o n e

108 17 2
                                    

—¿Qué haces? —dijo una curiosa voz al ver aquella cuerda colgando de ese sauce en el que tanto tiempo había pasado.—¿Planeas llevarte el árbol? Si es así, date por vencida, porque no pienso permit...

—No te preocupes. —dije interrumpiéndola— No pienso hacer nada de eso.

—¿Entonces qué intentas? — Volvió a hablar aquella tierna vocecilla, que parecía pertenecer a una pequeña niña, a la que aún no había dirigido la mirada.

—¿No es obvio? —respondí, girándome a mirarla.

Entonces, vi a una pálida chica, cuyos casi blancos cabellos se agitaron al negar con su pequeña cabecita.
Suspiré, y en ese momento aquella chica se percató de lo que estaba ocurriendo.

—¡Oye! ¡No dejaré que hagas eso! — gritó.

—¿Y cómo lo impedirás? —le pregunté sarcasticamente, justo cuando acababa de atar ese nudo.

—Oye... —su voz cambió en un instante.
Pasó de tener la alegría de una niña pequeña de 6 años, a una calidez que te abrazaba con sus palabras. —Sé perfectamente que no nos conocemos de nada, que no tengo derecho a pedirte esto y que probablemente te dés la vuelta y sigas con lo tuyo pero... Si... Decides cambiar de opinión... Te propongo un trato. —me giré a verla, algo sorprendida y esperando a que continuara.— Ven aquí cada vez que te sientas mal. O simplemente si quieres hablar con alguien o pasar el rato. Te prometo que siempre que vengas yo estaré aquí... ¿Si? —dijo, levantando la mirada hacia mi, y esperando mi respuesta.

Esa chica sabía perfectamente que si me negaba, todo para mi acabaría, y que jamás podría volver a verla. No la conocía, pero en cierta parte me intrigaba.
No sabía que responder. ¿Por qué alguien, que parecía inocente, sin aún ideas sobre la vida, me estaba ofreciendo su ayuda?
Me di cuenta de que a primera vista, podría parecer una inocente niña que no sabía nada; pero realmente, ella estaba allí por algo.
No era inocente, y mucho menos una niña pequeña. A pesar de su infantil apariencia, supuse que debía de haber pasado su adolescencia hace un par de años.

—Está bien. —respondí aún insegura, tras haber estado pensando unos segundos.

—¡Wiii! — Gritó esa alegre voz, antes de ir corriendo a abrazarme.—Soy Cloe, ¿y tú?

—Yei. —contesté animada, mientras seguíamos en aquel hermoso abrazo.

Fue un abrazo... Podría decirse que fue feliz. Aunque al mismo tiempo, era como si de repente puediese confiar en ella, como si la conociera desde hace años,

Como si estuvieramos destinadas a encontrarnos.

柳; (It's our destiny.) #UnlimitedPrideDonde viven las historias. Descúbrelo ahora