Capítulo 1; La quedada.

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Solo falta un día para mi decimosexto cumpleaños; hoy es viernes por la tarde, y me alegro, ya que no hay instituto hasta el Lunes, y aunque acabe de empezar las clases, no significa que en los primeros días, aunque no hacemos nada, y me reencuentre con mis amigas, me debe de gustar el instituto.

Hablando de mis amigas... Hoy iba a quedar con ellas a las cinco y media. Miro el reloj del móvil y veo que ya es la hora.

—¡Madre mía voy ha llegar tarde!— Grité tan fuerte que mis padres y Adán (mi hermano mayor) se asustaron .

Adán tiene 19 años, es alto, tiene el pelo negro natural, con ojos castaños oscuros. Es un poco chulo, siempre se está haciendo el guay. Lo bueno es que como tiene coche, (y encima un descapotable, cosa que él como se sacó el carnet de conducir, pues le regalaron el coche por su cumpleaños) me aprovecho de él, ya que está obligado a llevarme a todas partes, y si no lo cumple, no podrá usar más el coche(un trato que hice con mis padre, una larga historia).

—¿Que pasa hermanita, por qué gritas de esa manera?—Dijo él sobresaltado.

—Verás, he quedado con las chicas en casa de Brenda, y voy ha llegar más tarde de lo que ya es si voy andando, necesito que me lleves en tu querido coche.— Le dije desesperándome.

—Está bien, te llevaré.—Me dijo sin rechistar cogiendo las llaves del coche.

Llegamos en siete minutos más o menos, la casa no estaba muy lejos.

— No hace falta que me recojas Adán.— Le dije, porque tenía pensado irme con Yaiza, ya que ella tenía la misma ruta que yo para irse a su casa, eramos casi vecinas.

Él asintió con la cabeza.

Toqué el timbre, de la mansión que tenía Brenda, por eso siempre quedamos en su casa, y también porque sus padres muchas veces no están, debido a cosas del trabajo,así que podemos hacer el jaleo que nos de la gana.

— Ya estás aquí, te estábamos esperando.—Dijo Brenda con cara de felicidad.

—Lo siento, es que se me ha hecho tarde.

—No pasa nada, venga entra.— Me dijo señalando la puerta de entrada.

Su casa era enorme y muy espaciosa.

Allí estaban:

Samantha: Es un poco baja, tiene los ojos color verde esmeralda y el pelo un poco cortito (más o menos por la barbilla, le queda fenomenal, es muy adorable) y su color de cabello es de un tono rojo Ocre ( aunque es teñido ). Ella es alegre, divertida, graciosa...Lo que más me llama la atención de ella, es que se preocupa más por los demás, que de ella misma. Para ella la amistad es un tesoro lleno de sorpresas. Le encanta las flores, siempre lleva una como accesorio en el cabello.

Brenda: Es de mi estatura, tiene el cabello liso, que le llega por los hombros, de color castaño claro. Tiene los ojos grades, de color gris,son realmente preciosos. Ella es muy segura de si misma , valiente y fuerte. Es un poco presumida y caprichosa,(ya que su familia es rica). También se enfada con facilidad,lo curioso es que nunca se ha enfadado conmigo; y es algo orgullosa. Pero me cae fenomenal, y combina muy bien la ropa. Cuando necesito consejos de ropa y maquillaje, acudo a ella, es una especialista.

Yaiza: Es la más alta de todas, tiene los ojos de color café, tiene el cabello largo liso, su color de pelo natural es castaño claro, pero se ha hecho mechas californianas. Ella siempre lleva mucho maquillaje, pero lo hace de una forma, que le queda genial.

Ella siempre lleva las uñas multicolores, cosa que me encantan, representan mucho su estado de animo, alegre, feliz... Nunca la he visto triste, ni siquiera cuando rompió con su novio.

Ellas son las amigas con las que me junto siempre.

—Hola Jess.—Me dice Sam con un tono muy alegre.—¿A que no sabes que día es mañana?—me pregunta con mucho entusiasmo.

¡Se ha acordado! No llevamos ni un año juntas, y ya se sabe mi fecha de cumpleaños. Lo que decía, se toma muy enserio el tema de la amistad. Solo se ha acordado ella. Me toco el collar que me regaló Talía por mi décimo cumpleaños. Otro cumpleaños más sin ella .De repente me entran ganas de llorar, pero intento no hacerlo, y lo único que hago es fingir con una sonrisa falsa.

—Jajaja.—Me río falsamente— ¡Es verdad! Mañana es mi cumpleaños, me alegro de que te hayas acordado Sam.

—¿Es tu cumple? Como mola dieciséis años ya.—Dijo Yaiza dando pequeños saltitos de la emoción.

—Bueno es mañana chicas, todavía falta un día.—Contesté.

—Ya... Pero ya sabes lo que dicen , siempre se cumple dieciséis años todos los días.—Dijo Brenda.

—Será, que no se cumplen dieciséis años todos los días, boba.—Corrigió Sam riéndose.

Después todas nos reímos.

Pasamos todo el rato haciendo tonterías y hablando sobre chicos, moda y sobre mi cumpleaños.

Miré mi reloj digital y ya eran las 20:45.

—Ya me tengo que ir chicas, se me ha hecho muy tarde. A las nueve tengo que estar en mi casa.— Dije apresuradamente; sin ganas de irme de allí, pero tenía que hacerlo,mis padres son muy estrictos; si los desobedezco, me quitan el móvil y no salgo más con mis amigas, así que intento siempre salir un cuarto de hora antes para llegar a tiempo, aunque solo llegue un minuto tarde... me castigan ( a veces los odio, por no decir siempre).

—Vale, yo también me voy contigo.—Me dice Yaiza, ya que no quiere irse sola.

Llego a mi casa a las 20:57, justo a tiempo, me despido de Yaiza, y ella me felicita por adelantado, le hacia mucha ilusión ser la primera en felicitarme.

Entro a mi casa, me pongo cómoda y, seguidamente me pongo a ver la televisión.

A las 21:30 ceno, y a continuación me tumbo en la cama, y me quedo dormida al instante del cansancio.

La princesa de los sueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora