Capítulo Único

453 112 29
                                    

Noche de San Valentín, cuando las personas escuchan sobre eso, lo primero que piensan es en el amor y disfrutar dicha noche con sus parejas; amandose uno al otro de forma mutua, tomarse de las manos, besarse, etc.
Era una gran noche, para los que tenían una pareja.

Mi nombre es Kim Jonghyun, soy locutor en una radio local, vocalista en un grupo que había formado con mis amigos y un universitario soltero. Bueno, a decir verdad, me gusta la vida que llevo y puedo decir con seguridad que disfruto todo lo que hago, me encanta poder hacer música en mis ratos libres, esa sensación tan maravillosa que sientes al cantar una canción que amas; sintiendo como cada nota llega a lo profundo de tu alma. Es increíble.
Al igual que cuando estoy en la radio y, al terminar cada programa, puedo sentir esa sensación de que a alguien le ayudaron mis palabras o simplemente disfrutó escucharme aunque sea un rato, me hace muy feliz.

Pero, a veces me preguntó, ¿Cómo sería vivir una relación formal ahora?
Había tenido una que otra pareja antes en la preparatoria, pero desde que había entrado a la universidad no había salido con nadie, si había tenido citas con algunas chicas pero nada formal. Claro, no es algo que me gusté presumir, pero hay muchas chicas que mueren por tener algo conmigo, pero ninguna de ellas logra captar mi atención por completo y tampoco puedo aceptar ser novio de aquellas chicas como un Casanova. Mi madre me había educado de esa manera, desde niño solía decirme que siempre piense en como se sentiría la otra persona si yo hago algo que pueda herirlo, no me gustaría romper el corazón de nadie.

En el día de San Valentín, recibí muchísimas cartas pero ninguna tan memorable como la que mencionaré a continuación.

Había sido un día algo cansado, así que en cuanto dieron las 10:30 pm me fui a dormir, no tenía nada que hacer y MinHo tal vez volvería al día siguiente, sabía perfectamente que tipo de "regalo" era el que le iba a dar a TaeMin esa misma noche.
Después de un rato, oí como tocaban la puerta de una forma algo ansiosa provocando que mis ojos se abrieran de inmediato. Lo primero que pensé fue en MinHo, «¿Se le habría olvidado algo?» exactamente eso fue lo primero que se me vino a la mente; Dios santo, realmente estaba teniendo un buen sueño, eran las 12:08 am, pero no podía dejar afuera a mi mejor amigo, cual sea la razón por la que haya regresado.
Pero, vaya sorpresa, al abrir la puerta pude ver a un chico, totalmente agitado y nervioso frente a mi. El cual derramó unas lágrimas cuando oyó de mi propia boca decirle que ya no era día de San Valentín.

De inmediato capte en sus intenciones una clara declaración y el porqué de sus lágrimas, así que insistí en recibir aquella carta, a pesar de que él me dijo que ya no servía de nada, y le prometí que le daría una respuesta el día blanco; justamente hoy.

Desde que entre a la habitación, leí aquella carta con detenimiento, volví a mirar aquel nombre mientras lo decía en voz alta; «Kim Kibum» teníamos el mismo apellido. Abrí aquel arrugado sobre para ver su contenido, analizando cada palabra plasmada por él, sintiendo todo aquello que quería expresarme por medio de esa curiosa carta. Dos años, durante dos años él había estado observandome con admiración; Realmente ese chico se había enamorado de mi y, algo que me hizo sumamente feliz es que no fue simplemente de mi aspecto físico, sino que también amo mi forma de ser, mi esencia como persona en su totalidad.
No pude evitar sonreír un poco ante ese pensamiento, de todas las cartas que había recibido aquel día, esta había sido la que más me había llamado la atención. No me importó en lo absoluto que haya puesto que era un chico egocéntrico y envidioso, más bien, no le creí mucho en ese aspecto; él debía ser una buena persona. Es aquí cuando tome la decisión de prestarle más atención a aquel chico el cuál ya había despertado un poco la curiosidad en mi, porque ahora era mi turno de dar una respuesta.

Durante este último mes me dediqué a observarlo de vez en cuando, debo admitir que ya lo había visto antes y lo recuerdo con claridad, nos habíamos topado una que otra vez en la Universidad pero jamás me había hablado. También recuerdo que en el momento que lo vi se me hizo alguien con unas facciones demasiado perfectas para ser reales, era claro que aquel chico de nombre Kibum era muy apuesto y eso lo notabas a los 2 segundos, no importa si es la primera vez que lo ves, no puedes negar su belleza.

El primer día que mis ojos le prestaron más atención fue cinco días después de San Valentín y me di cuenta de que es un divo en toda la extensión de la palabra. No quise describirlo como alguien egocéntrico tal y como lo había puesto en la carta.
Fue la primera cualidad que encontré en él.
Creí que lo mejor era comenzar en ver el defecto que me había puesto y convertirlo en una cualidad, una muy hermosa cualidad.

Era inevitable no notarlo, desde que comienza a caminar por los pasillos de esa manera tan característica, completamente en su estilo.

Los dos íbamos a nuestras respectivas clases cuando noté su peculiar forma de caminar. Realmente lucía como el rey del pasillo, ¿Cómo alguien podía lucir tan bien caminando?
Se veía tan seguro de si mismo, era simplemente él, ¿Por qué me mencionó que esto era uno de sus defectos? No podía entenderlo del todo, cómo mencioné antes, había convertido lo que él veía como un defecto en una de sus cualidades y estaba seguro de que podía encontrar más.

No pude evitar sonreír al verlo y al parecer él notó que lo estaba observando, porque de pronto toda esa seguridad se resguardo detrás de un notable sonrojo el cual invadió la mayor parte de su rostro, pero aún así hizo aquel esfuerzo de seguir luciendo empoderado frente a los demás, tal vez sólo yo me di cuenta de aquel, que para el era, un vergonzoso sonrojo.
O tal vez es porque ha pasado poco tiempo desde que me dio aquella carta y yo aún no le daba una respuesta, pero debía admitir que lucía lindo y fue algo divertido ver esa transformación frente a mis ojos.

Si, era un divo, pero también era alguien que estaba dispuesto a entregarme su corazón entero; es una gran persona si lo ves desde mi perspectiva, ese día me di cuenta de su forma de ser tan única, porque si, la forma de ser de Kibum es única.

...


La semana siguiente, un martes para ser exactos, sufría de un bloqueo creativo a la hora de escribir una canción, pero no era un bloqueo normal como los que había sufrido antes sino que se trataba de algo grave, ¡No había podido escribir nada en días!

Normalmente me inspiraba con cualquier cosa, siempre tratando de ver el lado hermoso o divertido de la situación e incluso el lado melancólico. Había escrito desde una canción erótica, musicalmente hablando, con sólo mirar la luna, hasta una canción divertida sobre la soltería al ver a dos cariñosas cucarachas cogiendo en la esquina del dormitorio.

Pero esta vez no había nada. Dejé salir un largo suspiro para relajarme y mi mirada se dirigió a la puerta de entrada del salón de música, una sonrisa apareció en mi cuando vi a alguien conocido esconderse.

—Kibum...— pronuncie de forma lenta, esperando a que viniera a mí y después de unos segundos pude conseguir ver su rostro.
Demonios, ¿Por qué era tan hermoso?

—Normalmente no digo estas cosas, pero lamento haber interrumpido tus pensamientos.— dijo un nervioso Kibum, una faceta muy diferente de él que de alguna manera me sentía feliz de ver, y se marchó rápidamente del lugar.

«Lindo» no pude evitar pensar y nuevamente miré aquella hoja de papel en blanco, en donde debería de estar escrita una canción, estuve pensando por un rato más, el rostro de Kibum no salía de mi cabeza y como si se tratara de un rompecabezas que mi cabeza iba armando lentamente comencé a tener una lluvia de ideas.

«El es...»
«sus ojos pequeños»
«Labios que ligeramente hacían pucheros»

La inspiración nuevamente había llegado a mi, algo que incluso me sorprendió, no sé imaginan lo cómodo que me sentí cuando comencé a escribir, basándome en las facciones de Kibum.

Reí un poco al pensar en lo que había causado un destello grande de inspiración en mi, Kibum.
«Ojalá pueda verte más seguido» pensé inconscientemente.

...

Conforme fue pasando el mes, el cual se me hizo algo corto, fui conociendo a Kibum cada vez más.
Me di cuenta de que la relación tan cercana que tenía con su mejor amigo TaeMin, que estudia ciencias de la comunicación, de su risa algo escandalosa, de lo inteligente que es y que se la pasa peleando con MinHo cada 3 minutos, si, esos dos parecían perros y gatos.

Cuando el mes de febrero se terminó, supe que tenía que dar una respuesta, desde que vi en mi calendario como el día 14 de marzo se acercaba, supe que tenía que tomar una decisión.
Tal vez Kibum se sentía de la misma forma que yo.

En los últimos 3 días, me dediqué a hacer una lista de lo que había observado en este último mes, busque mis razones para amar a Kibum.

1. Su personalidad tan única.
Kibum era alguien muy diferente a cualquier persona que hubiera conocido, es por eso que a muchos les llama la atención desde el momento en que lo ven por primera vez, yo no fui su excepción.

Su forma de caminar, su forma de balancear su vida, lo inteligente que es e incluso su risa escandalosa me gustaba. No me gusta describirlo como alguien egocéntrico y egoísta como lo puso en su carta, era alguien divo y se preocupaba por la gente que quería aunque no le demostrará del todo, sino fuera así... ¿Por qué me regalo un casco y rodilleras para que aprendiera a andar en bicicleta? Me hubiera gustado saber esto antes, pero tan sólo ayer MinHo me lo había confesado, diciendo que Kibum tal vez no me lo iba a decir y que si llegaba hacerlo que por favor actuara sorprendido para que Kibum no le cortará las pelotas por hablar de más.
Si tan sólo MinHo supiera que soy malo mintiendo y por eso nunca lo hago, no me hubiera dicho nada, pero haré un esfuerzo por él y la seguridad de sus pelotas.

Pero realmente, Kibum tenía un buen corazón y no iba a permitir que pensara lo contrario.

2. Se había convertido en mi musa de inspiración.
¿Se oye algo gracioso o cursi? No estoy seguro, pero simplemente soy sincero. Cuando tuve aquel bloqueo musical del cual no había salido en días, con sólo pensar en él pude escribir una canción. Una canción para él inspirada en sus bonitas facciones (La cual igual iba a ser una razón que estaría incluida en esta lista, pero pensé que sería algo superficial), había disfrutado mucho hacerla.

Era inevitable no escribir sobre Kibum, tal vez en el futuro pueda seguir haciéndolo, y espero que sepa que la mayor parte de mis letras serán para él.

3. Su fortaleza.
Kibum es alguien muy fuerte, lo puedo ver reflejado en sus ojos.
Cuando le pedí a MinHo que me hablará más de él me contó muchas cosas y entre ellas la fortaleza que Kibum posee, puede verse como una persona diva e inalcanzable para muchos, y lo es, pero también ha pasado por cosas duras y nada de eso lo ha derribado. Sigue siendo él y eso es algo increíble, muchos desearían tener la fortaleza que el tiene.

Lo mejor de todo es que cuando lo ves caminar, jamás te imaginas que esa persona pasó por una pérdida tan significativa como fue la de su abuela, quien era como una madre para él. Quien lo crió perfectamente bien.
Crió a un chico fuerte, inteligente y único.
Crió a alguien que me dio razones para amarlo.


...


«Te veo en el salón de música a las 3» deslice por debajo de la puerta del dormitorio, hoy el día en el que Kibum iba a recibir una respuesta de mi parte. Realmente esperaba que lo viera.

Ya había llegado a una decisión después de tanto tiempo de espera.
Y ahora me encontraba aquí, esperando en aquel solitario salón (Ya que los jueves, nadie venía) cuándo de pronto oí unos rápidos pasos acercarse, dejándome ver a Kibum parado en la entrada.

—Oh, Kibum.— dije en cuanto lo vi, tenía una expresión seria en mi rostro por la respuesta que iba a dar y al parecer a el le asustó un poco verme así —Ven, siéntate aquí.— le indique y él me hizo caso.
No puedo mentirles, realmente lucía nervioso por mi respuesta e incluso me miró atento cuando tomé mi guitarra la cual estaba al lado de mi.
Parecía que se preguntaba que era lo que iba a hacer y sin decir nada más, empecé a tocar la canción que había escrito, creí que esa era la mejor forma de dar mi respuesta. Por medio de lo que más amaba hacer.
E incluso sonreí cuando vi la cara de sorpresa de Kibum, tal vez jamás se espero que me diera mi respuesta así. Tocando una canción para él.

«Oh, él es. Me gustan tus ojos pequeños y la forma en que me miras.
Oh, él es. Me gustan tus gruesas cejas.
Oh, él es. Me gustan tus labios ligeramente haciendo pucheros.
Oh, él es, quien me gusta, él es. Me gusta»

Canté para él, esperando que mis palabras le llegarán y supiera claramente la respuesta que estaba dando. El brillo en sus ojos no lo cambiaría por nada, claramente estaba feliz por lo estaba escuchando.

«No te pongas nervioso, esto es natural, incluso si te parece feo, me gusta todo de ti. ¿Lo sabes?»

Continúe cantando hasta el final, el me escuchaba con atención hasta el momento que terminé, lucía sorprendido y yo no pude evitar sonreír una vez más, terminando aquella interpretación con un «Con cariño, Jonghyun» cómo si se tratara de una respuesta en una carta, pero expresada de forma diferente.

—Esta es la respuesta.— le respondí mientras dejaba mi guitarra de lado y me acomodaba frente a él nuevamente —Me gustas, Kibum.

—Jonghyun...— Vi como unas lágrimas se deslizaron por sus mejillas cuando fui más directo con esa confesión y se levantó a abrazarme, el cual fue correspondido de inmediato.

Dos años, durante dos años pude haber tenido la oportunidad de haberlo conocido, se notaba que era un abrazo que anhelaba desde hace mucho y todo ese cariño fue correspondido de la misma forma.
Me gusta, Kibum me gusta.

Aquel abrazo se convirtió en un beso, formalizando la relación que estábamos a punto de comenzar.
Porque también había encontrado razones para amar a este chico.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 15, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Para: Kibum ↪ JongKeyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora