El destino

7 0 0
                                    

Creo que a todos nos han dicho que no hablemos con extraños asi que bueno, soy Jess Garcia, actualmente tengo 21 años, soy quiteña y amo el color lila, asi que ya que nos conocemos puedo continuar y contarte mi historia.
Para que me entiendas mejor tratare de decirte fechas o hace cuanto fue por que esto empieza el 12 de noviembre del 2014, en aquel entonces yo me encontraba en primero de bachillerato, todo lo que haya sido de mi vida antes de este día realmente no importa, ya que todo era monótono y aburrido, madrugar, estudiar, comer, deberes, dormir. El ciclo de todos los de mi edad. Sin embargo este día nunca lo olvidare, ¿sabes? Fue el día en el que lo conocí y toda mi vida empezó a tener sentido, no es una historia de amor o romántica pero te contare el como lo conocí, estaba en la hora de receso, como de costumbre fui a comprar gomitas al bar, mis favoritas son los ositos verdes, así que le pedí a la señora que me diera 20 gomitas verdes, a lo cuál la señora me dijo "encontraras al amor de tu vida, es la última ". Escuche a la persona de atrás mío soltar un suspiro profundo y molesto, volteé a ver y ahí estaba él, su nombre es Andres Mena, un chico mayor a mi por dos años, el estaba en tercero ya por graduarse, es un chico alto morenito y de ojos miel, no tiene mayor gracia que su sonrisa.
Pero el encanto se rompió rápidamente cuando me gritó " perfecto 10 minutos de fila para que se lleve todas las gomitas verdes", me sentía algo culpable por quitarle sus golosinas favoritas, a la vez me sentía molesta por que yo las gané y debía atascarme con ellas como era mi plan al inicio, pero verlo triste por algo así me hizo pensar en que podría compartir algunas con el, así que me acerqué y le dije:
-Hey, ¿me recuerdas?, soy la bruja que te dejó sin gomitas.
-Hola- respondió el con una sonrisa perfecta.
-Si quieres te puedo dar de mis gomitas.
-¿También te gustan solo las verdes?
-Jajaja lo se, soy la ultima de mis hermanas y ellas odian las gomitas verdes, así que de la bolsa de gomitas que compran, a mi me dejaban siempre las verdes, así que es mas costumbre que gusto.
Tomé una gomita y me la comí
-¡Qué!, monstruo, ahora esa gomita sufre mucho.
-¿de qué hablas?
-Debes primero morder la cabeza, así no sienten dolor al ser masticadas y no sufren.
Lo dijo enserio o era una broma, al día de hoy aún no estoy segura, pero me pareció adorable su forma de ver las cosas.
El timbre sonó y pensé que todo volvería a la normalidad, pero el evadió el destino y me llevo a una linea de tiempo que nunca imaginé.
Me tomó del brazo y me preguntó mi nombre y dió gracias por las golosinas, me invitó a salir a un centro comercial por mi generosidad.

Por si despiertas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora