Un amor imposible

Fluir como el agua

Me llamo Alisa, pero mis amigos me llaman Alis. Vivo en California, bueno, hasta hace dos años y sería una chica de 20 años cualquiera, si no fuese porque hace dos años hice algo que algunos denominarían como "gilipollez", lo sé porque eso es lo que me gritaron mis dos mejores amigas, Lizzy y June, cuando les conté por que había rechazado ir a Harvard. En su momento yo no entendí por qué llamaban así al acto más romántico que he echo en mi vida y al acto por el cual suelen empezar muchas de mis novelas románticas favoritas, pero con el paso del tiempo voy entendiendo por qué rechazar Harvard por un chico que ni siquiera me conocía, ni me conoce ahora, era una estupidez, pero, no se porqué, no me arrepiento de haber hecho lo que hice, aunque debería, no hace mucho que aprendí que sentir amor por algo más que no sean las notas de clase, tarde o temprano acabaría siendo malo para el alma y más, si el chico del que estas enamorada ni te conoce.

Hoy era el primer día de clase de mi tercer año en la universidad, todavía faltaba una hora para que empezase la primera clase del día, la cual me tocaba con mi amorcito Elam, pero yo ya estaba saliendo de mi habitación de la residencia, cuando me encontré con la típica niña pija de estas que se visten únicamente con faldas rosas por debajo de las rodillas , blusas de marca y que siempre te lanzan una mirada que dice "soy mejor que tú" pero en realidad no son más que niñitas mimadas. Bueno, pues hoy justo me había pillado un poco mal porque llevaba una camiseta interior negra con un jersey negro dado de si por encima y unos pantalones negros con pelotillas de tanto cruzar las piernas cuando me siento, así que simplemente ignoré su presencia.

Cuando llegué a clase no había nadie, como era de suponer. Tiempo después fueron llegando todos, incluso Elam, que se sentó a mi lado, cosa que nunca había hecho y me sorprendió mucho, así que aproveche la oportunidad para hablar con él y me decanté por la opción de forzar la conversación al principio y después dejarla fluir como el agua, pero en el momento en el que abrí la boca para decir algo, oí que alguien me estaba llamando y me giré, viendo que era la niña pija de antes, me levanté para decirle que me dejase en paz porque ya llevaba unos minutos intentando ignorarla, y entonces me coge del brazo y me saca de clase, cosa que inunda mi cabeza de confusión .

Cuando ya estamos fuera le pregunto:
Yo: ¿Qué coño quieres y quién eres ?
Tania: Me llamo Tania y sé tu secreto
Yo: ¿De qué secreto hablas?
Tania: Tú ya sabes cual, June me lo contó todo sobre por qué estas aquí y no en Harvard, aparte que también deduzco que al haber hecho un acto tan romántico y tan estúpido a la vez, esa ropa negra y esa cara antipática y mustia, sólo son parte de un muro gigantesco para que no vean tú verdadero yo, sensible y vulnerable.

Al oír eso me vino una ira incontrolable, en parte porque tenía razón en todo lo que había dicho sobre mí, pero también, porque mi mejor amiga me había traicionado, así que hice lo primero que se me vino o a la cabeza, la estampé contra la pared y la amenacé con hacer de su vida un infierno si se lo contaba a alguien. Ella tampoco reaccionó muy bien y me dio un puñetazo, lo que dio paso a una pelea, la cual, yo iba ganando, hasta que ella empezó a gritar pidiendo ayuda, lo que alarmó a los de la clase y en unos pocos minutos estaban todos fuera menos el profesor. Después oí un grito que salía de la boca de Tania refiriéndose a Elam que me sorprendió mucho:

Tania: Hermanito ayúdame!!

En ese momento de sorpresa, Elam me cogió de la cintura y me echo para atrás, pero no lo suficientemente rápido como para que a Tania no le diese tiempo para darme un puñetazo que me dejó inconsciente.