Capitulo Unico

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- perdoname - Leonardo tomó la mano de su esposa - por favor, no me dejes - perdoname, perdoname..   

Lágrimas caían en su rostro, tenía una herida más está no sangraba.
Pensar que sólo unas horas antes había hablado con ella por medio de videochat.

Pensar que las consecuencias de sus errores los pagaba ella. Dolía demaciado. Él merecía estar en esa cama no ella. No la persona que tanto lo amó, que tanto cariño le brindo toda su vida.

Los recuerdos se volvían sus peores enemigos en ese momento, recuerdos de las veces que ella lloró por él. Por sus palabras hirientes al enterarse que no podía tener hijos, lloraba pidiendo que luchará por su vida. Pidiendo perdón por tantos errores cometidos, pensar que mientras ella lo esperaba en casa con una cálida y hermosa sonrisa el le pagaba con infidelidades, acostándose con su secretaria la cual se convirtió en su amante semanas después de haberse enterado de la esterilidad de su esposa.

Leonardo Hamato el más importante empresario de la industria hotelera, con una esposa intachable, bella y amable , perfecta para él. Sería un golpe bajo y duro si la prensa se enteraba de sus encuentros amorosos con su amante por eso guardo las apariencias.

¿La amaba? Si, lo hacía. Más sus deseos carnales pudieron a tal grado que inventaba viajes para llevar el invertir su tiempo y dinero en Abril O'Neil, su amante, descuidando su hogar y a la chica que juro amar de por vida.

- lo lamento señores Hamato. Pero no es posible que quede embarazada señora - recordó las palabras del doctor.

- pero... - Karai busco consuelo en si esposo más Leonardo se limitó a ponerse de pie y salir del consultorio.

- lo lamento - se disculpó la joven ya estando en casa. Derramaba sus lágrimas.

- no tienes que pedirme perdón, solo tenías que hacer una cosa. ¡Solo tenías que darme un heredero! ¡Ni eso puedes hacer bien! - la tomo de los hombros y la sacudió con ira. - ¡Joder! ¡De qué me sirves? ¡De nada!

La chica cayo al suelo, lloraba y pedía perdón ella también sufría con la noticia.

Ese día salió de casa y casualmente se encontró con su secretaria en un bar, Abril O'neil cumplía años por eso salió a festejar

- eres muy linda - recordó haberle dicho.

- gracias - contesto la chica.

Poco a poco su charla de hizo más fluida con forme pasaba la noche los tragos hacían efecto. Al siguiente día despertó completamente desnudo en una cama y habitación ajena.
Giró su rostro buecsndo respuestas más lo único que encontró fue una cabellera rojiza y el cuerpo desnudo de su secretaria.
Se sintió mal por haber engañado a su esposa más algo dentro de él decía que se lo merecía.

Y así el tiempo fue pasando al llegar a casa ella lo resivia con una sonrisa y un beso. Leonardo ya no se preocupaba por ella, más Karai hacia lo posible por salvar su matrimonio. Por eso había decidió que le daría ese heredero que tanto queria, era su más grande sueño ser madre. Más ese sueño no pudo cumplirse.

Karai descubrió el engaño de Leonardo y no dijo nada. No reclamo.

- perdoname mi amor - Leo pedia perdón sin saber qué más hacer.
- te juro que todo va a cambiar y nunca más voy a hacerte sufrir solo quédate conmigo. - beso el dorso de la mano.

Aún no tenían un culpable, recordó que ese día no estaba con ella para protegerla debido a que una semana antes había salido de viaje junto a su secretaria, hablaba pocas veces con Karai, días antes ella se veía muy feliz. Hermosa como siempre. Leonardo había decidido que terminaría con su aventura un día después de haber despertado en una cama de hotel sin tener esa calidez ese amor que le brindaba estar con su esposa en casa.

Fue como un golpe pero ayudo a entender que nunca encontraría lo que tiene en el hogar por una aventura pasajera.

Ese día hablo con su esposa y ella le prometió que la noticia que le daría lo haría muy feliz.
Empaco sus cosas y llamo a su secretaria quien en seguida entro luciendo un conjunto de encaje negro.

Leo la miro de pies a cabeza, ella se acerco y puso sus manos al rededor de su cuello.
Más él las tomo y lo alejó de él.

- debemos parar - comenzo - esto tiene que terminar - la chica lo miro pensando que se trataba de un juego.

- es broma ¿No? - pregunto indignada - ¡NO PUEDES DEJARME!  

- lo siento, pero me di cuenta que amo a mi esposa -

- PERO ELLA NO ES UNA MUJER PARA TI, YO PUEDO DARTE HIJOS ELLA NO! - grito colérica.

Leo cerro los ojos y jalo aire.

- lo siento. Este es el fin - regreso a su maleta y la cerro

- ¡No puedes dejarme. Si lo haces le contaré todo a Karai. Sabrá que le viste la cara todo este tiempo! - amenazó

- sabes que, haz lo que quieras ella va a perdonarme - aseguro.

Abril salió de la habitación enojada.

Leo dejo a su disposición una manera de regresar. Debía llegar rápido. Le contaría la verdad. Solo la verdad.

Estaba seguro que el amor que sentían el uno por el otro arreglaría todo.

Más resivio una llamada mientras se encuentraba en el avión preparando su confesion.
Karai había sido atacada fuera de su hogar, herida de bala.

Al bajar del avión se apresuró a llegar al hospital.

- señor Hamato, soy el oficial a cargo de este caso. ¿Podría hacerle unas preguntas? -

Leo se puso de pie - si, claro -

- ¿Conoce usted a Casey Jones ? -

Leo volteó a verlo - no. No creo.

- Casey Jones declaró haberla herido como forma de venganza, asegura que usted mantenía un romance con Abril O'neil su esposa -

Parecía que su mundo se derrumbaba más si era posible. Venganza. Ella pagaba por él.

- refundalo en prisión - soltó como veneno -.

Tras palabras después, Leonardo regreso a la habitación junto a su esposa

Tomo sus manos entre las de él - lo lamento tanto amor. Esto no lo mereces, te amo y prometo cuidarte y protegerte para siempre. Solo quédate conmigo por favor, te lo pido ¡No puedes hacer esto! Debemos ser felices.

Lloraba y suplicaba.

- por favor, perdoname - tras terminar de decir aquello la máquina comenzó a hacer un ruido más acelerado.

Leo levantó la cabeza notando que el de su corazón era el que hacía ese ruido. Fue invadido por doctores y enfermeras.

- señor debe salir - dijo una de ellas empujándolo fuera

- no, no ¡Karai! - grito.

Se deslizó por la pared tomando su cabeza.
Minutos después para el parecieron eternos se puso de pie  al notar al doctor 

- lo lamento, no pudimos hacer nada -

- NO! ¡NO! ¡NO! ES MENTIRA! ELLA NO ESTA MUERTA! - sscudia al doctor, creyendo que era una mala broma.

- lo lamento, hay otra cosa que debe saber. - Leo escuchaba sin demostrarlo - ella estaba embarazada.

            
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Hola! Este es el primer One-shot que escribo. Ojalá sea de su agrado.

;-)

Perdoname - One-shot Donde viven las historias. Descúbrelo ahora