C A P I T U L O II

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Las semanas ya habían transcurrido con normalidad, los chicos visitaban cada tarde el gran lago trabajando en sus respectivas tareas al igual que el joven grupo de chicas que seguían constantemente a Drack, algo que lo molestaba un poco para ser sinceros.

—¿No se te hace molesto que te estén siguiendo? –pregunto Gabriel mirando al grupo de chicas al otro lado del lago.

El era un chico bastante fácil de tratar, su vida no era del otro mundo, era hijo único, sus padres lo abandonaron pocos meses de nacer por lo cuál vivía con sus abuelos los cuales no estaban la mayor parte del tiempo.

—Obvio que no idiota ¿Quien se quejaria que doce chicas lo persigan de día y noche? Nadie –dio un bufido para después colocarse el cigarro que tendía entre los dedos en la boca.

Mike era realmente un chico misterioso, muy pocas veces vieron a sus padres los cuáles constantemente peleaban por lo cuál siempre se le veía durmiendo en distintas casas para evitar esas irritantes peleas.

—Bueno eso pasa porque no saben que tengo una hija –contesto– les aseguro que si lo hago lo tomarán como un chiste o algo así

Para el era completamente agotador lidiar con esas chicas junto con sus coqueteos o elogios pero al mismo tiempo no deseaba ser grosero con aquellas jóvenes enamoradas.

Después de aquella plática la tarde paso con normalidad con su llegada a casa donde su hija lo esperaba con entusiasmo al abrir la puerta.

—¡Papi!

—Hola corazón ¿Te portaste bien en con la abuela? –pregunto mientras la cargaba y cerraba la puerta tras él.

—Se portó muy bien cariño no te preocupes –contesto con una sonrisa.

El chico bajo a la pequeña niña al suelo para luego ver algunas señas de parte de su madre para hablar a solas dentro de la cocina a lo cual prendió la televisión dejando ver la caricatura favorita de parte de Helen.

Pasó con ella durante algunos minutos hasta que finalmente se puedo retirar a la cocina donde su madre estaba mirando el patio por una pequeña ventana.

—Hola mamá –saludo llamado la atención de su madre– ¿De qué querías hablar?

Su madre no dijo palabra alguna, simplemente le acercó una hoja la cual tenía un dibujo hecho por su hija, arriba aparecía como título "Familia" dónde aparecían todos ellos y en especial destacaba una pequeña persona en un fondo.

—¿Has hablado con ella? –pregunto dejando a un lado el dibujo.

Su madre negro, nunca habían mencionado a su amada frente a la pequeña la cuál jamás había preguntado sobre ella.

—¿No crees que es hora para irla a visitar? –pregunto tomando un vaso para después colocarlo en los trastes sucios– Se que para ti es difícil pero, ella debe conocer la verdad Drack…

El simplemente dio un suspiro pesado, de verdad que la extrañaba, desde su fallecimiento no había dado un pie en aquel escalofriante sitió.

Su madre con tristeza se retiró de la cocina dejándolo completamente solo junto con su tristeza para simplemente tomar a su hija entre sus brazos y llevarla a su cómoda cama dónde el también paso la noche.

No pudo dormir, el tan solo pensar que volvería a aquel lugar lo ponía débil físicamente y mentalmente, pareciera como si fuera ayer la última vez que vio esa hermosa chica pisar su hogar y escuchar aquel: "Te amo…"


















Mi Segunda Princesa || PROCESO ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora