Día 1.

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Querido diario.

Increíble que ya una "mujer" de mi edad, esté con eso de querido diario; en fin aquí voy. Sólo escribo estas líneas porque necesito desahogarme, ya que estos quince días han sido muy intensos en mi vida. Creo que con los años que tengo, nunca pude imaginarme que en quince días, mi vida se pudo poner de cabeza, sólo por estar en el momento menos indicado, a la hora menos indicada.

Soy una simple maestra, con una simple vida y de paso en un simple país; bueno ahora este país está atravesando un momento bastante "palo abajo" como diría mi abuelo, pero ahí la llevamos. El caso es, que un simple día  cambió por completo mi simple mundo. 

Resulta que como ya dije, mi país está atravesando un momento difícil y eso ha afectado el transporte, entre otras cosas cotidianas. Así que me veo en la necesidad de salir de mi casa, antes de lo debido. Ni siquiera el sol ha salido cuando ya voy rumbo a la entrada de mi urbanización y esto es, porque  únicamente  a esa hora exacta, pasa el único bus que me puede sacar de mi localidad,  para poder llegar a mi sitio de trabajo.

Ya como es muy frecuente, que varias personas nos reunamos a esa hora para agarrar el preciado vehículo, hemos formado una amistad bastante diferente, somos amigos de la parada.  El punto es, que ese día en especial, el bus pasó mucho antes de lo debido y por lo tanto, lo perdí.

Ese día, había comenzado muy mal. Estaba atacada ya que sabía que gracias a eso, llegaría muy tarde a mi trabajo, pero no fue así. Mi abuela siempre dice,que nunca Dios nos abandona y ese día lo corrobore.

Justo cuando me disponía a caminar, como ya se ha hecho costumbre en este país, uno de esos amigos de la parada; que había logrado por fin conseguir la batería para su carro, paso y me dio la tan amada "cola" hasta el centro de la ciudad. Ahí, siempre esperaba que se me hiciera una hora adecuada, para poder dirigirme a mi trabajo.

Estando de lo más relajada, en mi banca matutina, al lado del señor que vende café, que ya también me hice amigo de él, saqué mi libro y me coloque mis audífonos para escuchar a mi adorado Pablo Alborán. Justo cuando escuchaba mi canción Tú refugio, miro al frente y se acercaban dos motorizados. En mi país, motorizado es sinónimo de "Aquí fue" por tal motivo, me encomendé a mi Virgen para que me cubriera con su manto por lo tanto me hice la loca y fingí demencia.

Cuando veo, el señor del café me jala del brazo y me hace señas que corra, cosa que hice por lo antes mencionado. Cuando volteo; porque voltee no sé por qué, vi a un muchacho tirado en el suelo y a otro sosteniendo un cuchillo. El del cuchillo, levanta la vista y me mira, yo sólo apreté mis ojos y corrí como si mi vida dependiera de eso.

Lo que menos me imaginé, es que ese evento desafortunado, sería el culpable de estos quince días, que han cambiado mi vida.

Aquí culmino estas líneas por hoy, nos estamos escribiendo luego my dear diary. 

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Definitivamente, no soy de este planeta. Ya lo certifiqué. ¿Me podrían creer que esta "Historia" salió del sueño que tuve anoche? Pues sí, eso pasó y no he dejado de repetir ese sueño en todo el día, es algo increíble. Creo que desde que cerré mis ojos hasta que me levanté, soñé todo lo que voy a relatar. 

¿Por qué tengo que relatarlo?, pues se lo comenté a mi prima y me dijo, es digno ejemplar para lo que tu sabes  hacer mejor. Y sí, sé que estoy más perdida que san Nicolás en Semana Santa, pero fue tan vívido, que tengo que escribirlo. Así que, espero que lo disfruten, es una historia original y ya saben...

Póngale, sabor a la vida. 

Dear DiaryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora