Capitulo 10

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—No comprendo que le ves a Machu, ¿en serio León?—le doy un trago a mi jugo y observo de León a Machu varias veces, sus miraditas de niños traviesos me están provocando asco.

—Que casualidad Emilia, porque yo me pregunto lo mismo—contesta irónico refiriéndose a Claudio.

—Claudio es... amable, siempre se comporta como todo un caballero; además es bastante guapo y tierno—No debería defenderlo pero la situación es la siguiente: ¿me gusta Claudio? él me encanta, ¿me he ilusionado con él? Por supuesto, como una estúpida, pero él no ha hecho nada para que yo me creará esas ilusiones, él sólo ha sido amable y me quiere únicamente como su amiga no tiene la culpa de que mi atracción por él sea unilateral, en conclusión: ha sido un imbécil, pero un imbécil que no me ha hecho insinuaciones de otro tipo que no sean amistosas, tengo que comprender eso, cosa que no es fácil, por lo mismo he decidido que mantendré mi distancia con él.

—Al parecer tu conoces a un Claudio muy distinto porque el que yo conozco es un completo freson que se relaciona unicamente con cuatro personas porque cree que la mayoría no somos merecedores de su atención—de reojo puedo ver cómo Claudio sonríe, eso significa que ya no esta triste, han pasado algunos días a pesar de que ha intentado acercarse a mi siempre pongo una excusa y me marcho, Antonia le dice algo al oído y él se carcajada como nunca.

—Ya deja de ser tan masoquista- habla León haciendo a un lado su plato vacío.

—Oye... ¿A Ulises le parecerá bien que su novia ande por ahí del brazo de Claudio? Digo, no es que este mal pero hasta donde sé ellos no se llevan bien.

—Escuché un rumor sobre que están teniendo problemas.

—¿De dónde salió ese rumor? —pregunto, ya que no he escuchado nada sobre Ulises y Antonia en crisis.

—Lo inventé yo por supuesto—dice León de una forma tan relajada, pongo los ojos en blanco.

—Eres una vieja chismosa.

—Es tu culpa, yo nunca había tenido una amiga y desde que te conocí tenemos la costumbre de venir a destilar nuestro veneno en la cafetería—sonrió

—He creado a un monstruo—nuevamente las risas de Claudio y Antonia se hacen presentes llamando mi atención. Lucen tan felices, cualquiera que los mirase justo ahora pensaría que son la pareja perfecta.

—Tú eres más divertida que ella, él se lo pierde.

—Baia, Baia, malévolo cucarachon se nos puso sentimental—digo tomando sus mejillas como una abuela y hablándole como si fuese un bebé.

—¿Malévolo cucarachon? ¿de dónde sacaste eso?—Pregunta divertido liberandose de mi agarre.

—Facebook.

—¡Leoncito!—la voz de Muchu suena justo detrás de mi, llega a hasta León y le dá un beso en la mejilla mientras me observa como si yo pretendiera robarselo, pongo mis ojos en blanco.

—Vaya... ¿y ese saludo tan efusivo? —Dice León con sus mejillas completamente rosadas y con cara de bobo.

—Marcando mi territorio, cierta garrapata parece que no se quiere despegar de tí—dice ella mirándome nuevamente como si fuese alguna rival.

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