Son dos personas que se conocen por chat pero una de ella guarda un secreto que esconde bajo su ropa.
Esta historia es una adaptación autorizada por la verdadera autora ;ReaperSutcliff.
Joel:pasiva
Chris: activo
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(creo que deberían ser las imágenes mas pequeñas XD )
†††
Las miradas quemaban a través del aire, prácticamente ambos podían oler el deseo del otro, aunque quizá fuera que aún tenían olor a sexo de hace varias horas atrás.
Joel metió una cucharada de mousse de chocolate en su boca lentamente y la saboreó, mirando directamente a los ojos de Christopher . Éste sólo disfrutaba la vista, al ya haberse acabado su mousse.
-Chris...- dijo el hombre-gato, arrastrando las 'i's del nombre de su pareja.
-¿Mhm?- levantó una ceja.
-¿Te apetece jugar a algo?
-¿Cómo a qué?
-Mmm... aquí abajo tengo Monopoly, Ajedrez, Scrabble, Clue... y arriba tengo cosas más interesantes- -sonrió de lado. Su cola incursionó debajo de la mesa y comenzó a acariciar la entrepierna del castaño.
-Veo que le has encontrado un uso a tu cola-- dijo el menor.
-Mhm-- acabó su mousse con un último y sensual lametón a su cuchara.
-Vamos arriba y me muestras esas cosas tan divertidas- -su voz ya era medio tono más grave.
Tomó la mano del tatuado y prácticamente lo arrastró escaleras arriba, hasta llegar a un descanso. Allí, Christopher lo aprisionó contra la pared e invadió su boca con la lengua. El caliente beso duró sólo unos momentos, luego subieron nuevamente, hasta alcanzar el primer piso de la enorme casa.
-Sígueme- -tomó nuevamente la mano del menor y lo guió hasta su habitación. Soltó la mano de Christopher y se agachó junto a su cama, una cama king size con cobertor de seda color perla. Sacó del oscuro lugar debajo de ella una caja forrada en terciopelo rojo. Se sentó un la cama e hizo un gesto al castaño para que hiciera lo mismo.
-Aquí tengo varias cosas, pero si quieres jugar más rudo, tengo otra caja con cosas más...-- buscó la palabra adecuada-- sado.
-Mhm- -asintió el palido--. Creo que por ahora voy a quedarme con las cosas ligeras.
-Okay- -Joel abrió la caja y sacó un grande (enorme) dildo color rosa con una especie de bola al final-. -Los presento-- dijo--. Brunildo el Dildo, este es Christopher , mi novio-- acercó el dildo al castaño--. Y, Christopher , este es Brunildo el Dildo, el juguete bendito que me ha ayudado a través de mis períodos de celo desde tiempos inmemoriales. -—suspiro
-Ajá--—dijo, extrañado, tomando la punta del dildo y sacudiéndola como si fuera una mano.
-Cochino--—rió Joel por lo bajo.
-Raro- —replicó-.- ¿Qué clase de persona le pone nombre a sus juguetes sexuales?
-Una persona desesperada-- respondió seriamente, aunque la risa bailaba y brillaba en sus ojos-—.- Bien, ahora debemos proseguir con las formalidades- —-sacó unas esposas recubiertas de un material suave y esponjoso-—-. Ellas son las gemelas, Es y Posa, aún son bastante nuevas, teniendo en cuenta que sólo las he utilizado dos veces.