Decepción

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No se que decir, estoy harta, decepcionada conmigo misma. Y se que siempre escribo cosas tristes pero no puedo más. Me acuerdo que el año pasado escribía cárcel, y me acuerdo perfectamente el motivo, pero sinceramente, ahora me digo a misma que eso  no era nada.

Sigo pensando que es una mierda, sigo pensando que el instituto es una cárcel, pero cuando sales no sabes que hacer, porque te enseñan a saber descifrar un texto, a como resolver problemas de ecuaciones o saber como aplicar las fórmulas, y no digo que este mal, pero hablemos claro, ¿nos servirá del algo?

En ocasiones si, pero cuando yo acabe la carrera, el grado, etc., no voy saber como se hace un curriculum , no se cuales son mis derechos, no se que opciones hay, no se como comportarme en una entrevista. Si es cierto muchas matrices pero poco enseñamiento, poco nos dejan experimentar, poco nos enseñan todo lo que estudiamos durante, no sé,  17, 20 años, no se aplicar una matriz en la vida real, tampoco me han dejado experimentar con eso, tampoco se para que sirve un comentario crítico en la vida real, si mi opinión la voy a tener siempre, eso nadie  me lo va a quitar. Sinceramente el sistema educativo no funciona muy bien, nos enseñan, nos obligan a estudiar sin comprender y cuando salgamos del examen, porque el sistema de evaluación también se puede criticar, no nos acordaremos de nada, solo de nuestro nombre y a veces creo que hasta lo olvidamos.

Si me pongo ha hablar del sistema de evaluación ya no me callo, pero muy simple, un examen puede salirte mal, por miles de factores pero claro el sistema educativo que tenemos no lo ve. Nos obligan a ser un 3, un 4 o un 10, diciéndonos que el que saca 10 es más listo que el que saca un tres y lo siento por deciros que no es así, bienvenidos al mundo real, donde un 10 o un tres no es la persona, no define la inteligencia de cada uno, yo no soy más tonta por sacar menos nota y al contrario. Ya os digo una nota no os define, no os hundáis por una mala nota, esfuérzate, coge fuerzas y supéralo, como digo yo: "hay que callar bocas" y cuando las callas sientes una satisfacción increíble, os lo aseguro.

Así que ya sabéis no os decepcionéis por una mala nota, porque nosotros no debemos decepcionarnos con nosotros mismos, sino decepcionarnos con este sistema educativo que hace que tengamos que ser competitivos entre nosotros, mirando un número, en vez de a la persona.

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