Su pie se movía insistentemente golpeando suavemente el suelo, esperándola como de costumbre. Normalmente era ella quién tardaba horas en arreglarse para ir a la escuela, pero des de que Mimi iba con otros amigos era al revés.
-Mimi si no bajas ahora me iré sin ti!- Dijo Ana sentada en la silla de la cocina.
- Ya voy! Dame dos minutos que guarde las cosas-Dijo Mimi des de su habitación.
-Dos minutos Mimi, dos minutos más y sino te juro que me voy sin ti. Llevo treinta minutos aquí esperándote, treinta minutos que podría estar en mi casa durmiendo - Dijo Ana exasperada por la espera. Sus juramentos no eran en vano, así que Mimi bajo corriendo las escaleras y le sonrió coquetamente esperando que la disculpara por la espera y Ana rodó los ojos, como siempre.
-Hola -Dijo finalmente Mimi. Ana arqueó una ceja -¡No te enfades Ana!
-Si me saludas puede que no lo haga -Dijo ella seriamente. Mimi se acercó y le besó la mejilla sonoramente. Ambas rieron.
- Eres la mejor ¿lo sabias?
-Lo sé, no todo el mundo se despertaría una hora antes por ti amiga. Anda vamos que el autobús pasa en dos minutos. -Ana le dio un abrazo. Y como de costumbre, caminaban juntas hacía la parada de bus.
Llegó el autobús, y antes de entrar se lanzaron una mirada. Desde ahí en adelante no se miraban. Así eran las cosas. Pese a que todos sabían que eran amigas, era una especie de regla. Ella se sentaba en los primeros asientos que y esperaba a que llegara Ricky mientras Mimi se iba al final con sus amigos populares.
Más de una vez se había preguntado si Mimi se avergüenza de ser su amiga y por eso no quería que fuera con ella, pero su respuesta ante su pregunta siempre era la misma: "Ese mundo no es para ti, está lleno de cosas sucias". Y al explicación de esas "cosas sucias" nunca había llegado.
Ricky llegó con su sonrisa amable, como todos los días, la saludó y se sentó junto a Ana.
-¿Llegó tu amiga? -Pregunto refiriéndose a Mimi.
-Sí, se ha sentado al final con sus amigos, como siempre. -Dijo Ana sin darle mucha importancia.
-La rutina de siempre, vosotros hacéis como que no os conocéis cuando todos sabemos que sois muy amigas. -Dijo Ricky mientras Ana ponía los ojos en blanco. -¿Por qué se lo permites?
-No es cosa de permitírselo o no Ricky, solamente que no encajo con sus amigos y preferimos mantener distancia. -Dijo Ana.
-Vuestra amistad es la cosa más rara que existe- Concluyó Ricky.
-Lo sé pero me gusta así -Contesto tajante Ana cansada de escuchar siempre lo mismo de Ricky sobre su amistad con Mimi.
Y Ricky no mentía, la amistad de ambos era rara. Nunca él lo había comprendido, incluso Mimi le desagradaba, por sus aires de grandeza y que prácticamente llevaba un cartel en la frente que decía "picaflor".
-Ya hemos llegado baja ya Ricky que tengo prisa.
Llegaron al instituto y se adentraron un día más dentro del edificio.
Empezó la clase de matemáticas para Mimi, quién se sentaba al final de la clase junto a Miriam Rodríguez, una chica un año mayor que ella que se encontraba en su clase porqué había repetido segundo de bachiller. Mientras el profesor explicaba, Mimi hablaba con Miriam. Estaba aburrida, no tenía gracia la clase. Mimi quería que estuviera su compañera de delante de siempre, aquella a la que le lanzaba miradas coquetas y que se sonrojaba. Tenía el pelo rubio, ojos marrones y una sonrisa perfecta. Mimi había hecho una apuesta con Miriam respecto a ella.
-Te apuesto que me la tiro antes de fin de curso- Dijo Mimi.
-¿Cuál es la apuesta? -Pregunta Miriam interesada.
-Si me la tiro tendré pase libre para usar toda tu ropa cuando quiera durante un año -Dijo Mimi sonriendo satisfecha.
Miriam arqueó una ceja, era imposible que Mimi se acostará con Alba.
-Si gano yo -Dijo Miriam- quiero que me regales tu maquillaje y uso ilimitado de tu micrófono durante un año.
Mimi se puso seria.
-Miriam sabes que le tengo mucho cariño al micrófono, sabes que es muy importante para mí des de que falleció mi abuela.
-¿Hay trato o no hay trato? Tranquila que no te lo romperé.
-Vale va hay trato -Dijo Mimi con cara de pocos amigos y dándole la mano.
Ahora Mimi estaba frustrada, necesitaba conquistar a esa chica de alguna forma.
-Veo tu maquillaje y el micrófono más cerca de mí -Le susurró Miriam al oído.
-Cállate- Mimi le pegó una patada por debajo de la mesa.
-Bueno, sé que la ganaré, no podrás conquistarla -Susurro Miriam.
-Sí podré, estoy segura que acabará en mi cama, o por lo menos, en la mesa mientras... - Dejó la frase inconclusa y Miriam arqueó una ceja.
-¿Le has contado a Ana que planeas tirarte a Alba? -Pregunta Miriam.
-No, ¿Por qué se lo tengo que contar? -Pregunta Mimi.
-No lo sé, es tu mejor amiga deberías contárselo. Quizás te ayuda a preparar el ambiente -Dice Miriam divertida.
-No, no se lo contaré -Dijo Mimi decidida. Aunque si se lo pensaba bien, quizás podría ponerla celosa al contarle que se quiere acostar con su compañera.
Se imagina la cara de Ana cuando se entere, su regañina, todo absolutamente todo está en su mente. La forma en que abriría sus ojos marrones por la noticia, la forma en que luego frunciría el ceño enfadada y luego su frase "No tienes remedio Mimi". Sería divertido, aunque era totalmente estúpido creerlo, aún tenía la vaga ilusión de despertar los celos en ella.
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------Es mi primera vez que escribo una novela, espero que es guste. Decidme que os parece.
Intentaré ir actualizando lo antes posible.
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Enamorada de mi mejor amiga. Warmi [Novela adaptada]
FanfictionMiriam Doblas, o también llamada Mimi, es la chica más popular y picaflor de la secundaria y tiene un secreto que nadie podría imaginar. La ama, como nadie podría amarla nunca. ¿Quién? Ella Ana, su mejor amiga. Ana Guerra, todo lo contrario a Miriam...