Chico De Las Pantuflas Mojadas |+18| [BxB] |TERMINADA|

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[¿Seguro?]
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N/A: Advierto que este capítulo es algo fuerte, no es nada seguro, pero sí no te molesta continúa tu lectura .
Ptt: Cap dedicado a Queen_GwilymLee por ser el primer comentario en el cap pasado .
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Bonnie:

Me encontraba bajando del vehículo del chófer Toño, quién me había venido a dejar a las oficinas de la empresa de mis padres como todos los días.

–Tenga buen día, Joven Brentt– como todo ya un adulto que yo era, me despidió, yo también me despedí– vuelvo por usted después del trabajo – y dicho esto se marchó en el vehículo.

Yo observé cómo se perdía de mi vista, deje soltar un suspiro ahogado para levantar la mirada y observar la gran extructura del edificio de mis padres, tan alto, en lo más alto estaba oficina de mi padre, lugar que ocuparía yo dentro de algunos años.

Bajé la mirada y me encaminé hacía adentro de la instalación, donde varias personas caminaban de un lado al otro, como era la planta baja, se trataban de los usuarios de nuestros productos los cuales venían a resolver alguna inquietud.

Mi oficina se encontraba algunos pisos hacia arriba, así que fui a tomar el ascensor, las personas que trabajan aquí y pasaban cerca de mí me saludaban cordialmente, yo con educación, les devolvía el gesto.

Odiaba la modestia y sonrisas falsas que ponían en sus rostro al momento de verme, era lo que me tocaba recibir desde el primer día en que mis padres me colocaron un puesto alto en aquel lugar.

Todos me tenían respeto, y a veces creía que hasta miedo, solo por ser hijo de mis padres, y era lo que más me disgustaba, quería ser tratado de una forma diferente, una forma por la que sea yo mismo, pero tenía prohibido hacer alguna interacción informal con cualquier trabajador, solo debía interactuar con alguien si se trataba del trabajo.

Eso lo hacia todo más aburrido.

Llegué al piso del cual yo era el encargado, al salir del ascensor no fue de esperar los saludos falsos hacia mi de mis 'compañeros', al menos a mí me gustaba llamarlos compañero pero para mi madre solo eran 'subordinados'.

No la entendía para nada.

Caminé lo más de prisa hasta mi oficina apartada de la de ellos y me encerré ahí, al fin, más calma, dejé mi portafolio en el escritorio y jalé un poco el moño de mi camisa blanca, me saqué el saco negro que cargaba y lo deje colgar detrás de mí silla, en la cual me senté.

Odiaba todo esto.

Saqué del portafolio mi laptop y la encendí para empezar con mi aburrido trabajo en la oficina.

Las horas pasaron con lentitud al igual que todos los días, pero había un momento del día en el cual me detenía a observar la ventana mientras disgustaba una taza de café, debido al frío ambiente del lugar. Observar aquella ventana era mi único entretenimiento fuera de mi celular, del cual solo recibía llamadas referentes al trabajo, ni una llamada de algún amigo o familiar.

Realmente era alguien solitario.

Una amarga expresión apareció en mi rostro, realmente yo no era nadie, nunca pude hacer amigos después de todo.