CAPÍTULO 18

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-Jenny-

Suena el despertador alarmándome de que hoy ya es un nuevo día, las siete y cuarto ; sí demasiado temprano pero es que tenía tantas ganas de ver a Elisa después de lo de ayer que decidí levantarme pronto solo por ella para poder estar juntas unos minutos aunque sea antes de comenzar a dar clase. Ya la echo de menos y nos vimos ayer, deseando verla estoy pero en realidad por otra parte también veré a mi ex desgraciadamente y no sé cómo miraré a la cara a Melanie después de lo que pasó entre Elisa y yo, aunque tampoco debería de sentirme mal ya que Mel y yo no somos nada y con Elisa hice lo que me apeteció en todo momento, además no me arrepiento de nada.
Me levanto de la cama, una blusa celeste y unos vaqueros ajustados junto con unas botas, esa iba a ser mi vestimenta de hoy. Desayuno y rápidamente cojo el coche para después dirigirme al trabajo y llegar en unos diez minutos más o menos exactos.
Una vez dentro me dirijo a la sala de profesores y la veo allí sentada en una esquina mirando las clases que le tocaban, está preciosa.
Decido acercarme a ella muy sigilosamente para pillarla por sorpresa, le tapo los ojos y después de adivinar que era yo quién estaba detrás, la abrazo y le doy cortos besos en el cuello. Miro hacia un lado y a otro para asegurarme de que no hay nadie y le doy un suave beso en los labios, esos que ya echaba de menos desde que me he levantado. Tras ver que entra la profesora de historia nos separamos un poco y empezamos a entablar una conversación.

-¿Ni me saludas? Vaya compañera de trabajo más maleducada tengo -me dice burlona.
-Muy maleducada soy sí, es que prefería besarte ya que lo echaba de menos -le digo un tanto tímida.
-No me había fijado en lo guapa que estás por las mañanas, cada día me sorprendes más -me dice pícara observándome de arriba abajo.
-¿Ah si? ¿Sólo por las mañanas? -le contesto haciéndome la enfadada.
-Exacto solo por las mañanas, ¿qué te creías? -dice a la vez que saca la lengua.
-Tengo que preparar las clases, ¿nos vemos luego en el recreo en el departamento de física? -le pregunto sonriente.
-Trato hecho guapa, allí estaré -me vuelve a mirar dándome otro repaso.
-Podrías cortarte un poco imbécil -le digo vergonzosa a la vez que me voy yendo.
-¿Y no me das ningún beso de despedida? -me susurra.
-No, te has quedado sin mis besos por lo de antes, así que ahora te toca a ti echarlos de menos hasta que me acuerde -le digo ahora yo burlona.

Entro a la clase en la que se suponía que me tocaba y me muero de vergüenza al ver que me he confundido al mirar el horario, Elisa me despistó y no me di cuenta de con qué clase me tocaba, acababa de entrar en una charla que estaba dando el director a alumnos nuevos. Así que bajo abajo para volver a mirar y para mi sorpresa ni a primera hora ni a segunda no tenía ninguna clase, había madrugado para nada, que asco.
Tras tirarme dos horas organizando las demás clases del resto de la semana ya por fin era tercera hora y desgraciadamente me tocaba con Melanie, no sabía cómo reaccionar.
Entro a clase y en la primera persona en la que me fijo es Melanie, está enfadada, lo sabía por como me miraba.
Me dirijo hacia mi escritorio y veo una pequeña nota :

Gracias por la noche de ayer preciosa, ya echo de menos tus besos, me encantas.

Att: Elisa

Mierda, Melanie había visto la nota y no sabía qué hacer, vuelvo a mirarla y observo que ella me aparta su mirada, no la culpo, tiene toda la razón del mundo en enfadarse pero ahora ya no somos nada así que tampoco tengo que disculparme con ella ni nada parecido, así que opté por inventarme una excusa para hablar a solas.

-Señorita Melanie diríjase al pasillo, tengo que informarle algo importante que me ha dicho el director sobre usted y tiene que ser en privado -digo con un tono convincente. 

Ni si quiera me contesta, simplemente se levanta y sale al pasillo obedeciendo mi orden pero con pocas ganas.

-¿Mel me puedes explicar que te pasa? -pregunto yo iniciando la conversación ya que sabía que ella no lo haría.
-¿Puedes explicarme tú por qué motivo me has sacado fuera? -pregunta rodando los ojos hacia arriba.
-Porque sé con seguridad que te pasa algo -contesté mirándola a los ojos.
-¿Y desde cuándo a ti te importa lo que me pasa? Déjame en paz -dijo apartando la mirada de mí muy descaradamente.
-Desde siempre y no pienso dejarte tranquila hasta que no me digas lo que te pasa -le dije mucho más seria que en la anterior respuesta.
-Joder, eres una pesada -dijo muy cortante
-Contéstame -volví a presionarle.
-Es que me parece alucinante que me preguntes qué es lo que me pasa cuando deberías de saberlo perfectamente, no hace falta darte ninguna explicación -volvió a responder muy fría y con ganas de que finalizara nuestra conversación.
-Pues sí dame una explicación, por favor -digo casi suplicando.
-¿Cómo quieres que esté si obviaste totalmente mi te quiero y encima hoy me entero por esa estúpida nota que anoche estuviste con la payasa esa haciendo a saber qué? -respondió mostrando su enfado.
-Melanie yo te voy a ser sincera, creo que es mejor que lo nuestro se quede en el pasado... Además Elisa está empezando a gustarme -le confesé con todo el dolor de mi corazón.
-Quién removió el pasado fuiste tú yendo directa a por mí desde que empezaron las clases y ahora mira, otra vez has vuelto ha hacerme daño... Soy idiota -me dijo dirijiéndose de nuevo a la clase aguantando las ganas de explotar delante de mí.

Tras esa conversación no pude evitar sentirme la persona más culpable del mundo, por mi culpa ahora Melanie estaba sin ánimos ni ganas de nada y sobre todo estaba claro que la idiota no era ella, si no yo.
Me dirijo yo también a la clase detrás de ella y enseguida se me ocurrió jugar a una especie de juego para conocer más a mis alumnos y alumnas pero sobre todo para llegar más a sus pensamientos y saber sus puntos de vista. El juego iba de que escribieran en un papel en blanco qué era lo que consideraban más esencial en una relación sentimental.
Una vez escrito todos en ellos los pasan hacia delante hasta llegar a mí, les mando ejercicios y como la especie de juego que les había propuesto era algo personal decido leerlos pero para mí misma. Muchas cualidades que me llaman la atención ;  la fidelidad, la confianza, la conversación, el entendimiento... Pero me detengo, me detengo al leer unas palabras que me dejan perpleja :

Ninguna relación sentimental es verdadera y por eso no hay nada de esencial en ello, son toda una farsa que te hace creer en las típicas películas románticas , pero que en realidad  ¿Cómo son esas películas?  Irreales, igual que el amor y todo lo que tiene que ver con ello, no existe. Porque crees que es real cuando esa persona te hace creer tener alas y  volar  pero al final lo único que acaba haciendo es mentirte, cortarte las alas y sustituirte por otra persona más como si tú no hubieras sido nada para ella. El amor sin duda es algo inexistente, simplemente una falsa ilusión.

Vuelvo a leerlo un par de veces más y no aguanto las ansias de darle la vuelta al papel y mirar el nombre de qué persona lo ha escrito. Así que impaciente miro el nombre de la persona que siente estas palabras que acabo de leer ; Melanie.
Si antes me sentía culpable ahora me culpabilizaba mucho más por el hecho de haberla hecho daño. Levanto la mirada de aquel pequeño texto y la dirijo hacia ella, su cara expresa todo eso que ha escrito en el papel. Melanie no estaba bien y quería que lo estuviera, no deseaba nada más en aquel momento que verla reír como hacía cada día que la observaba.

Así que tras pensarlo varios minutos decido escribirle un WhatsApp :

Necesito volver a hablar contigo pero no de la misma manera que antes, ¿qué te parece perderte la siguiente hora hablando conmigo en el departamento de literatura? No acepto un no por respuesta Mel.

Después de mi mensaje decido mirarla de nuevo. Y veo que enseguida coge el teléfono pero al ver que el mensaje era mío vuelve a guardarlo en la mochila. Ni siquiera se ha dignado a contestarme, pero aún así la entendía.
Suena el timbre iniciando la hora del recreo y salgo de la clase dirigiéndome directamente al departamento de física para ver a Elisa. Abro la puerta y lo primero que hace es llenarme de besos, de muchos besos.
-No puedes vivir sin mis labios -le digo pícara poniendo morritos para provocarla y que me bese mucho más.
-Que mala eres -dice acto seguido de volver a besarme.
-¿Me has echado de menos Elisa? -le pregunto burlona.
-¿Y tú a mí Jenny? -me devuelve la pregunta también burlona.

No hacía falta que contestáramos ninguna de las dos, pues no dejábamos de besarnos ni un minuto.
Estuvimos la mitad del recreo todo el rato juntas llenos de momentos cariñosos pero la otra mitad decidí utilizarla para hablar con Melanie, así que me despido de Elisa y me dirijo en busca de Mel.
Salgo al patio pero solo veo a Karen y sin Melanie, así le pregunto y me dice el lugar en el que estaba, un escondite donde nadie podía verla a no ser que te fijaras mucho.
Me dirijo hacia allí y veo a Mel besándose con un chico que por detrás no se parece nada a Mickle, Melanie al percatarse de mi presencia deja de besarlo y éste se da la vuelta, me quedo perpleja al ver a Christian.
-Hola Jenny, te presento a Christian ;mi nuevo novio -me dice Melanie sonríendo.

Ante esas palabras de repente siento algo que no comprendo, me muero de celos.

Bueno chic@s lo primero daros las gracias por las 👁️1k, no os imagináis la ilusión que me hace. Aunque a algun@s pueda resultarle una tontería a mí en realidad me anima bastante a seguir escribiendo, así que vuelvo a agradecéroslo.💖
Espero que os haya gustado este capítulo, recordad que nos leemos en el siguiente🤗❤️

_María_

No volveré a dejarla ir Donde viven las historias. Descúbrelo ahora