Prólogo

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Lo único que podíamos hacer es correr.
Intentamos escapar rápidamente.
Hasta que sentí un dolor agudo en el abdomen.
Al poner mi mano sentí un líquido.
Al retirarla la vi roja.
Caí de rodilla.
Él me volteó a ver con cara de enojo.
Él pensaba que me había cansado.
Pero al ver la herida de bala.
Su enojo fue remplazado por el miedo.
Aunque le había insistido en que no lo hiciera.
Sacó su arma y le disparo.
Le dio justo en la cabeza y cayó al suelo.
Guardo nuevamente su arma.
Se arranco un pedazo de su camisa.
Y la presiono en mi herida.
Estaba perdiendo mucha sangre.
-Por favor bebe no me dejes-
Me había dicho.
Con las fuerzas que me quedaban le contesté.
-T-te amo-
Dije acariciando su rostro.
Manchando lo de sangre.
Me pesaban mis párpados.
Cada vez me sentía más débil.
-No me puedes dejar, no me puedes dejar-
Decía con lágrimas en los ojos.
-Me lo prometiste-
Deje de acariciarlo.
Y como pude, arranque el collar que me había dado.
-N-no, no me olvides-
Dije y con la mano que el tenia libre le puse el collar.
Finalmente no aguante y cerré los ojos.
-Nena?, Nena! -
Dijo moviendo mi cuerpo sin vida.
-No, no-
Empezó a llorar.
-También te amo y te amo muchisimo-
Dijo mientras abrazaba mi cuerpo.

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