Alicia apareció enfrente de una enorme mansión. El viento frío de otoño sacudía su cabello rojo, y la chica suspiró. Se quitó el mechón negro del rostro y dejó ver la fina cicatriz en forma de línea recta vertical que le atravesaba el ojo izquierdo. Caminó en silencio hacia la casa, sin esperar a Severus, pues siempre acordaban llegar con minutos de diferencia para no levantar sospechas. Observó los altos muros de cemento llenos de enredaderas que rodeaban la casa, la mansión de los Malfoy, y los amplios jardines que lucían oscuros puesto que siendo otoño, las plantas no habían perdido sus hojas pero se preparaban para el invierno. Abrió la puerta de barniz oscuro y en silencio subió las escaleras que daban al comedor, donde solían ser las reuniones en aquel lugar. Sabía que el Señor Tenebroso, Lord Voldemort, aun no habia llegado, no lo sentía a su alrededor. Aquello podía ser una ventaja, pues al llegar antes, quizás podía enterarse, mediante preguntas casuales, a que se debía aquella reunión.
Entró al comedor y escuchó una risita familiar, para luego ver como las hermanas Narcissa Malfoy y Bellatrix Lestrange se acercaban a recibirla.
-¿Cómo estás, Croix? -susurró Narcissa dándole un abrazo.
Ella besó su mejilla. Croix era su sobrenombre entre los mortifagos.
-Cissy, bien. Feliz de verte de nuevo.-
Bellatrix de manera brusca, la abrazó y besó sus dos mejillas. Alicia, con su nueva identidad, era la protegida de las hermanas Black, pues ella como mortífaga, bajo las ordenes de Voldemort, habia sacado a Bellatrix y a otros diez mortífagos de Azkaban hace unos meses.
-Croix, querida.-
Alicia rió con suavidad.
-Lestrange, ¿me extrañabas? -
Bellatrix soltó su habitual risa y volvió a su puesto. Alicia se sentó a su lado, al otro lado se sentó Narcissa con Lucius, quien extendió la mano hacia Alicia.
-Viktoria Delacroix. Es bueno verte después de tanto tiempo.-
Alicia estrechó su mano con una suave sonrisa.
-Lucius Malfoy. Lo mismo digo. ¿cómo van las cosas en el Ministerio?-
El se apartó un mechón de su pelo largo rubio.
-Te enteraras en la reunión.- dijo con una sonrisa llena de confianza.
Las puertas se abrieron, donde apareció El Señor Tenebroso, seguido por el resto de los mortífagos que debían atender a la reunión. La mirada de Viktoria se chocó con la de Severus, y en un segundo, él asintió casi imperceptiblemente, dándole seguridad, y Alicia, a pesar de estar entre mortífagos, se sintió segura.
-Mi señor- saludaron todos en coro.
Lord Voldemort tomó asiento y los demás se sentaron.
-Me satisface ver que todos están aquí.- Comenzó el Señor Tenebroso. -El motivo de esta reunión es muy simple, se trata de un adelanto en nuestro proceso de infiltrar en el Ministerio a nuestras fuerzas.-
Un murmullo recorrió el comedor pero inmediatamente todos callaron.
-Para los que no lo saben, Dolores Umbridge fue enviada recientemente a Azkaban.-
Otro murmullo corrió por la habitación.
-¿Y por qué, más o menos?- inquirió Fenrir Greyback desde una de las esquinas de la larga mesa.
-Severus fue testigo de todo.-comentó el Señor Tenebroso, señalándolo. -¿Severus, por qué no nos cuentas como fue?-
Snape, con el tono de voz más frío e indiferente que pudo poner, explicó:
-Dolores Umbridge conjuró la Maldición Cruciatus contra Alicia Van Halen.-
Nuevamente un murmullo recorrió la habitación, y Alicia, como Viktoria, soltó una suave risa y vio a Snape.
-Disculpen que me ría pero, ¿A Alicia Van Halen? ¿La mocosa de los Van Halen? ¿La que es Auror? ¿Qué hacía en Hogwarts? -soltó otra suave risa, mientras todos los demás asentían, volteando a ver a Snape.
Severus clavó una mirada despectiva en Viktoria.
-Si, la misma. Es ahora profesora de Defensa Contra las Artes Oscuras en Hogwarts.-
Viktoria alzó una ceja, ladeando la cabeza, divertida.
-¿En serio? Parece que volvieron a quitarte el puesto, ¿no es así, Severus?-
Snape se abstuvo de contestar, pero sus miradas se chocaron como si hubiese una gran rivalidad entre ellos.
-Van Halen demandó a Umbridge y como todo el profesorado fue testigo, Umbridge sin lugar a dudas fue enviada a Azkaban.- terminó Snape.
-Y es ahí donde comienza nuestro avance.- dijo Voldemort, dejando de ver a Snape y girando hacia los demás. -Ahora que Umbridge está en Azkaban, mediante una Maldición Imperio convencimos al Ministro de Magia que colocara a Yaxley en su puesto.- dijo, señalando al mortífago del que hablaba. -Y como Yaxley ha sido ascendido, su lugar lo tomará Lucius, como Jefe del Departamento de Aplicación de la Ley Mágica.- añadió, señalando al otro mago.
Ambos bajaron sus cabezas hacia Voldemort en señal de respeto y agradecimiento.
-Con Yaxley como Subsecretario del Ministro y Lucius como Jefe de dicho Departamento estamos muy cerca de tener el Ministerio en nuestras manos, puesto que ambos son magos respetados en el Ministerio y nadie sospechará nada hasta que sea muy tarde.- dijo Voldemort con emoción y todos en la mesa aplaudieron. Viktoria le lanzó una mirada a Snape mientras aplaudían.
"Esto es grave" dijo ella con la mirada.
Snape asintió. "Muy grave."
-Ahora... Lucius tendrá la tarea de enviar a los Dementores de Azkaban a Hogwarts como supuesta medida de seguridad, y así, sin ellos en la vía, será muy fácil sacar a nuestros compañeros que siguen en Azkaban.-
Todos asintieron estando de acuerdo.
-Viktoria, Bellatrix, Greyback.- pronunció el Señor Tenebroso y todos voltearon a verlo atentos.
-¿Señor?-
-Los quiero a los tres a cargo de la expedición que mandaremos a Azkaban para sacar a nuestros compañeros, necesitamos a todos los que puedan sacar, sobretodo a Barty Crouch Jr.-
Los tres asintieron. -Así lo haremos, señor.-
-Bien, entonces que no se hable más. Viktoria, tu fuiste muy eficiente al sacar a varios de los aquí presentes de Azkaban, lleva a los mortífagos que necesites pero, después de que Severus te envíe una señal cuando los Dementores hayan llegado a Hogwarts.-
Viktoria asintió. -No lo defraudaré, mi señor.-
Voldemort asintió y con una palmada, se convirtió en una nube de humo negra junto a Naguini y salieron de ahí, y uno a uno, los mortífagos se marcharon de la misma manera, hasta que Viktoria se fue, y Snape salió tras ella.