Capítulo 5: Pasión contenida

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Advertencia: Este capítulo tiene contenido sexual explícito [+18], por lo que se ruega discreción.

Durante su último día antes de volver a su trabajo, Crystal seguía pensando en Jaehee, y la discusión que tuvo con Jumin. Sabía que no podría cambiar a su marido de la noche a la mañana, ni tampoco que fuera el sujeto más empático del mundo, pero debía encontrar una forma para que él entendiese. Rememorando la situación, a ella se le ocurrió una idea: Jumin solo entendió el ejemplo que le había dado, porque ella se había puesto en él, así que cuando su esposo llegó a casa, le propuso la idea.

- Jumin, ¿aún no has encontrado otra asistente jefe que pueda ayudar a Jaehee? - Jumin la miró sin entender. Fue una de las primeras cosas que le dijo Crystal en cuanto llegó a la casa, además de saludarlo con cariño. ¿Por qué era tan urgente hablar de eso ahora?

- No. Me costó mucho encontrar a Jaehee, a alguien con tanto potencial y que... - Jumin se detuvo. No estaba seguro si debía hablar ese problema con Crystal, mientras ella lo observó con curiosidad. Arqueó una ceja esperando la respuesta. Supuso que ya había comenzado la oración, y ella no descansaría hasta que le dijera lo que tenía que decir.

- Y que mi padre no se acercase a ella. Todas mis asistentes terminaban saliendo con mi padre. - dijo Jumin, con enojo, mirando hacia al lado. Ella le acarició el rostro para tranquilizarlo.

- No te preocupes, lo entiendo. - le dijo abrazando su pecho. Era considerablemente más alto que ella, así que no podía abrazarlo de otra forma.

- Creo que tengo una idea que podría ayudar a ti y a Jaehee. - le dijo sonriendo. Jumin la miró con interés, mientras aun no la soltaba de su abrazo. Ella alzó el rostro, para mirarlo a los ojos.

- Debería yo ser tu otra asistente jefe. - Jumin la miró perplejo. No se esperaba ese tipo de proposición de su parte.

- ¿Qué? ¿Por qué quieres hacer algo como esto? ¿Y tu trabajo? - preguntó Jumin con inquietud.

- Solo quiero ayudarlos. Sé que no entiendo mucho de negocios, pero digamos que sería la asistente más cercana de Jaehee, y le pediría que me enseñase todo lo necesario. Esto hasta que al menos contrates a una más competente que yo. - dijo ella sonriendo. Juminm seguía sin afirmar o negar la situación, se tomó más tiempo del necesario en pensarlo. Crystal continuó.

- En cuanto a mi trabajo, digamos que podríamos compatibilizar el horario: en la mañana trabajo contigo, y en la tarde voy a mi trabajo. - dijo ella. Jumin seguía pensando en la situación, sin decir nada.

- Y en cuanto a tu padre... no se acercará a mí. - dijo ella, arqueando una ceja. En ese aspecto Jumin le concedió la razón. Su padre jamás se acercaría a Crystal, considerando que era su esposa. Jumin pensó que quizás era una buena idea, pero solo había puntos que afinar, problemas que resolver.

- Pero terminarías agotada: estarías todo el día trabajando. No necesitas trabajar tanto, sabes que puedo darte lo que tú quieras. - dijo Jumin, pensando en el bienestar de Crystal.

- Es por ayudarlos. Queda poco tiempo para sacar la cadena de café, y necesitan hacerlo bien. No es por tu padre. - dijo Crystal, sonriendo. Es por Jaehee y Jumin. Ambos debían aprender una lección de sí mismos que estaban olvidando.

Jumin se paseó por la habitación, intentando pensar en todas las posibilidades, hasta que se detuvo en un rincón y cerró los ojos. Si bien, el tener a alguien como ella le ayudaría mucho, a pesar de que ella no supiera nada de negocios, sus capacidades si son sorprendentes. Era del tipo de persona que lograba todo lo que se proponía, y no le sorprendía que hiciese excelente su trabajo, es más, se lo esperaba. Además, él no estaba durante la mañana en casa, por lo que verla aunque sea trabajar, sería grato. Por otro lado, su padre jamás se acercaría con otras intensiones a ella, así que podría cumplir perfectamente sus labores. Pero eso lo llevaba a una última pregunta: ¿Cómo debería tratarla? Iba a ser su asistente, no podría darle preferencia de ningún tipo, más que el horario de trabajo. ¿Cómo se iba a resistir verla todos los días, si ahora solo pasó por la oficina durante media hora y no pudo soportarlo? Jumin suspiró. Tendría que aprender a controlarse. Quizás realmente necesite la ayuda de alguien más, y quien mejor que la persona a la que le tiene más confianza en el mundo. Finalmente, Jumin asintió.

De sudor y ternura «Mystic Messenger» [Jumin/MC] [Parte I]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora