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Anime/Manga: SERVAMP -サーヴァンプ-
(Sāvanpu).
Creador: Strike Tanaka.
Pareja: Tsubaki [Melancolía] x Sakuya Watanuki.
Imágenes: @mitsuna_chan (Twitter)
Palabras: 903.
Nota: Espero que disfruten la lectura, quisiera saber que les pareció.
PD: Si les gustó, no olviden votar.
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A él jamás le habían gustado las mentiras, eso estaba bastante claro. Pero... ¿Cúando fué que empezó a mentirse a si mismo?. Sakuya Watanuki, subclase de Tsubaki y su eterno enamorado. Aún le costaba asimilar esa parte.
Obviamente no fué nada fácil el descubrimiento de sus sentimientos, puesto que en el momento que se le dió una nueva oportunidad de vivir decidió que no volvería a generar lazos afectivos con nadie, ya que eso lo había echo sufrir en el pasado y aún sentía esa pequeña incomodidad en el pecho al recordar a su hermana, la única que había llegado a querer y la forma en la que quienes debían amarlo le arebatoron por mera codicia . Volviendo al tema, ¿cómo se había dado cuenta de ello? , pues la respuesta es más simple de lo que parece.
Al desatarse la guerra, viéndose obligado a separarse de su único amigo, comprendió que por más que intentara y se esfosara no podría dejar de ser el sentimental niño solitario que esconde todo su pesar detrás de una máscara de indiferencia y unos auriculares que bloquean la voz de sus propios pensamientos. Luego de reflexionar sobre ello, pensó que a lo mejor estaba enamorado de Shirota, dado que en un largo tiempo fué lo único que le causó esos ya olvidados sentimientos. Aunque esa hipótesis fué rotundamente borrada al darse cuenta que, por más fuerza de voluntad que tuviese, si Tsubaki decía algo no sería capaz de imponerse, aún cuando eso le implique separarse de lo que había despertado sus sentimientos , sean de amor o amistad.
Allí fué cuando el peliverde entendió que lo que provocaba esas preguntas infinitas y oleadas de emociones era Tsubaki, el extraño que le brindó un mañana y una razón por la cual vivir. Melancolía, que no sólo le dió una oportunidad de vivir, si no también de amar. El "no invitado", a quien sin importar que sea él seguiría ciegamente aunque se derrumbe en pedasos y su estabilidad y voluntad le pertenezcan en absoluto, algo que no le molestaría mientras se trate del pelinegro. El octavo pecado, de quien se había enamorado sin siquiera darse cuenta.
Su nervios estaban a flor de piel y sus mejillas se teñian de rojo cada vez que el pensamiento de estar enamorado de Tsubaki venía a su mente, se negaba a aceptarlo, debía de ser otra cosa y solo se estaba confundiendo con hipótesis raras y absurdas, "lo más probable es que sea fanatismo o algo por el estilo" , se repetía mientiendose a si mismo . Algo que no podía permitirse dado a su orgullo, que se ponía en juego por confesarse o negarse a aceptar su amor inalcanzable.
Sin embargo, allí se encontraba diciendo miles de palabras a la vez, trabandose repetidamente y moviendo sus manos de un lado a otro intentando explicarse. El efecto que sus intentos de confección hacían en Tsubaki no era más que una sonrisa ladina. Siguió hablando, solo que más calmado y lento, procurando que las lágrimas que de un momento al otro aparecieron para quitarle la compostura no salieran. Sus labios temblaron y por primera vez levantó la mirada avergonzado, su pecho ardía sintiendo como si lo estuvieran rasgando por dentro.
— ¿Qué intentas decir? — . Le interrumpió simulando inocencia, su sonrisa lo delataba.
— ¡Intento decir que te amo, idiota! — . Gritó con sus mejillas sonrojadas y las manos echas puños a sus costados. Ni siquiera lo pensó, tanto tiempo dando vueltas para que, en un pequeño impulso, suelte todo lo que su corazón había retenido por talvez años.
Un silencio se apoderó del lugar de una forma rápida. Sakuya suspiró con el corazón agitado y tragó saliva mirando el suelo, su mueca de indiferencia volvía a adornar sus fracciones faciales y esperaba un rechazo inminente. La sonrisa de Tsubaki había desaparecido por unos momentos y sus facetas divertidas desaparecieron en el momento exacto que su subclase le confesó sus sentimientos.
Parecía que ninguno de los dos se movería, uno esperaba un rechazo y el otro algo más que una confesión y un insulto. Melancolía suspiró, algo realmente extraño en el, se acercó lentamente hacia el contrario y acunó su rostro con ambas manos de forma suave.
— Solo voy a decir que eres la cosa más interesante de mi vida — . Susurró a escasos centímetros del otro y, con una sonrisa, depositó un pequeño beso en los labios contrarios.
El rostro de Watanuki reflejaba sorpresa , se sentía tan feliz y algo avergonzado a la vez. No esperaba ser correspondido, tampoco pensó que Tsubaki lo besaría. No sabía que hacer, todo su mundo se había dado vuelta en un instante, su pequeño amor platónico de la nada fué correspondido y no sabía que hacer al respecto. Dejó sus emociones fluir y lo abrazó fuertemente cerrando los ojos , sintiendo el pequeño sobresalto del contrario y a continuación sus brazos rodeándolo de forma protectora.
— ¡Te dije que sería Sakuya quien se confesaría! — . Escuchó gritar a ¿Belkia? ¿Los estaban espiando?.
— Ok, tu ganas — .Exclamó derrotada Otogiri dándole dinero al pelirosa. Viendo de reojo como el mago y Shamrock se repartían el dinero.
— Chicos van escucharlos — . Dijo en un tono calmado Higan, los tres estaban detrás de la puerta y con lo ruidosos que eran su plan de ver la telenovela romántica se había perdido.
— No es interesante — . Mustió Tsubaki con una expresión aburrida — Pierdanse — . Ordenó escondiendo el rostro completamente rojo del peliverde entre sus brazos.
Fin.
