Estábamos hablando.. Habíamos quedado en su casa a ver películas. Todo transcurrió normal.. Pero era algo tenso; La atracción de los dos era notable, sin embargo nínguno de los dos mencionabamos algo. Estábamos hablando de tonterías, de un momento a otro mientras hablaba notaba cómo él comenzaba a mirarme de manera rara.. Podría decirse que "tierna", comencé a ponerme nerviosa.. Y simplemente me puse roja, él lo notó y se escuchó una risa dulce de su parte. Me llevé las manos a la cara en modo de verguenza. Sentí su respiración chocar con mis manos, estaba cerca de mí. Sentí sus manos tomar las mias, sabía que me quitaría las manos de la cara, cerré mis ojos con fuerza.. Sin esperarlo, sentí sus labios sobre los mios, abrí mis labios con alegría.. Finalmente me había besado, sus movimientos eran suaves, los completaba con pequeñas mordidas que hacían que me estremeciera.
«Estaba subiéndome el calor, necesitaba más de él».
Esta vez yo mordí su labio inferior, fué la maravilla, su labio era grueso. Su respiración se volvió pesada.. Aproveché ese momento y pedí permiso para que mi lengua entrara, él cedió.. Comenzamos a bailar con nuestras lenguas. Él comenzó a colocar sus manos en mi cadera, me incitó a sentarme encima de él, aún sin separarnos lo hice. Sabía que pasaría, sabía que esta noche, haría el amor con él. Y créeme que no me arrepentía. Sentí sus manos frías posarse debajo de mi blusa, dí un pequeño saltito al momento que su piel fría tuvo contacto con mi ábdomen.. Comenzó a acariciar mi piel, se separó de mí, pegué mi frente con la de él agitada.. Relamió su labio y sonrió pícaramente. Depositó un pequeño beso en mis labios y comenzó a besar más abajo de mis labios, comenzó a besar mi cuello, besos húmedos, podía sentir su salíva.. Junto con estas pequeñas mordidas y chupetones, sus manos llegaron a mi sujetador, mi respiración estaba agitada, demasiado diría yo, me sorprendí al escucharme, pero el deseo que comencé a sentir fué demasiado y no le tomé importancia. Fué pasando sus manos a mi espalda y en menos de un segundo ya había desabrochado mi sujetador. Posó sus manos en mi ábdomen. Pasó su lengua sobre mi cuello y me miró.. Lo miré, se le veía lleno de lujúria.. «Esto iba a estar bueno».
Me arrecostó en la cama sin quitarme aún la blusa, me pareció curioso.. Dejé de pensar y me dejé llevar, subió mi blusa y dejó mis pechos al aire.. Comenzó a besar el medio de mi pecho, me estremecí.. Tomó mi seno izquierdo con su boca y con su mano izquierda tomó mi seno derecho, comenzó a lamer mi pezón y jugueteaba con su mano en mi otro pezón.. Arqueé mi espalda, esto era demasiada tortura, lo necesitaba ya dentro de mi. Notó que era suficiente y se detuvo, se alejó y comenzó a desvestirse, yo aún seguía tendida en la cama con mi ropa. Muy fácil se deshizo de su camisa y sus vaqueros, quedó a la luz su hermoso ábdomen y sus boxers color gris con una erección que se veía muy pronunciada. Gateó hasta la cama y me besó de nuevo, comenzó a desabrochar mi pantalón y yo mi blusa, cuando me dí cuenta ya estaba en pantis.
Era mi turno de jugar.. Me alejé y me coloqué encima de él, me senté en su erección.. Cuando sentí su bulto justamente en mi entrada, me excité a no más poder. Comencé a moverme soltando pequeños gemidos, una, dos, esto me encantaba.. Sentí algo mojado, miré hacia abajo y era él, estaba a punto de explotar, seguro le dolía. Antes de quitar mi panti acerqué mi boca a la pequeña mancha de líquido pre-seminal que había mojado en su boxer y lo lamí, eso le hizo dar un brinco.. Le quité sus boxers, ví su pene erecto..Yo era virgen..
Lo pensé, estaba a punto de entregarme a él..- Decidí hacerlo. Quité mis pantis, él me colocó debajo de él. Se acercó a mi oido y me dijo: ¿Estás lista?. Yo asentí. Sentí la punta en mi entrada, el me miró y me besó, me hundió en un beso largo y agitado, no soltó mis labios, y entró poco a poco, dolía, yo me separé de sus labios y solté unos pequeños gritos de dolor, sentía que lloraría, era cierto lo que decían.. Dolía como mil infiernos..
–Perdóname, ya estoy llegando..-Lo dijo en mi oido.
Se introdujo, se quedó ahí por unos segundo permitiéndome acostumbrarme.. Salió suavemente y volvió a entrar, el dolor se volvió placentero.. Le pedía más, y comenzamos con un vaivén..
Entre gemidos por su parte y mi parte me dijo que ya se venía, sentí cómo se vino dentro de mí finalmente. Cansados, ya habíamos llegado al tan esperado orgasmo. Salió de mí, se arrecostó a mi lado..
–Gracias por entregarte a mi.. Te amo tanto. -Dijo él regulando su respiración.
–Yo te amo más..-Sin poder ser consciente de nada me ví sumergida en un largo sueño, exhausta. Había sido la experiencia más hermosa que por fin, luego de tanto tiempo, había finalmente llegado, me había entregado al chico que amaba.
“Así fué como me entregué en cuerpo y alma a la persona que tanto amaba”