Ahí estaba otra vez, mirándolo desde lejos como siempre, su piel brillante, sus ojos marrones oscuro y penetrantes, su cabello sedoso brillaba con los rayos del sol, sus labios rosados parecían tan suaves, los ojos de quien contemplaba brillaban al verle sonreír, hasta que de pronto su corazón se aceleró a mil por hora, él estaba acercándose.
¿Qué voy a hacer? ¿Qué le diré?
Se había escondido detrás de un árbol, estaba algo nervioso, parecía que sus latidos lo delataría en un santiamén, sintió unos brazos fuertes y suaves rodearlo por la espalda, pegó un grito.
¿Q-que haces? . . .
El más alto no le respondió, se puso en frente de él para mirarlo a los ojos y acercarse, ya estando lo suficientemente cerca abrió sus ojos nervioso y sudando, había sido otro sueño.
— Demonios. . . —se sentó en su cama y miró a su alrededor indiferente, aún estaba oscuro, se dió cuenta aún era de madrugada y se volvió a acostar.— Cuando será el día en que al fin estarás entre mis brazos. . ?
Cerró sus ojos y soltó un suspiro pesado, no podía llegar el día en que aquel chico que tanto deambulaba en sus pensamientos fuera de él.
. . .
El timbre sonó dando a entender que la clase había terminado, dió un pequeño saltó por el susto, miró al frente y se encontró con él. . . El chico que tanto anhelaba besar algún día, el chico que se adueñaba de sus pensamientos las 24 horas del día, el chico de sus sueños y el que deseaba con toda sus alma.
Se quedó un buen rato mirándolo embobado como una colegiala enamorada, hasta que él volteo y sus miradas se cruzaron.
No solo se había sorprendido por tan repentino e inesperado hecho, desvío rápidamente la mirada fingiendo haber estado pendiente en otro punto.
Esperaba que no fuera otro de sus sueños, en esos sueños en los que él se acercaba peligrosamente y hacía de las suyas.
Aunque debía admitir que le gustaba.
Lamentablemente no era un sueño, y el chico no se acercó, simplemente ignoró todo y siguió conversando con unas chicas que lo miraban tan enamoradas como lo miraba él a escondidas, tenía celos.
Vamos, fíjate en mí
En su mente pedía a gritos que aquellas chicas se fueran de una buena vez, sin logro alguno y ya enloqueciendo se levantó de su asiento llamando la atención de algunos compañeros, lo que hizo que captar la atención de Lauren. Si, así es, el chico con el que tanto sueña se llama Lauren, Lauren Dimiritch.
Se avergonzó por el momento, e intento salir rápidamente del salón mientras miraba el suelo nervioso, hasta que un repentino choque lo hizo detenerse de golpe y levantar la mirada.
— U-uh lo sien– — Quedó perplejo al ver a quien había chocado por accidente, estaba congelado, sus mejillas comenzaron a arder por la vergüenza mientras algunos de sus compañeros miraban la escena confundidos.
Sin más salió corriendo del lugar lo más rápido que le permitían sus piernas, era lo más vergonzoso que le había sucedido hasta ahora.
Nueva historia!!
Si k si! >;D
Espero que las personitas bellas que lean esto les guste UvU
Sería grandioso que me apoyaran<3
