Recuerdos

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Jack caminaba por la avenida wattman, paso a paso iban aumentando  sus latidos llegando a ser tan fuertes como si un infectado estubiera dentro de el, tratando de corromperlo con sus manos muertas su cara despedazada desgarrando con sus uñas su corazón en el intento de convertirlo en uno mas de ellos.
cada vez se sentia de peor, con mas ganas de haber muerto antes, en  el accidente automovilístico que tuvo con su padre cuando en cierta manera iba todo tan bien en comparación como estaba ahora: solo, sin protección, con el corazon latiendo mas rapido que despues de una rutina de ejercicios intensa de 3 horas, con el miedo, el miedo a transformarse y morir, pero no tanto miedo a perder su vida sino miedo a que, al sucederle eso, pudiera quitarle la vida a los demas sobrevivientes, quiza a un niño, una niña, un padre, una madre,  clavarle sus dientes en su brazo despedazandolo sin piedad escondiendose y al terminar con esa victima ir al acecho, preparado, con cada vez mas ganas de ver las biseras de sus victimas  de ver la sangre, de sentir el sabor de los sesos los brazos y las piernas, simplemente agazapado esperando al siguiente

Desearia volver a esos tiempos ---penso jack-- los tiempos en que estaba en el hospital, junto a su padre viendo la hora correr hablando con los demas pacientes preguntando a el de al lado "oye y que te pasa o que te paso a ti eh?" como las preguntas que hacen los reclusos al entrar a la carcel a diferencia que sus respuestas son que están ahí por casi siempre son por violaciones y asesinatos.
Acostado en la camilla y aunque en ese momento todabia estaba en shock por el repentino  suicidio de su esposa karen, todo iba bien, pero sentía un nudo en la garganta al recordar el suicidio de su esposa: mientras veía television escucho una silla caerse, no le dio importancia --penso-- karen debió pasarla a botar.  y espero a que terminara su programa de carros que veia todas las noches a las 1 am hasta las 2:30 ---cuando sucedio eso eran las 2:00--- ya a las 2:30 muerto de curiosidad por preguntar a karen que fue lo que sucedio con la silla  subio por las escaleras recien barnisadas  hace 3 dias, todabia sentia el olor a barnis, ignorante de lo que habia sucedido en el segundo piso no sabia que ese seria el ultimo olor con sentido despues de que subiendo el ultimo escalon viera la mitad de la silla, específicamente el respaldo en la parte del cuarto de ellos y la otra parte, el asiento sin poder observarlo estaba dentro del mismo baño, jack olia lo malo, y desde pequeño tenia esa habilidad, al acercarse a la puerta siempre con la mirada fija en la silla sintió el presentimiento de algo malo, algo malo estaba por suceder, y esa sensación lo asusto muchísimo. se acerca por el lado derecho por el lado de la pared blanca, agarra la silla de el respaldo y la deja en su posicion, jack se vuelve a la puerta y observa el panorama, la bañera blanca con agua todabia, el lavamanos y el espejo testigo de tantos calentones entre jack y karen mientras los dos se lavaban los dientes, en el centro del baño, ahi estaba su esposa, su ratoncita como se decian mutuamente por cariño desde que se conocieron a los 14 años, estaba alli colgada, con su polera para dormir, con el cable al rededor del cuello, como cuando una boa enrolla a un conejito asfixiándolo, Jack quedo boquiabierta, estubo apunto de desmayarse, cuando pudo volver a si mismo  trajo rápidamente la silla  para subirse y desato el cable con sus manos, torpes ahora por la angustia, la sorpresa, y  con un aproximado de 20 sentimientos mas, desato a su esposa, su ratoncita.
Ya entre sus brazos se abrió paso por  la puerta del baño dejando a su amor sobre la cama, Jack intento reanimarla haciendo unas técnicas raras que suponía que eran las correctas por lo que había visto en un programa de médicos que veía con su esposa los viernes en la tarde.
Sentía que en unos segundos mas  su cabeza explotaria dejando los sesos por todo el cuarto, ella no respondía a sus vagos e inútiles intentos de volverla al país de los vivos, al fin Jack se canso de intentar y acepto la realidad, la cruda y dolorosa realidad, karen había muerto y el ya no podía hacer nada para volverla a la vida, levanta los brazos de encima de sus esposa, se para al lado de la cama obvservandola y pensando, en ese momento lo menos que importaba era un por que, lo que el se preguntaba era “¿Qué haré sin ella?”,  sus ojos se llenaron de lágrimas se abalanzó sobre ella y con un desgarrador llanto gritaba “!No es posible!” “¡no puede ser mierda!”  El la abrazo muy fuerte, no podía parar de llorar la partida de su eterno amor, le acariciaba el rostro, el pelo, le pasaba la mano por su cara, morada por el extrangulamoento de la boa asesina que rodeaba su cuello minutos atrás.
—mi amor” —articulaba sollozando.  Por su mente pasaban los recuerdos, Jack recordaba su boda, aunque no fue nada muy especial ni grande, para el fue el momento más importante de su vida, el inicio
de una nueva vida, su nueva casa, su nuevo carro, y quien sabe una nueva mascota, recordaba que el día en que se casaron salieron afuera hacia el carro, un chevrolet prisma
—te amo mi ratón —dijo karen al oído de jack— con todo mi corazón y tu lo sabes bien.
—te amo mas  mi ratoncita —le dijo y después le beso la frente tiernamente.

Jack sabía que no había vuelta atrás, pero todabia conservaba esperanzas, el definitivamente no podría existir  sin ella, por eso es que Jack baja las escaleras dejando atrás el cuerpo frío de su amada encima de la cama (aunque estaba muerta Jack le puso muchas mantas encima como a un bebé para que no se resfrie al salir con sus padres).
Llegó al primer piso y todo le parecía más frío más apagado, con menos sentido. Avanzó corriendo hasta la puerta y saliendo a la calle  dirigiéndose a su garaje de donde saco el prisma, el mismo que los llevó en su día más feliz, ahora los llevará a los 2, una muerta, y el otro casi con el mismo final en el viaje.
Jack  conducía a toda velocidad dirigiéndose al hospital  cuando de la nada su celular empieza a sonar con el típico  tono de iPhone con la pantalla iluminándose como loco
— ¡Mierda!  —Vocifero mientras torpemente trataba de tomar el celular—
Era su suegro, pablo, que lo llamaba.
— ¡Que es lo que quieres tú! —grito alterado
Jack pocas veces le levantaba la voz a su suegro, acostumbraba a saludarlo de la manera más respetable como cuando los peones saludan a su rey con una inclinación o un saludo demasiado formal, a veces el mismo se molestaba pensando “jajá no es tu jefe, para que tanta reverencia”
—Creo que no llame en un buen momento  —dijo con un tono de preocupación— ¿Qué es lo que pasa Jacky?
—Karen —hizo una pausa, que se hizo demasiado larga para su paciencia
—No me vas a decir?  —Dijo un poco desesperado y nervioso— ¿qué es lo que pasa con Karen?
—Karen.
— ¿¡Karen que, mierda!? —su tono calmado había cambiado drásticamente después de las prolongadas pausas.
—Karen se mato
Jack se perdió en el pensamiento al instante que dijo el nombre de su esposa, volvió a si, y miro hacia adelante.
El auto había pasado al carril contrario, un camión se abalanzaba sobre el y su prisma. Solto el celular dejándolo caer el cualquier lugar, agarro el manubrio y lo giro lo máximo que podía hacia la derecha, el auto dio un derrape de película esquivando al camión que quería dejarlo como un acordeón en su parachoques, quedando de lado en el otro carril.
Por suerte ahora no venían autos contra él, respiro, se calmó, y miro hacia atrás, hacia su esposa, ella estaba apegada a la puerta como si la hubieran aplastado contra ella por el derrape del auto esquivando al camión
Puso marcha atrás, enderezó  el auto y siguió su camino hacia el hospital 
— ¡Jack! Que es lo que pasa —gritaba muy preocupado por los ruidos de las ruedas derrapando del prisma — ¿Jack estas bien?, ¿Qué paso con Karen?, ¿de verdad se mató?, no me juegues bromas Jack
—Sí, no sé qué paso, estábamos tan bien las últimas semanas, y ahora subo al segundo piso y la veo colgada —la voz de Jack empezaba a quebrarse casi llegando al llanto— no sé qué hare sin ella, de verdad  no se — dijo llorando.
—ven a buscarme, Jack
—estoy cerca
Pablo colgó el teléfono.
Jack no había tenido tiempo ni espacio en su mente para enterarse de que estuvo a punto de morir cuando casi choca de frente con el camión. En su mente solo estaban las palabras, que hare sin ella, que hare sin ella, no pudo haber muerto no pudo, tal vez es una pesadilla.
Si, seguro es eso, es una pesadilla, me voy a despertar con mi esposa al lado mío al amanecer y hablaremos de nuestro futuro y los  planes de tener hijos y protegerlos —pensaba Jack.
—Que estoy hablando, Karen murió, no es una pesadilla, es real, tengo que ir a buscar a pablo y explicarle lo que paso, cuando llegue llamare de inmediato a una ambulancia, me dará tiempo de sobra para explicarle a pablo y cuando termine llegara a buscarla —dijo desanimado
Faltaban unos 5 minutos para llegar
Miro a su esposa, volvió a mirar hacia adelante, hacia la calle.

                                        

el sobreviviente (En Desarrollo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora