Capítulo 21.

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Diamantes oscuros.

Capítulo 21.

En la vida existen bastantes tipos de miedo, pero sin duda. El que mayor pánico me deja, es el de tener a alguien de un metro setenta y dos, parada en mi puerta, con los puños a sus costados, su rostro americano- asiático y su cuerpo delgado, mirándome con rabia.

Eso sí daba maldito miedo.

-¿Qué pasa?- pregunté, abriendo los ojos para mirarla bien.

-¿Se puede saber qué haces tanto tiempo en el día?- me miró fría.

-¿Voy a clases?- está mujer estaba loca.

-Ah, bien, porque no estás asistiendo a todas, Luna.

-¿Cómo sabes eso?- Luna, es la jodida presidenta- Tenía asuntos pendientes, sólo han sido pocas clases.

-No falles, Luna. Sigo sin entender de dónde viene tu familia, ya pregunté por los Beaulieu y aquí nadie se conoce por ese apellido, así que mejor cuida ese lugar tuyo, no seas la culpable de que te lo quiten.

-¿La culpable?- me levanté- ¿Quieres decir que alguien puede hacer que me corran?- estaba comenzando a molestarme. ¿Quién carajo se creía?

-Luna, aquí puedo hacer todo, todo- sonrió y se giró sobre sus tacones negros, cerrando la puerta a su paso. Tomé mi teléfono y marqué rápidamente.

-Hola- dije después de que contestara a los tres tonos.

-¿Luna?- habló fresco, ¿cómo era si quiera posible estar así de tranquilo a las siete de la mañana?

-Sí- confirmé-, Liam, estoy teniendo problemas  y mierda por no asistir a todas las clases.

-¿Cómo es eso?- chasqueó.

-Mika estuvo aquí hace dos minutos, sacando la mierda de mí y amenazándome con hacer que me corran.

-¿Amenazándote en serio, ó simplemente lucía molesta?- ¿qué clase de pregunta estúpida era esa?

-¡Lo hacía en serio!- grité.

-Tranquilízate, Luna. Necesito saber cómo arreglarlo, y no puedo meter o decir nada, si la maldita Mika no lo decía en serio, por eso lo pregunté.

-Sí- bufé-, ella lo decía en serio.

-Bien, no te preocupes, no puede sacarte realmente.

-¿En verdad?- gimo de felicidad, lo último que necesito es que me corran.

-Lo juro.

-Bien, me tengo que ir, día largo y apenas es de mañana.

-Lo sé- resopla levemente y puedo sentir la brisa de su mentolado aliento. Woah.

-Me iré a bañar y esa mierda, nos vemos luego, gracias- colgué. Mi teléfono vibró enseguida.

Demasiado rápido, colgué demasiado rápido.

“De: Liam James Payne.

Para: Luna Beaulieu.

Debes saber que me enfada como el infierno que me cuelguen. Vuelve a hacer eso y te tendré sobre mis rodillas. Eres increíblemente grosera.”

Vale, oficialmente me dijeron que me van a dar golpes en el trasero. ¿Cómo si quiera puede manejar una chica esto?

Tomé mis cosas y corrí a bañarme, con el fin de asistir a cada una de mis clases asignadas. Nolan apuntó exactamente todo sobre nuestro plan de trabajo en la campaña y fuimos a comprar un montón de maquillaje, fijadores y toda esa basura.

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