Si todo este embrollo hubiera dependido de ella, hubiera evitado por todos los medios volver a ver a Allistor, incluso cuando apenas pasaba por el lado de él en la oficina y no le dirigía palabra. Cuando Alice le avisaba que pretendía almorzar con él y que ella también los acompañara, Murron prefería salir corriendo a algún lugar como si quisiera borrar toda evidencia plasmada en su expresión culpable porque era indudable que se sentía precisamente así. No había hablado con Allistor desde el "incidente", y sólo recuerda que después del beso y la locura y la música hacía cualquier cosa por permanecer lo más encerrada posible en su cubículo trabajando como si le hubieran triplicado el sueldo, porque todo, y más Alice, su amiga del alma, le recordaba a él. Sabía que el Kirkland era demasiado bruto como para andar pensando en ella o que tuviera la intención de buscarla, así que no había nada de malo en alivianarle el trabajo y desaparecer.
Lo cierto era que aunque se alejaba físicamente de él, el recuerdo y la sensación no se la podía despegar de encima porque le resultaba imposible. Sin embargo, como si se hubieran puesto de acuerdo, eligió hacer caso omiso de cualquier cosa que tuviera que ver con Allistor y Alice parecía no saber absolutamente nada de lo ocurrido, cosa que sin duda le ayudaba bastante, o cuanto menos que se hiciera la desentendida; le alivianaba la consciencia.
Aunque era inevitable encontrarlo a veces con su hermana y tener que compartir obligatoriamente con él cuando se veían en los almuerzos del casino o en el café próximo a la empresa, así que Murron, como tampoco deseaba someter a Alice a desaires innecesarios por no querer almorzar con ella ni mucho menos hacerla sospechar peligrosamente de algo, se tragaba sus nervios y disimulaba lo mejor que podía y ser tan venenosa con él como si nada hubiera pasado, y claro que Allistor tampoco se quedaba atrás al decirle tonteras como que las kilt eran un ícono exclusivo de Escocia y que Irlanda las copió descaradamente, cosa que hacía enojar en serio a Murron y sentirse absolutamente apoyada cuando Alice le daba la razón en decirle que las kilt eran originariamente irlandesas y que los escoceses la tomaron de allí. Claro que el otro volvía hacerse la víctima, a su manera brusca, al preguntar el por qué su hermana se ponía del lado de ella y no lo apoyaba.
Otras veces, y que era lo más común después de la última salida, Alice prefería pasar sus ratos libres con Francis que solía invitarla a distintas cafeterías o acompañarla a redactar el informe de su práctica, entonces la rubia se ponía de pie y cuando Murron se veía sola con Allistor, soltaba un simple "ahí te ves, Wallace" y se iba hacia alguna parte. Resultó bastante irónico que al final, Alice aceptara más rápido de lo esperado lo que sentía por Francis y que Murron anduviera huyendo de su realidad que tarde o temprano le iba a explotar en la cara sin remedio.
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Si Murron hacía todo lo posible por no levantar sospechas en Alice hacia ella y su hermano, lo cierto es que la labor de Allistor en esa misión era un auténtico desastre, porque él nunca supo disimular ni su mal humor, ni su seriedad, ni sus gustos ni mucho menos su interés en Murron. Una grata sorpresa fue para él que la campaña publicitaria por el nuevo perfume de Dior haya comenzado más rápido de lo que pensó. Era bueno, porque era un momento perfecto como ningún otro para dejar de pensar en tonterías. La amiga de su hermana, por ejemplo.
Todo el tiempo que la campaña duró, se mantuvo ocupado en su oficina y en salir lo menos posible de ésta y cuando lo hacía, se aseguraba de que Murron no estuviera dando vueltas por ahí, y suspiraba aliviado disimuladamente cuando no la veía por los pasillos, los baños, el casino ni en ninguna parte. Parecía que hasta le tenía miedo. Aunque era inevitable. Por todos los medios se le hizo inevitable. Llegó el punto en que buscó cualquier excusa por ir a meterse a su cubículo a preguntarle acerca cualquier tontería pretendiendo sonar lo más seco posible; se aparecía con más frecuencia en los lugares que frecuentaba Alice con la excusa de que quería pasar más tiempo con su hermana, pero seguía sintiéndose como un imbécil al conocer perfectamente las intenciones que escondía detrás de esas tontas explicaciones.
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APH: El ritmo de tus ojos | EscociaxNyo!Irlanda
FanfictionLuego de dos años trabajando para los Kirkland, Murron Mackay experimenta una sensación extraña cuando todo a su alrededor se vuelca hacia Allistor, el hijo de su jefe, haciendo que incluso su sola presencia la divida en dos: por un lado, un aleteo...