El destino nunca se equivoca ( Ereri )

CAPÍTULO 4: CELO PELIGROSO

CAPÍTULO 4: CELO PELIGROSO

(18) Se recomienda discreción

Un nuevo día siempre igual a los demás no cambia ni un poco, mire aun con los ojos rojos la habitación y los recuerdos de la noche, no puede evitar ponerme a jugar con el control remoto que movía el colchón de la cama con solo recostarme, estaba solo no dejaría que ese Alfa se acercara mas de un metro de mi, no es por presumir que lo hice dormir en el sillón de su gran sala. Volviendo a la cama me asegure de lavar la sábana tres veces antes de usarla, a mis ojos estaba tan sucia que podía ver bichos, véanme como un loco obsesionado con la limpieza no me importa, podría vivir en una casa en mal estado pero el aseo nunca faltaba, siempre me las arreglaba para robar artículos que ayudará con la higiene.

volviendo al presente me levanté de la cómoda cama para poder asearme como es debido, me atrevo a pasear descalzo por los suelos encerados sintiendo el frío colarse por mi cuerpo, poso mi mano en la puerta de roble oscuro con una gran inicial "B" en dorado. Mi cuerpo me guía solo a la tina quitando mis prendas por el camino, sumergiéndome en el agua tibia y cerrando mis ojos concentrándose solo en los sonidos del agua cayendo al piso, suelto un suspiro involuntario por la poca paz que podría llegar a tener en mi vida.

Los toques delicados de la puerta principal de la habitación me hacen volver a la realidad, no me apetece salir de la bañera, aún tenía el cuerpo lleno de jabón, así que solo decido hablar fuerte

Levi: No me interesa quien sea, no pienso salir

- joven Omega soy Petra la mucama , viene a avisar que el desayuno está listo -

Levi: No me importa, no quiero ver a nadie, ¡lárguese!

Petra: Por favor no tarde , el joven Eren, la señorita Carla y el señor Grisha lo están esperando en el comedor

Levi: Dije que no gracias

Petra: Señor Levi comprendo muy bien cómo se siente, pero tiene que tomar el papel que se le ha otorgado.- se quedó en silencio un momento- Por su propio bien le digo que baje a desayunar.

Levi: ¿Mi propio bien?

Petra: hasta luego

Por un momento me detuve a escuchar los pasos de la mujer alejarse por esos largos pasillos y en analizar su voz angustiada al decirle que no, mi instinto me decía que bajara pero no entendía un porque, camine al closet sin tener mas opciones tener que buscar una ropa que llegue a quedarme, mi talla es mas pequeña que la de una mujer promedio, lo que queda mas que claro que la ropa no me quedaría como debería, pero tengo que estar lo más cómodo posible, tomo hilos y agujas del cajón de abajo para tomarle ruedo a las camisas y pantalones de manera rápida, me importa poco si me llegan a esperar en el comedor.

Extiendo las prendas una a una verificando que quedaran bien hechas, una pequeña sonrisa salió al tener el trabajo impecable, al sentirse lo mas decente posible camina al comedor sin ganas de mirarle la cara de Eren esa mañana, ni el resto de su vida, pero es casi imposible teniéndolo de frente con esos ojos verdes oscuros que podrían verle el alma.

Carla: Querido Levi ahora que todos estamos reunidos y relajados es mejor empezar con los preparativos para la boda

La señorita Carla saca un álbum bastante grueso para ponerlo en la mesa haciendo que tiemble un poco por el peso, las hojas casi amarillentas eran pasadas una por una mostrando diferentes escenarios que a levi no le interesaban, aún no prestaba atención a las palabras y movimientos de la mujer, lo único que podía ver son las paredes blancas con dorado que parecían ser bastantes gruesas, las ventanas parecían tener códigos para abrir y las puertas siempre se mantenían cerradas, esto lo sabe porque antes de llegar a la mesa quiso abrir la puerta principal, trasera, entre otras, pero ninguna se abrió