón— dijo la mujer besando la mejilla de cada uno antes de separarse de ellos, la emoción era palpable en su mirada
— No tiene nada que agradecer, tía.. Esperemos no esté tan de mal humor hoy día, ya ha tenido bastante encerrado acá, así que un motivo para que al menos sonría el saber que al fin se va de acá— dijo Felipe, a su lado Nicole asintió y los tres en conjunto se encaminaron al interior de la clínica, pasaron directamente a los ascensores y subieron al tercer piso que era el de los hospitalizados, debían hablar con el doctor para asegurarse de que el alta estaba firmada antes de ir a la habitación por Hernán, al fin luego de 3 meses, dejarían aquel frío e incómodo lugar.
Hernán suspiró atento a los sonidos a su alrededor, jugueteó con sus manos y su rostro se dirigió hacia la ventana sin ver nada en realidad, la enfermera ya había venido a decirle que tenían buenas noticias para él, pero de eso hacía al menos una hora y todavía nadie entraba a decirle nada; el nudo en su estómago era gigante, ¿Podría realmente salir de todo ésto ileso?, se tocó el rostro tanteando la cicatriz que tenía sobre la ceja derecha, era una de muchas que ahora adornaban su cuerpo, quiso reír recordando las palabras de su madre "Solo dar gracias a Dios de que estás vivo", había dicho, en ese entonces y ahora seguía sin encontrarle sentido a la frase y mucho menos tenía algo para dar gracias, estaba vivo, si, pero era un ser vivo vuelto estorbo, tendría que usar muletas al menos hasta que quitaran la bota de su pierna derecha, había perdido la cuenta de las operaciones que le habían hecho para reconstruir su interior por completo y lo que era peor, no había algún indicio de cuando podría recuperar la vista, ¿Dónde diablos estaba lo bueno?
Escuchó voces por el pasillo y prestó atención girando la cabeza hacia la puerta, se comportaba igual a que si pudiera ver quien iba a entrar a interrumpir su silencio, excepto que no podía saber exactamente quien sería, a menos que la persona entrometida hablara y le dejara saber su identidad, entrecerró los ojos tratando de descifrar quienes eran, oyó claramente a su madre y al doctor, cuando la puerta se abrió intentó contar las pisadas pero se perdió, aunque sabía que eran más de dos personas—¿Mamá?— preguntó estirando su brazo en el aire, Maria Cristina sonrió al saber que era reconocible para Hernán incluso antes de que hablara, se acercó a él y apretó su mano entre la propia al tiempo que le dejaba un beso en la sien— Hola mami.. ¿Con quién vienes?— preguntó mirando más allá de su madre, Felipe y Nicole sonrieron cuando la mirada de Hernán se pozó en ellos, demoraron segundos en recordar que no eran visibles para él
— Somos nosotros.. O sea estoy con la Nico, lo que pasa es que acaba de meterse al baño— Felipe dio un paso adelante mientras la morena tapaba su boca y se giraba dándole la espalda a todos, le dolía ver a su mejor amigo así, quizás los últimos años no habían compartido demasiado, pero Hernán para ella siempre sería su hermano de otra madre, el chico humilde que había cumplido todos sus sueños
— Oh.. ¿Pipe?.. Hola, es bueno ve.. Que estés acá— dijo soltando la mano de su madre con una sonrisa para volver a estirarla en el aire, Felipe se acercó despacio y con temblor tomó la mano que le ofrecía el bailarín, el moreno tiró de él y lo abrazó con suavidad, Felipe no recordaba la última vez que Hernán se había mostrado un tanto agradecido de tenerlo a su lado, o de verlo.. Recordaba su último encuentro, Hernán siendo burlesco mientras lamentaba que sus destinos no hubieran tenido la misma fortuna, y aún así apenas había sabido del accidente, cada día lo había pasado en el hospital, guardando distancia, pero siempre cerca de su amigo de infancia
YOU ARE READING
Terapia al corazón
FanfictionHernán Arcil es uno de los bailarines más famosos a nivel mundial y nacional, su ego y fama han hecho de él una persona superficial y creyente de que para él nada es imposible.. Producto de un exceso y su manía de sentirse dueño del mundo, un accide...