Que comience el juego

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Parte 2.

(Localización desconocida)

Todo estaba oscuro, poco a poco una tenue bombilla iluminó la sala, de pie sobre un dispositivo extraño se encontraba una coneja con sus pantalones de mezclilla y sin camisa únicamente con un brazzier.

Lentamente fue despertando, tenía la vista borrosa y todo se veía muy mal, al estar un poco más activa sintió un dolor en su pecho, esta se llevó sus patas hacia esa zona y sintió algo metálico, al bajar su mirada quedó horrorizada, tenía una especie de agarraderas sujetadas a su tórax.

Rápidamente despertó e intento quitar esas cosas sin éxito, estas estaban cubiertas de sangre y literalmente estaban clavadas en sus costillas.

Esta jalaba unas cadenas que habían enfrente de ella, lo único que veía era un envase con un líquido y una llave adentro, había un televisor y una puerta al fondo, esta se encontraba de pie sin poder escapar.

Repentinamente el televisor se encendió mostrando a la misma marioneta que había aparecido en los anteriores juegos, esta tenía la respiración agitada, esta lentamente volteo la mirada y...

-Hola Judy, quiero jugar un juego, hasta ahora lo único que haz hecho es ayudar a los demás sin tenerte en cuenta a ti misma- decía mientras Judy miraba a su alrededor- ahora bien pudiste salir herida e incluso al borde de la muerte, ahora el aparato que llevas esta sujeto a tu caja torácica y cuando la cinta allá terminado tendrás un minuto para encontrar la salida, al terminar el minuto sabrás mejor que nadie que pasa entonces... hay una sola llave que abrirá el arnés Judy, esta justo en frente de ti- esta miró la llave- todo lo que tienes que hacer es estirarte y sacarla, pero hazlo rápido, el ácido disolverá la llave en cuestión de segundos... haz tu elección.

Al instante un reloj empezó a marcar un minuto y empezó a descender.

Su respiración se agitó y su pulso estaba por las nubes, se concentró o al menos hizo el intento, estiró su pequeña pata y metió solamente un dedo, eso en comparación era el infierno mismo, ardía de una manera indescriptible.

Intento sacar uno de los agarraderos sin tener éxito, miró otra vez el frasco, tomó una buena bocanada de aire y metió toda su pata, puso una mueca de dolor mientras intentaba alcanzar la llave, su pelaje se cayó y el líquido se tornó rojo, sacó la pata debido al insoportable ardor, y por si fuera poco el reloj iba en 30 segundos y descendiendo.

Se volvió a armar de valor y metió otra vez su pata, intentaba a toda costa no perder el conocimiento por el dolor, estiró su pequeña pata hasta el fondo del frasco hasta que logró tomar la llave, rápidamente la sacó, su respiración estaba agitada.

Intento meter la llave en la cerradura para poder abrirla pero esta no entraba y al hacerlo y darle una vuelta esta se rompió, quedó con la cara en blanco, su única esperanza se había ido por el caño.

Esta soltó la cerradura temblando, miró su alrededor y no había nada, estaba sola, intentó sacar otra vez los agarraderos con sus patas sin éxito, miró por última vez el reloj con sus ojos llenos de lágrimas, este llevaba seis segundos y descendiendo.

Miro las cadenas que habían al frente suyo y las tomó con fuerza, cerró sus ojos esperando su fin, el reloj llegó a cero y el arnés comenzó a jalar los sujetadores, estos lo hicieron con tanta fuerza que literal le arrancaron su caja torácica dejando al descubierto sus órganos como los pulmones y su corazón, ambas costillas quedaron colgando a los lados de la trampa sujetadas por el arnés.

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