Jardin de girasoles

Daia y Francisco

La madre de Daia y Francisco se conocieron en la sala de espera del hospital, por 20 min
nacieron diferentes días, ambas madres primerizas rápidamente entablaron una amistad.
Han pasado 16 años y los jóvenes aún son amigos. Daia se ha convertido en una mujer
muy hermosa e inteligente, es un poco baja, cabello ondulado y ojos cafe. Francisco un
joven alto y moreno de ojos azules.
Son dos grandes amigos, ellos fueron de excursión a un bosque cercano a su pueblo y empezaron a explorar, al cabo de unas horas notaron que ya estaba bajando el sol, por lo que decidieron regresar junto a su grupo. Notaron que recordaban cómo volver, sin darse
cuenta estaban perdidos.
Tras media hora caminando, encontraron una cabaña, rústica, parecía abandonada. Sin embargo se arriesgaron a llamar a la puerta, los recibió una mujer mayor, ojitos llorosos y el cabello blanco.
-Cielos!!!! Pasen pasen, que hacen por aquí?
Daia- nos hemos perdido
La señora empieza a Gritar- Viejo!!! Viejo!!!
Se escucha una voz de una habitación contigua- Que pasa? Acércate para hablarme.
Siempre gritando mujer!!!
Entra en la habitación un hombre mayor, camina con la ayuda de un bastón
Señora se acerca al hombre con lágrimas en los ojos y dice - Viejo, llego la hora.
El hombre levanta la mirada y ve a los dos jóvenes.
Daia y Francisco cruzan miradas de desconcierto y les recorre un escalofrío por el cuerpo, la mujer les dirige una mirada y les dice: no se asusten, vengan...
Los lleva al patio y se ve un hermoso Jardín de girasoles.
La mujer vuelve a hablar, esta vez con un poco de melancolía: hace 50 años, mi viejo y yo
llegamos a esta cabaña, éramos dos jóvenes igual que ustedes, sin saber lo que la vida nos
tenía preparado. Había dos ancianos, jamas supimos sus nombres hasta ahora.
Daia: como se llamaban?
La mujer: eso lo averiguarán ustedes al final, no te asustes
Entonces el hombre volvió a hablar: Daia y Francisco
Lo interrumpió Francisco: como sabes nuestros nombres
Hombre: eso también lo averiguarán al final. Pero deben saber que esta casa los escogió a
ustedes, al igual que a nosotros hace 50 años
Daia con miedo: de que hablan?
Mujer: esta casa, no es visible por nadie, no solo eso, no pueden salir.
Al oír estas palabras Daia y Francisco se asustaron pero el hombre volvió a hablarles
Hombre: chicos no se asusten, aqui estaran a salvo, escribirán su historia, se
acostumbraran, serán moderadamente felices
Daia: solo díganos cómo volver a nuestra casa
Mujer: ahora esta es su casa.
Daia traga saliva
Hombre: aquí nos les faltara nada, la casa se encargará de darles ropa, comida y agua
Mujer: cuiden bien del jardín es lo único que se pide a cambio
Francisco: nuestras familias no descansaran hasta encontrarnos
Hombre: no lo dudo, pero eso también se solucionara, creo que ya es hora de irnos viejita
Daia: a donde se irán
La mujer toma el brazo del hombre, este le besa la frente y se desvanecen. Al ver esta
imagen Daia trata de escapar muy asustada pero por alguna razón las puertas parecían
selladas, las ventanas están abiertas pero no se puede cruzar al otro lado, como si un
campo invisible los cubriera.
Francisco al ver esta situación no sale del shock.
Piensa en que en ese momento quisiera ver a su madre y abrazarla, entonces en un espejo
justo al lado de la puerta se reflejan sus madres, ambas desesperadas buscandolos.
Al cabo de unos días Daia revisa las alacenas que están vacías y desea comer chocolates,
estos se materializan justo frente a ella, entra Francisco y dice los policías están afuera,
ellos empiezan a gritar pero los policías no los oyen, pero un perro justo frente a la casa
empieza a ladrar como loco, llegan corriendo los policías, Daia y Francisco se abrazan de la
emoción, tras 5 días al fin serán liberados. Pero uno de los policías se agacha y recoge la
blusa de Daia, esta se encuentra llena de sangre. Fueron declarados muertos.
Tras 50 años, alguien golpea la puerta, Daia abre y se ven Francisco y ella, al fin lo
comprendió todo, la historia se vuelve a repetir y ellos al fin son libres...